Ha nacido una estrella. William A. Welman.



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Ficha ténica:

Título original: A Stari Born.
País: USA.
Año: 1937.
Duración: 110 minutos.
Dirección: William A. Wellman.
Guión: Dorothy Parker, Allan Campbell, Robert Carson, basado en una historia de  William Wellman y Robert Carson.
Música: Max Steiner.
Fotografía: W. Howard Breer.
Director artístico: Lyle  R. Wheeler & Edward G. Bayle.
Edición: James E. Newcom & Anson Stevenson.
Vestuario: Omar Kiam.
Efectos especiales: JackCosgrove.
Selznick International Pictures.

Intérpretes:

Janet Gaynor, Fredrich March, Adolphe Menjov, May Robson, AndyDevinc, LionelStander, Owen Moore, Peggy Wood, Elizabeth Jenns, Edgar Kennedy...

Sinopsis.

Esther Victoria Boodget (Janet Gaynor), joven procedente del medio rural, sueña  con convertirse en  en una estrella de cine, como las que contempla en  los magazines que lee avidamente en secreto, para no provocar la furia de su tía y tutora, aunque cuente con la anuencia de su abuela. Con  los pequeños ahorros  de ésta se marcha ilusionada a la ciudad de Los Ángeles, donde, deslumbrada, coloca su zapato en la huella de uno de sus actores favoritos en el Paseo de la Fama, que acabará por convertirse en uno de sus más fieles amigos primero y su marido después: Norman Maine (Fredric March). El desarrollo del filme alecciona sobre las dificultades de acceder al mundo del cine, incluso a los escalones más bajos del extra;  trabajando como camarera en una fiesta conoce al propio Maine, que la promocionará como actriz, con el alias de  Vicky Lester, iniciando un recorrido por los diferentes escenarios del hecho cinematográfico, menos ácida de cómo lo definió George Cuckor en Hollywwood al desnudo. Los galardones se mezclan con las envidias dentro de las parejas formadas por actores, que compiten en el mismo terreno y trasladan sus resquemores al seno de la pareja, hasta convertir todo su mundo en algo irrespirable. Hollywood se analiza desde dentro.

Comentario.

El cine se ha tomado a sí mismo como referencia casi desde el primer momento, y se ha ocupado de todos aquellos que intervienen en el proceso de producción cinematográfica: directores (Ed Wood, de TimBurton ); guionistas, (Midnight in Paris, Woody Allen) actores, etc, y últimamente incluso recoge las dificultades que está atravesando por el desarrollo de las nuevas redes de comunicación social ( Cómo acabar con tu jefe de Seth Gordon, en el que el 'presunto' sicario ha estado en la cárcel por piratear una película en el cine). En el film que comentamos la protagonista es una actriz que emprende un viaje hacia el éxito y la  ambicionada estatuilla de oro, una nueva marcha hacia el Oeste en busca del dorado.

El proceso de  la adquisición de la fama es, en cierta medida complaciente con la industria, mientras la película  consigue sus mejores aciertos en los sacrificios emocionales y sentimentales que debe realizar el aspirante. La abuela de Esther no sólo apoya sus aspiraciones, sino que las financia, pero a la vez le advierte de la crueldad de la gente con todo aquel que tiene sueños y arreos para llevarlos a cabo, y de que cada éxito que consiga lo pagará con creces. Es propio de los individuos desanimar a los que pretenden salirse de las convenciones sociales, primero minusvalorándolo y jalonando cada fracaso en su intento con otro añadido en forma de burla y desprecio  de  una actitud vital  propia de inadaptados sociales.

Vencida esta primera barrera, el aspirante debe superar otra:  desbancar  a los miles de aspirantes al puesto más bajo de la industria, momento en el que la funcionaria que inscribe a los que intentan ser seleccionados en el casting  para trabajar como extra intenta desanimarla. Si pasa la ocasión y logra agarrarla por el pelo, consiguiendo el ansiado éxito, y  se empareja  con un actor famoso  pero en decadencia, se ve arrastrada al lado oscuro de la competencia, no importa que sea sana, que muchas veces va a compañada por la droga y el alcohol. Cuando Maine, no puede  aceptar su decadencia y se hunde  moral y físicamente entregándose a la bebida, su público saluda el hundimiento de una persona que ha tenido su oportunidad en la vida y la ha derrochado; olvidan que ha sido la suya y no la de ellos, que se han mantenido siempre seguros al otro lado de la barrera y que ahora no le  perdonan  sus momentos de esplendor; cuando uno está intentando dejar el alcohol sorprenden las grandes cantidades que consume el resto de individuos, que maliciosamente, lo arrastran al suicidio con sus ataques y desprecios. Son dramáticas las imágenes que protagoniza  el actor fracasado  en la entrega del Óscar a su mujer, y su incapacidad que la obliga a ella a desnudarle, mientras la estauilla yace en el suelo.

Pero la crueldad llega a su punto máximo cuando en el entierro, el público que ha acudido,  para verla a ella y verla sufrir, le arranca el velo negro  de luto con  el que cubre su rostro, porque la masa ha decidido que él no lo merece. Esther o Vicky Lester lo quiere y no olvida que ha triunfado con su ayuda, conjugando el amor pasional con el fraternal. Cuando decide dejar la profesión, esa abuela que recuerda a la de Billy Elliot que, enferma de Altheimer, empuja a su nieto  hacia su destino, aunque eso suponga no volverla a ver, le recuerda que le había advertido cuando decidió hacerse cómplice de sus sueños de que en el camino hacia el éxito sufriría muchos reveses, pero los más importantes serían los que afectaran a su corazón. No debe abandonar, ahora que ha aprendido la lección.

Triunfar, en el sentido de lograr vivir haciendo lo que más te gusta, desgracidamente es difícil en un mundo en el que priman los intereses y la sumisión al dios del dinero, y no sólo por el número de los que pretenden alcanzar esta meta, sino por las barreras que hay que derribar, especialmente las que levantan los que no aceptan que uno de los suyos se desclase, y sin embargo se someten a las imposiciones de los que tienen el poder de decidir quien triunfa o no en sus aspiraciones. En esto el film me parece aceptable.

La película termina con la lectura redundante de una voz en off de un texto que aparece en pantalla, que es el guión  cinematográfico, que advierte al espectador de que está entrando en una ficción creada por el cine: actores que representan a actores y actrices, productores, guionistas, directores, triunfadores y aspirantes al triunfo. La música contribuye a la construcción de la diégesis, expresando con la melodía popular, que cuando lleva letra habla de la esperanza de volverse a ver,  este sentimiento en la despedida de los seres que la protagonista ha amado más.



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