La ciudad de la alegría. Roland Joffé.






La ciudad de la alegría es un film basado en un betseller de Dominique LaPierre, dirigido por Roland Joffé que denuncia que aquello que los superficiales occidentales llaman espiritualidad india no es otra cosa que miseria, pobreza, ignorancia y sumisión; de tanto andar agachados,los rickshowala, caballos humanos que arrastran los rickshaw, ha llegado el momento en que no pueden ponerse de pie. Mafias locales y policía corrupta administran la miseria, desfiguran a las jóvenes rebeldes que se niegan a ejercer la prostitución con la sonrisa del payaso y ejercen la coacción entre sus trabajadores explotados. Se hace una interpretación errónea de La balsa de la Medusa de Gericault, que pintó naufragos a la deriva, sin esperanza, y no hombres que miran a lo lejos repletos de ella (Giulio Carlo Argan).

Cuando el hombre se ve reducido a la supervivencia, acosado como un perro, surge entre los parias de la tierra un sentimiento de solidaridad ¿Es ésto espiritualidad? Dos occidentales, Joan, una mujer solidaria, y Max, un médico frustrado, se enrolan en el ejército de malditos, y ayudan, con las ideas occidentales surgidas de la Revolución Francesa de igualdad, libertad , fraternidad y respeto a la dignidad individual, a levantarse a Hasari, miserable padre de familia, y a enfrentarse a Ashok, el hijo de El Padrino, abandonado finalmente por sus matones como el emperador Cómodo lo fue por los suyos. Se enfrentan a mil años de resignación.

El malogrado Patrick Swyze interpreta al médico norteamericano, afectado por un trauma infantil derivado de la admiración a su padre, un patriarca al que imita en todo, pero que le ha enseñado a engañar a la madre y acompañarle a citas furtivas con otras mujeres; Pauline Collins es Joan, que ha montado un dispensario, sin médico ni medicinas, pero con una gran dosis de voluntad. El amor, la solidaridad y la fraternidad unirá a este puñado de hombres afectados de miseria moral o física, entre los que se encuentra un grupo de leprosos de Calcuta. Hasari Pal (Om Puri) es un campesino echado de sus campos por las malas cosechas que emigra a la ciudad, pero sueña en volver a su tierra natal.

El film está localizado en la ciudad de Calcuta, populosa, abigarrada, sucia y repleta de deshechos de la sociedad industrial, que constituyen la riqueza de sus parias, por cuyas calles deambulan las vacas mezcladas con todo tipo de medios de transporte abigarrados, incluidos los viejos rickshaw...generando un caos circulatorio y un ambiente asfixiante, del que dan ganas de huir, como le sucede a Max. Los trenes llevan gente hasta encima de sus máquinas y el cine es un 'lujo asiático' que pocos se pueden permitir. El monzón es recibido con alegría pues trae ganancias extras a los pequeños carros de tracción humana, pero una de sus secuelas es la tuberculosis.

Película para una tarde dedicada a la reflexión sobre la miseria que abruma a tantos seres humanos. Y no sólo en la India. La música de Ennio Morricone crea el clima adecuado a esta sensible y terrible historia.


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