Vatel

Ficha técnica:

Título original: Vatel.
País: Reino Unido/ Francia.
Año: 2000.
Duración:  117 minutos
Dirección: Roland Joffé.
Guión original: Jenne Labrune. Adaptación inglesa: Tom Stoppard. Producción: Alain Goldman y Roland Joffé.
Música: Ennio Morricone.
Fotografía: Robert Fraisse.
Montaje: Nöelle Boisson.
Diseño de producción: Jean Rabasse.
Dirección artística: Louise Marzaroli.
Vestuario: Yvonne Sassinot de Nesle


Interpretación:

Gérard Depardieu (François Vatel),
Uma Thurman (Anne de Montausier),
Tim Roth (marqués de Lauzun),
Timothy Spall (Gourville),
Julian Glover (príncipe de Condé),
Julian Sands (Luis XIV),
Murray Lachlan Young (Felipe de Orleans),
Hywel Bennett (Colbert),
Richard Griffiths (dr. Bourdelot).

Premios:


2000: Nominada al Oscar: Mejor dirección artística
2000: César: Mejor diseño de producción. 2 nominaciones

Sinopsis.

François Vatel es el leal y devoto sirviente del arruinado Príncipe de Condé. El Príncipe necesita recuperar el favor del rey Luis XIV, y espera que éste le otorgue el mando de las tropas de una nueva campaña contra los holandeses. Para ello encarga a Vatel que organice, sin escatimar en gastos, una recepción a la totalidad de la Corte de Versalles en su castillo de Chantilly. Las fiestas durarán tres días y tres noches.

Comentario.

El film de Roland Joffe aporta una mirada crítica sobre los últimos estertores del Ancien Regime, durante el reinado de Luis XIV, el Rey Sol, que muestra con mayor claridad que otros la razón por la que la monarquía absoluta se había agotado y debilitado en sí misma, anunciando el ascenso de una nueva clase industriosa, representada por Vatel, un maestro de ceremonias trabajador y creativo, capaz de dirigir a una serie de artesanos de diversas especialidades como la jardinería, la cocina o  la decoración, y montar un complejo espectáculo ad usum de los príncipes.

La cámara nos muestra a unos nobles amanerados, débiles, corruptos, prepotentes, con pelucas nada idealizadas, que se pasan el día comiendo, bebiendo, destrozando el trabajo de los demás e intentando arrastrar a sus camas desde pinches de cocina preádolescentes hasta al propio Vatel. El fabuloso trabajo de la directora artística, Louise Marzaroli, recrea ese ambiente de cartón-piedra para el goce de los ociosos, que sólo ven una forma de salir de su crisis económica, en cuya construcción muere un joven trabajador al servicio de Vatel : la guerra con Holanda.

El desengaño de Vatel, servidor del Príncipe de Condé, con su señor tendrá trágicas consecuencias. Un hombre complacido con su trabajo, respetado por sus  subordinados, cree que puede ejercer  la libertad que le proporciona  un trabajo bien hecho, pero descubre que puede ser rehén de una partida de cartas. La música de Ennio Morricone contribuye a crear un ambiente exuberante y preciosista.