El ciempiés humano. Tom Six.





Ficha técnica:


Título original: The  Human Centipede 
País:  Holanda.
Año: 2009.
Duración:  90 minutos.

Guión y Dirección:  Tom Six.
Casting: Six Entertainment, Yumi Takada Casting, Ingrid French Entertainment...
Dirección de Fotografía: Goof the Koning.
Música: Patrick Savage y Holeg Spies.
Edición: Nigel de Hond, Tom Six. 
Director artístico: Stefan Johannes.
Decorador del set. Caroline Lucchiari.

Productores: Ilona Six y Tom Six.
Productor ejecutivo: Ilona Six. 
Diseño de producción: Thomas Stefan.
Productor manager: Joris Van de Sande.
IFC Films, Six Entertainment Production

Intérpretes:


Dieter Laser: Dr. Heiter,
Ashley C.Williams: Lindsay,
Ashlynn Yennie: Jenny,
Akihiro Kitamura: Katsuro,
Andreas Leupold: Dr. Kranz,
Peter Blankenstein: Detective Voller,
Bernd Kostrau: hombre del coche.



Sinopsis:

 
Dos chicas norteamericanas que viajan a través de Europa tienen una avería en el coche en mitad de un bosque, en Alemania. Buscando ayuda llegan a una casa aislada de alto standing, habitada por un doctor maligno que les echa una droga en la bebida; al día siguiente, despiertan atrapadas,  atadas a una cama,  en  una especie de quirófano bien dotado junto a un hombre japonés. Poco después descubren que están en manos de un siniestro médico alemán que anteriormente era un cirujano especializado en separar a gemelos siameses. Sin embargo, para ellos tiene otro escatológico plan, en los límites de lo imaginable.

Comentario:


Film underground en el límite de la representación soportable de las posibles aberraciones del ser humano con serias connotaciones con los experimentos llevados a cabo en el III Reich. Un doctor maligno, como los representados por Lang o Bergman, ha ingeniado una forma idónea para  que el hombre  se arrastre definitivamente por el suelo, con un único objetivo vital: satisfacer necesidades tan vitales como las de ingerir los alimentos necesarios para la supervivencia y  su necesaria evacuación y servir de solaz y servidor  leal  a su creador




Cualquier forma de abstracción artística norteamericana cuando llega al viejo continente se torna figurativa, de tal forma que ese psicópata desdibujado, que puede ser cualquiera, se convierte en un médico acaudalado,que habita en una moderna mansión, nada gótica ni sórdida, que no despertaría la sospecha de ningún espectador desprevenido, ni le alertaría sobre su inquilino;  un misántropo cruel, capaz de aberraciones como las que cometieron los investigadores nazis con el objetivo de mejorar la raza aria. En este caso parece que el objetivo es crear una especie sumisa, inclinada a satisfacer las necesidades del vientre, asociadas no al placer, sino a la pura supervivencia.

Pura violencia psicológica derivada  de la propia idea que subyace a la historia,( más que de las imágenes truculentas), el desprecio al ser humano que lleva implícita, muy alejado de las prevenciones que generalmente se manifiestan en torno al cine de Quentin Tarantino o Stanley Kubrick. No en vano comienza con un travelling que se desplaza en dirección contraria al flujo circulatorio de una autovía paralela al movimiento de la cámara, y nos lleva a una carretera secundaria, advirtiendo al espectador de  que va a entrar en otra dimensión, en un submundo que cohabita con la realidad cotidiana tal y como la percibimos; de forma subliminal se nos muestra un  coche aparcado a cierta distancia del ocupado por el protagonista, cuyo significado se irá iluminando, así como todo lo que ocurre en la  primera secuencia, a medida que avance el film. Estas primeras imágenes en las que se inscriben  los títulos de crédito, muestran la confianza del ser humano en sus congéneres, cuando un camionero aparca su camión  para introducirse en el campo y realizar necesidades básicas,  donde ve aparcados dos coches, hecho que le proporciona cierta seguridad. Mucho menos tranquilizadoras son  las imágenes del ocupante que  contempla unas fotografías de significado absolutamente oscuro para el público. De momento.

Este planteamiento ha provocado el horror de público y crítica. Roger Ebert del Chicago Sun Times afirma que:""Ningún film que haya visto inflige cosas más terribles a sus víctimas (...) 'The Human Centipede' puntúa alto en su escala. Es suficientemente depravada y asquerosa como para satisfacer a cualquier fan del género".Si nos fijamos en este análisis, que recoge Filmaffinity, su constatación de la realidad es mucho más cruda de lo que parece a simple vista, nada complaciente con quien disfruta con este tipo de realizaciones.

Tom Six es el alma mater, el Juan Palomo, de un film en el que actúa como director, guionista, editor y productor ejecutivo, junto con su hermana Ilona, productora y productora ejecutiva de esta barbaridad. Incluso  la compañía productora es familiar, Six Entertainment Production, lo que es muy significativo. El director realiza un homenaje a  Pier Paolo Passolini y su durísima película Saló o los 120 días de Sodoma, un duro alegato contra el fascismo italiano, que pagó con su propia vida: fue asesinado el día del estreno de la película. Tanto en un caso como en otro, quien adquiere el poder sobre los cuerpos mediante el uso de una fuerza depravada y antihumana, no consigue jamás domeñar las mentes, algo que no saldrá gratis a sus víctimas. El torturador exige colaboración entusiasta, con terribles consecuencias si no la consigue.

Final espantoso en el que el realizador semantiza los colores, pasando del frío y metálico filtrado azul al siniestro blanco y negro. No hay redención posible para unas víctimas de las que no se  ha compadecido el director, que ha querido privar a su público de la esperanza en un final más o menos feliz. El ciempiés humano ha tenido hasta ahora dos secuelas, una de 2011, y otra que se va a estrenar en 2013, con intervención de productores norteamericanos,   dirigidas también por Tom Six,  quien ha afirmado que la última entrega hará que la segunda parezca una película de Disney: ha ideado un ciempiés de 500 personas. ¿Será posible que semejante exceso desemboque en el ridículo?

Comentarios

Entradas populares