Wall Street 2: el dinero nunca duerme. Oliver Stone.





Ficha técnica:


Título original: Wall Street 2: Noney never  sleep
País: Estads Unidos.
Año:  2010.
Duración: 131 minutos.
Dirección: Oliver Stone.
Guión: Allan Loeb y Stephen Schiff.  basado en los personajes creados por Stanley Weiser y Oliver Stone.
Casting: Sarah Halley Finn, C.S.A., Kathleen Chopin, C.S.A.
Director de Fotografía: Rodrigo Prieto A.S.C., A.M.C.
Música original: Crai Armstrong
Editores: David Brenner, A.C.E., Julie Monroe. Stuart Levy, A.C.E.
Director artístico: Paul D.Kelly.
Decorador del set: Diane Lederman S.D.S.A.
Productor efectos visuales: CChristina Graff; Supervisor efectos visuales: Paul Graff.

Vestuario: Ellen Mirojnick
Maquillaje: Mundy Hall,
Peluquería: Sacha Quarles.

Productor: Edward R.Pressman y Eric Kopeloff..
Productores ejecutivos: Celis Cotas, Alex Young, Alessandro Camon.
Diseño de producción: Kristi Zea.
20thCentury Fox. Made in Associacion con  Dune Entertainment.


Intérpretes:



Michael Douglas: Gordon Gekko,
Shia LaBeaouf: Moore,
Josh Brolin: Bretton James,
Carey Mulligan: Winnie Gekko,
Elli Wallach: Julie Steinhardt,
Susan Sarandaon: Madre de  Jake,
Frank Langella: Louis Zabel,
Austin Pendeleton: Dr. Masters,
Silvya Miles: Realtor
John Bedford Lloyd: Secretario del Tesoro.
Wanessa Ferlito: Audrey,
John  Bufalo Mailer: 
Jason Clarke: Jefe New York Fed,


Sinopsis:


Tras una prolongada estancia en la cárcel , Gordon  Gekko (Mikael Douglas) se encuentra de nuevo en libertad y apartado del mundo que un día le perteneció. Esperando reconciliarse con su hija WWinnie (Carey Mulligan), forma una alianza con Jakie (Shia Labeauf), su prometido,  pero la pareja  no tardará en comprender que el empresario sigue siendo un maestro de la manipulación, dispuesto a todo para conseguir su objetivo.


Comentario:


Lo que ha convertido a Gordon Gekko en un malo de culto, es  que es un malo muy cinematográfico, un canalla que ha vendido su alma al diablo, cosa que no importa demasiado a amplios sectores de la población, porque, a cambio, es un hombre seguro de sí mismo, que no vacila y que hace salir la maldad de la naturaleza humana; a la gente , parafraseando al crítico Gordo Cheshire, admira los comportamientos reptiles: ¿Qué sería el cine sin los tipos malos? Pero hay algo que hace mucho más atractivo al  especulador: el  que  crea la historia y la realiza, es decir el guionista en colaboración con el director, elige el  contexto sociológico que va a alimentar al delincuente; generalmente  se trata de masas de excluidos, miserables y vagabundo, a los que la vida les ha negado todo y se ven empujados a la delincuencia. El atractivo de Gekko, lo que gusta a la gente es el brillo que le da el dinero; es, precisamente,  un representante de la cultura del dinero, de la posibilidad de que un hombre se haga más y más rico, lo que les convierte en fascinantes. Ha sido precisamente esta clase, en Estados Unidos y en Europa, la que ha dirigido los negocios, y los artífices del desastre son los hijos de Gordon, y no los políticos a los que los patanes atribuyen la culpa, según Gekko.

