Una historia del Bronx. Robert De Niro.




Un film en el que el Director y el guionista son sus propios protagonistas no deja de ser una curiosidad, pero si hablamos de Robert De Niro, está asegurada la expectación y casi el aplauso. Una historia del Bronx plantea una trama manida, pero a la vez muy actual: el respeto de los mayores y la simpatía de los más jóvenes, por los miembros de las mafias que controlan su barrio, en este caso nada menos que el Bronx. El gángster Sonny, (Chazz Palminteri personaje/ guionista) , es, a diferencia de muchos otros de la vida real, un gángster bueno, que 'adopta' a Calongero (Lillo Brancato), hijo de un honrado conductor de autobuses, Lorenzo Anello (Robert De Niro); actores de origen italiano para representar a camorristas italianos y construir una diégesis de los años 60 dotada de gran verismo y verosimilitud.






El joven respeta a su padre pero desea prosperar y sabe que sólo hay un camino en el Bronx; Sonny 'protege' el barrio y prefiere que le teman a que le amen, pero toma cariño a un niño, testigo de un crimen, que no le delató y funciona como un segundo padre para él. El padre representa el orden y la penosidad de una vida honrada, Sonny la violación de la ley dentro de un orden, en un tiempo en el que aún no había hecho su aparición la droga y las armas eran menos comunes (Malas Calles, Scorsese, que protagonizó De Niro). Hay algo que Callongero no sabe: su padre también admira al gánster, lugar común en muchos filmes en torno al Bronx (The sleepers de Barry Levinson), pero su objetivo es proteger la vida de su hijo. Lorenzo Anello representa esa América profunda, ignorante , temerosa y racista, sometida a los dictados de los aparatos ideológicos del estado; Sonny es más abierto. Mientras el padre advierte a Calongero del riesgo de relacionarse con una chica de raza negra, Sonny le empuja a no poner barreras a su pasión; el desarrollo de los acontecimientos permitirá extraer al joven las enseñanzas de ambos. La música emblematiza a las diferentes generaciones, hecho que inclinó a De Niro a realizar una selección de temas muy escuchados en los años sesenta.






Lo mejor Robert De Niro, como siempre. No pudo elegir mejor actor para su ópera prima. El modo de representación es convencional, muy influenciado por Scorsese y Coppola, maestros del género, ajustado a los parámetros del cine negro americano, en un contexto de enfrentamiento entre las diferentes mafias, representantes de los grupos sociales que emigraron al país en busca de el dorado. La realidad era muy diferente.



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