Persiguiendo a Amy. Kevin Smith.



Ficha técnica:

Título original: Chasing Amy.
País: USA.
Año: 1997.
Duración: 113 minutos.
Dirección: Kevin Smith.
Guión: Kevin Smith, basado en el cómic Bluntman & Chronic, obra del dibujante Myke Alfred.
Edición: Kevin Smith y Scott Mosier.
Director de fotografía: David Len.
Música: David Pirner
Vestuario: Christopher del Coro.
Productor: Derrick Tseng, Scott Mosier.
Diseño de producción: Robert 'Rafface' Holtzman.
Productor ejecutivo: John Pierson.
Productor asociado: Robert Hawk.


Ficha artística:

Ben Affleck: Holden.
Jason Lee: Banky.
Casey Affleck: Little Kid.
Joy Lauren Adams Alyssa Jones.
Kevin Smith : Bob 'el silencioso'
Jason Mewes: Jay, el acompañante de Bob.


Sinopsis:

Holden McNeil y su mejor amigo, Banky Edwards, disfrutan del éxito de su más reciente creación, el cómic de culto Bluntman and Chronic. Cuando conocen a la también creadora de címics Alyssa Jones, Holden se siente inmediatamente atraido por ella, una lesbiana convencida, que prefiere que ambos sean amigos. Pero entre se elevará otra barrera: la amistad y colaboración entre Holden y Banky que no admite la presencia de extraños.


Comentario:
Tras la especie del film más ácrata, provocativo y rompedor de las convenciones sociales, Kevin Smith realiza la película más amarga sobre la inseguridad del hombre, la incapacidad de decidir por sí mismo, que le empuja a integrarse en agrupaciones más amplias, aunque sean el Comiccon o convención anual del cómic, que se celebra anualmente en Manhattan. En un mundo en el que lo único que importa es el sexo y el dinero, elementos intimamente realacionados, de tal modo que el primero depende del segundo, como sostiene 'Bob el Silencioso', interpretado por el propio director. Este hombre incapaz de decidir qué quiere o qué le gusta es tan vulnerable, que cualquiera puede insertar los peores monstruos en su imaginario, aumentando sus dudas y desviándole del camino libremente elegido por él. El resultado es la infelicidad de todos.

Esto es lo que ocurre con el trío formado por Holden McNeil (Ben Affleck), Banky (Jason Lee) y Alyssa Jones (Joy Lauren Adams), cuya situación e interesen emocionales confluyen y ala vez divergen, y en el que uno de ellos intentará y además conseguirá desequilibrar la balanza hacia los suyos propios . No obstante no podrá eliminar definivamente lo poco de 'libre albedrío' que queda en su 'amigo'.

Los debates sobre la heterosexualidad y la homosexualidad, la sublimación y represión de la orientación sexual, los iconos machistas, sus fetiches y sus totems, presidirán buena parte del metraje del film. Al final 'Bob el Silencioso' rompe su mutismo y aconseja, en una línea de diálogo que apenas dura unos minutos, a Holden que se sincere consigo mismo para no tener que pasarse el resto de la vida persiguiendo a Amy, metáfora perfectamente comprensible. Es muy interesante la reflexión de Kevin Smith sobre lo solo que en definitiva está el hombre en medio de la gente, las inseguridades y depresiones que genera esta situación, la imposibilidad de guiarse por los propios principios y realizar elecciones personales. Nos gustan los cómics que nos venden, muchas veces dirigidos a un público masculino insatisfecho que satisface sus carencias con hombres musculosos, poderosos, que 'ligan' con bellísimas mujeres. Pero lo mismo ocurre con la música, el cine o la literatura: somos incapaces hacer valer nuestra propia opinión ante los demás. El director, que opta por la mitología moderna del cómic e incluso por su estética, denuncia las presiones que sobre los personajes ejercen no sólo su formación católica, sino los grupos de gays y lesbianas que no aceptan deserciones, los amigos inseparables que rechazan al extraño/a que se interpone entre ellos y las propias convicciones, producto de la educación paterna y la formación que han adquirido en el 'grupo' de amigos.

Como hemos dicho al principio, Kevin Smith, en tono de comedia muy relajada, profundiza en las relaciones interpersonales de un grupo de treintañeros, independientes económicamente e incapaces de serlo también emocionalmente, atrapados en las redes que ellos mismos han creado, y el resultado es amargo y deja mal sabor, sobre todo si somos conscientes de que no podemos elegir un disco, una película, un libro o la persona con la que queremos vivir, mientras dure, sin la aquiescencia y el consentimiento de los demás.


Mientras comienzan los títulos de crédito finales Jay y Bob 'El silencioso' piden perdón, a su manera, por haberse puesto tan trascendentes, en una conversación un tanto bizarra: Jay: ¿Por qué has tenido que contar esa historia de marica?, Bon: ¡Calla!, Jay: ¡Callate tú, gordo cabrón!



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