Manhattan Sur. Michael Cimino.
Ficha técnica:
Título original: The Year of the Dragon.
País: EE.UU.
Año: 1985.
Duración: 136 minutos.
Dirección: Michael Cimino.
Guión: Oliver Stone y Michael Cimino, basado en la novela Year of the Dragon de Robert Daley.
Casting: Joanna Merlin.
Edición: Françoise Bonnot.
Fotografía: Alex Thomson, B.S.C.
Música, arreglos musicales y orquestación: David Mansfield. Edición: Françoise Bonnot.
Director artístico: Vicky Paul.
Decorador del set: Robert Drumheller.
Coordinación efectos especiales: Jeff Jarvis.
Diseño de maquillaje: Alberto Fava.
Vestuario: Marietta Ciriello
Producción: Dino de Laurentiis.
Productor manager: Fred Caruso
Diseño de producción: Wolf Kroeger.
Intérpretes:
Mickey Rourke: Stanley White.
John Lone: Joey Tai.
Ariane: Tracy Tzu.
Leonardo Termo: Angelo Rizzo.
Ray Barry: Louis Bukowsky.
Caroline Cava: Connie White.
Eddie Jones: William McKenna.
Joey Chin: Ronnie Chang.
Victor Wong: Harry Yung.
Sinopsis.
Un veterano del Vietnam, Stanley White (Mickey Rourke) tiene como nuevo destino, tras quince años en la policía, el distrito quinto de la ciudad de New York, más conocido como Manhattan Sur. Su cometido es acabar con unas bandas juveniles que tienen tomada la zona. Sus investigaciones lo llevan a la peligrosa mafia china dirigida por Joey Tay (John Lone), que controla el negocio dela droga bajo la implacable ley del chantaje y la violencia. Esto se convierte para White en una obsesión, pero su pasado frustrante y su situación personal le impulsará a sobrepasarse en el cumplimiento de las órdenes recibidas.
Comentario.
Se ha dicho que el film de Michael Cimino , Manhattan Sur, de un nihilismo exacerbado, estuvo influenciado por el fracaso de su película anterior, La puerta del cielo, que estuvo casi provocó un crack financiero de la Transamerica Corporation, la propietaria de United Artists., y marco el final de la era del llamado Nuevo Hollywood
.Lo que muestra la cinta es el desquite de un policía, ex-combatiente de Vietnam, que lucha contra todo y contra todos, a los que desprecia por haberse inhibido en una contienda en la que perecieron muchos soldados americanos, poniendo en riesgo la vida de sus seres más queridos.
Cimino enfrenta dos culturas: la milenaria china, que contribuyó al progreso de los EE.UU con el trabajo de miles de emigrantes orientales, que construyeron el ferrocarril, pero no salieron en la fotografía, y que habían formado su pequeño 'estado' en el distrito quinto, y que llegaron a fórmulas de compromiso, de respeto mutuo, con el poder político y la policía, hasta la llegada de White. Por otro lado los norteamericanos, que también poseían sus propias mafias, aplicando en un caso y otro sus propias leyes. Dos entierros, el del jefe chino de Manhattan Sur y el de la mujer de White, permite comparar los diferentes ritos funerarios de ambas culturas. La religiosidad de los americanos está representada por Connie White, cuyas paredes están decoradas con crucifijos o fotografías del Papa, captadas discretamente por la cámara en segundo plano. La periodista china Tracy Tzu, que ayuda al policía en su lucha particular con sendos reportajes en su periódico, simboliza la modernidad del pueblo chino, su segunda generación americana, que vive en apartamentos posmodernos y minimalistas y viste de manera occidental con gran elegancia.
Tras una serie de masacres generalizadas, con pérdidas importantes para White, como el asesinato de su propia esposa y la violación de Tzu, dos gestos muestran el abismo que separa a ambos constructos culturales: el policía presta su pistola al nuevo jefe chino, el joven Joey Tai, para que se suicide, perdido su honor con la batalla, mientras la última secuencia nos lo muestra abrazado y besando a la periodista, en medio de la vía pública repleta de gente que asistía al entierro de Joey, reconociendo que estaba equivocado. Tanta muerte no había servido nada más que para reconducir la situación al estado anterior a su irrupción en Manhattan Sur. Blancos y orientales se funden en un abrazo simbólico. De forma secundaria aborda el enfrentamiento interracial entre los diferentes pueblos que habitan en la 'gran manzana': italianos, negros, sudamericanos.
Michael Cimino disfrutó de un gran equipo chino-americano y el protagonismo de un Mickey Rourke todavía atractivo, al que los excesos todavía no habían desfigurato el rostro; el score musical de David Mansfield, y la fotografía ochentera de Alex Thompson amenizan un guión y una realización ágil, que atrapa al espectador a medida que avanza el filme.
Noël Simsolo considera el film de Michael Cimino como una obra original, frente a otras producciones de Hollywood que utilizan el cine negro para realizaciones de estilo retro o ensayos que rozan la caricatura.
Cimino enfrenta dos culturas: la milenaria china, que contribuyó al progreso de los EE.UU con el trabajo de miles de emigrantes orientales, que construyeron el ferrocarril, pero no salieron en la fotografía, y que habían formado su pequeño 'estado' en el distrito quinto, y que llegaron a fórmulas de compromiso, de respeto mutuo, con el poder político y la policía, hasta la llegada de White. Por otro lado los norteamericanos, que también poseían sus propias mafias, aplicando en un caso y otro sus propias leyes. Dos entierros, el del jefe chino de Manhattan Sur y el de la mujer de White, permite comparar los diferentes ritos funerarios de ambas culturas. La religiosidad de los americanos está representada por Connie White, cuyas paredes están decoradas con crucifijos o fotografías del Papa, captadas discretamente por la cámara en segundo plano. La periodista china Tracy Tzu, que ayuda al policía en su lucha particular con sendos reportajes en su periódico, simboliza la modernidad del pueblo chino, su segunda generación americana, que vive en apartamentos posmodernos y minimalistas y viste de manera occidental con gran elegancia.
Tras una serie de masacres generalizadas, con pérdidas importantes para White, como el asesinato de su propia esposa y la violación de Tzu, dos gestos muestran el abismo que separa a ambos constructos culturales: el policía presta su pistola al nuevo jefe chino, el joven Joey Tai, para que se suicide, perdido su honor con la batalla, mientras la última secuencia nos lo muestra abrazado y besando a la periodista, en medio de la vía pública repleta de gente que asistía al entierro de Joey, reconociendo que estaba equivocado. Tanta muerte no había servido nada más que para reconducir la situación al estado anterior a su irrupción en Manhattan Sur. Blancos y orientales se funden en un abrazo simbólico. De forma secundaria aborda el enfrentamiento interracial entre los diferentes pueblos que habitan en la 'gran manzana': italianos, negros, sudamericanos.
Michael Cimino disfrutó de un gran equipo chino-americano y el protagonismo de un Mickey Rourke todavía atractivo, al que los excesos todavía no habían desfigurato el rostro; el score musical de David Mansfield, y la fotografía ochentera de Alex Thompson amenizan un guión y una realización ágil, que atrapa al espectador a medida que avanza el filme.
Noël Simsolo considera el film de Michael Cimino como una obra original, frente a otras producciones de Hollywood que utilizan el cine negro para realizaciones de estilo retro o ensayos que rozan la caricatura.
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