El capital. Costa Gavras.






Ficha técnica:

Título original: Le capital.
País: Francia-Gran Bretaña.
Año: 2012.
Duración:  114 minutos.
Dirección: Costa-Gavras.
Guión:  Constantin Costa-Gavras, Jean-Clauide Grumberg y Karim Boukercha, según la novela de  Stéphane Osmont.
Dirección de Fotografía: Eric Gautier, a.f.c. Color.
Dirección artística: Sophie Hervieu.
Montaje: Yannick  Kergoat y Yorgos Lamprinos.
Sonido: Olivier Hespel, Thomas Desjonqueres, Daniel Sobrino.

Maquillaje: Danièle Vuarin.
Peluquería: Frederique Arguello.
Vestuario: Claire Gerard-Hirne, M.Troung, Stéphanie Gargui Dit Marco.

Productor: Michèle Ray-Gavras.
Productor ejecutivo: Florence Masset
Compañías: K.G.Productions, France 2 Cinéma, Cofinova 8,  France Televisions, Canal  +, CNC, The Bureau; distribución: Emon.


Intérpretes:
Elmaleh: Marc Tourneuil,
Gabriel Byrne: Dittmar Rigule,
Natacha R´rgnier: Diane Tourneuil,
Liya  Kebede: Nassim,
Céline Sallette: Maud Baron,
Hippolyte Girardot: Raphael  Sieg,
Daniel  Mesguich: Jack Marmande,
Bernard Le Coq: Antoine de Suze,
Philippe Duckos: Jean Rameur,
Olga  Grumberg: Claude Marmande.



Sinopsis:

Costa-Gavras contempla  la evolución de un ejecutivo que asciende meteóricamente en el mundo de los negocios, y que, llegado a la cumbre, comienza a experimentar la soledad en que se libra la lucha por el poder. Mar Tourneuil es un mísero y cínico empleado de banca, el sector con más crisis de todo el mundo. Sin embargo, y de la noche a la mañana, Marc comenzará un imparable ascenso por los entresijos del mundo financiero, llegando a convertirse en una persona relevante.


Comentario

El capital  de Costa-Gavras llega en el momento oportuno, en el que el didactismo desarrollado por autores norteamericanos como Oliver Stone, Charles Ferguson, Jason Reitman, Steven Soderberg, J. C. Chandor, etc., ha ido colocando las piezas necesarias para ayudar  al espectador de sus películas a desvelar el discurso de ingeniera financiera que utilizan los expertos, creando un lenguaje oscuro para las masas, las más interesadas en entenderlo, porque van a ser las que van a pagar la factura; se ha dicho reiteradamente que en el asunto de las preferentes españolas  muchos firmaban con el dedo, sin entender las condiciones que les imponían. Algo semejante se produce con los nuevos contratos sociales que se firman en las elecciones, en los  que  algunos aceptan con entusiasmo cuestiones que no entienden. 

Ya, desde el primer momento comienzan a escucharse nombres de entidades que suenan en los oídos de los menos introducidos en ese hermenéutica para privilegiados, como  la banca de inversión Goldam Sachs, un sistema bancario  de funcionamiento agresivo que se intenta imponer desde las instituciones financieras norteamericanas a Europa, con una idiosincrasia más social,  de momento: reducción de los créditos a las pymes, despidos masivos, desprendimiento de las productos tóxicos, potenciación del blanqueo de dinero, y sobre todo imposición a los países  la necesidad de ajustar sus déficits con deuda pública, que hacen descansar sobre los más desprotegidos, primero con el despido, después con los recortes sociales y por último con el desmantelamiento del estado de bienestar.

Los tiburones de las finanzas son perfectamente consciente de que las cosas son así, de que están haciendo una nueva acumulación precapitalista, que arrebatará a los trabajadores su excedente  y  les obligará  a trabajar  en un sistema de esclavitud. Los romanos caían en la servidumbre por deudas, los ciudadanos actuales también. Todo esto que cuenta Costa Gavras no es nuevo, ni muy diferente de los que han hecho los norteamericanos, ni formal ni discursivamente, por lo que supone un film más que añadir a la videoteca que estamos formando y que nos permitirán analizar el futuro. 

Costa Gavras  termina apelando directamente al público, usando como intermediario al Presidente del Phenix francés: "Somos el Robin Hood moderno, que robamos a los pobres para entregárselo a los ricos. Hasta que el asunto reviente". Marc Tourneuil , interpretado por Gad Helmaleh, un actor marroquí-francés, lo que tiene ciertas connotaciones en el film, es elegido como un Presidente del banco títere, pero desde el primer día tomará las riendas usando a un ex-policía que actúa al margen de la ley, y  le  proporciona toda la basura de sus competidores, necesaria para su resistencia frente a lo que se dibuja como el auténtico poder. Marc cree en la permeabilidad social, algunos creemos en el trabajo constante, que es el que en definitiva crea riqueza.


El economista David C.Korten advierte que "los mecanismos empleados por el  capitalismo  financiero para hacer dinero a partir del dinero, sin que sea necesario encarar una actividad productiva, permiten a aquellos que  lo tienen  incrementar sus pretensiones en contra de  la reserva real de la sociedad sin contribuir a su producción. Antonio José Navarro destaca un hecho de gran trascendencia y que generalmente queda desdibujado entre problemas muy serios de supervivencia, y es el principio que rige la educación superior: la productividad económica y no la reflexión intelectual.


En el cine había cuatro personas.

Comentarios

  1. No es la primera vez que el cine acerca su lupa a la crisis económica, como no podía ser de otra manera, cumpliendo escrupulosamente con su tradición, y ha sido felicitado incluso por la 'prensa salmón'.'El Capital', a pesar de la aureola que acompaña a su autor, Costa-Gavras, es casi como un colofón a lo hecho hasta ahora, optando por un género a medio camino entre la ficción y el documental. Gran parte de su discurso lo entendemos gracias a películas como Wall Street, In side job. Up in the air, The Company Men..., que le han precedido.

    Un informe realizado por la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y la Universidad Politécnica de Madrid, 'Las hijas de Elena: La triple A', informa de que las agencias de calificación son un oligopolio que impide la entrada en el mercado de nuevas firmas, y pide la creación de una entidad que evalúe y supervise a las agencias de rating y se creen mecanismos de control. (Europa Press, 3 de Diciembre de 2012)
    El cine tiene como función entretener, pero también formar (siempre lo hace, en un sentido u otro) e informar. La tradición cinematográfica europea ha sido documentalista y de política de autor. Hoy el público demanda esta información, cuando incluso se están rebelando sectores que no lo habían hecho nunca.

    Cmrl.

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