 Todos sabemos que la experiencia del espectador es fundamental en la construcción de la diégesis, y que precisamente ahí reside su poder, pero cuando leo algunas críticas de Wall Street 2 : el dinero nunca duerme,  me da la impresión de que hemos visto películas absolutamente distintas. En la versión del mismo director de 1987, Bud Fox, joven broker,  intenta abrirse camino acercándose al gran magnate de las finanzas, Gordon Gekko, cuyo lema era 'la avaricia es buena', que animó a muchos jóvenes a orientarse hacia esta profesión. Desde entonces han transcurrido trece años y se ha producido la primera crisis global, cuya causa ha sido la explosión de varias burbujas y especialmente la inmobiliaria, como todos sabemos. Yo no soy economista y me encuentro entre esas personas que como dice Oliver Stone desconoce que hay detrás de cada sigla, pero hay una serie de cosas que las tengo bien claras, y, aunque sólo sea por eso, me parece que el director realiza una gran labor didáctica para el que le quiera escuchar.

 Impera una psicología de masas inmersas en el mito del desarrollo continuo, que aún no han despertado de su mal sueño, (aún no habían despertado en 2010, cuando se estrenó este film, pero que lo están haciendo de la forma más dramática), pero no pueden permanecer en este estado autista, porque  las crisis se suceden con más rapidez, sino que cada vez son más graves por su carácter  son sistémicas. Un cuarenta y tantos por ciento del producto interior bruto generado en el imperio contemporáneo procede de la especulación, no tiene ninguna relación con las necesidades de sus habitantes y el éxito o declive de una empresa responde, sobre todo, a rumores intencionados sobre su funcionamiento ; a nadie le debe quedar ninguna duda de que este hecho no es sostenible y de que responde a intereses de magnates que caen y se levantan, ingresan en las cárceles y vuelven a los negocios, cambiando constantemente de piel como los camaleones.

 Pero como bien señala uno de los protagonistas de este gran teatro del mundo, el huevo de la serpiente que antes  se estaba  incubando en las hipotecas inmobiliarias, ahora, descubierta su guarida busca otras vetas en las que enriquecesse: ¿las deudas de los países? , ¿Las externatlidades de la sanidad ?  Gekko (Michael Douglas) , tras su salida de la cárcel, escribe un libro en el que define la codicia, y es ahora cuando todos los pelos se te ponen de punta: reside en las refinanciaciones de las hipotecas, que en base a una falsa propiedad ponen en manos de la gente corriente una cantidad de dinero que no va a poder devolver (un frío helado ha recorrido las espaldas de los espectadores ), con el fin de seguir consumiendo viajes, coches, etc. El protagonista, Jake Moore ( Shia LaBeouf ), Licenciado en Administración de Empresas, agente de bolsa y caddie de un magnate de profesión debe vender su apartamento por un veinticinco por ciento menos de lo que ha pagado por él. ¿Suena la música ?

   Los pasivos de los bancos son generalmente inmobiliarios, y nadie conoce su valor real. La forma de rendir a los gobiernos es sencilla:contarles la verdad y avisarles de que un día los cajeros de los bancos no vomitarán billetes. En el periódico digital, El economista, Rosa Gamazo titula una entrevista al director de esta manera: Oliver Stone: Wall Street es un reflejo de lo que pasa en la sociedad. El nuevo banquero, en un momento en que se han desdibujado las fronteras entre la función de una entidad bancaria y la especulación, Breton James (Josh Brolin) tiene una filosofía harto cínica que se basa en un llamado por él principio moral, que consiste en no dejar más dinero al que se ha equivocado, porque seguirá haciéndolo; Gordon Gekko le da otra interpretación a una anciana que le pregunta por su significado: confiar su dinero a alguien que no es responsable de nada. La madre de Jake es una de las personas que han caído en el espejismo, se ha hecho agente inmobiliario y en este momento está ahogada por las deudas; al final medio comprende que no le queda más remedio que volver a trabajar 'de verdad'. ¿Hay happy end? Según como se mire; hasta el peor canalla quiere a su familia, y, cuando uno está ahogado, la ayuda económica no es despreciable. 

Hoy, Alemania ofrece un 'regalo envenenado a España: créditos a las pequeñas y mediana empresas. Pero no entrega este dinero diretamente a los pequeños empresarios, sino al Instituto de Crédito Oficial (ICO) ¿Por qué hace ésto? Porque si los empresarios no pagan, pagan todos los españoles. De qué forma: en senidad, educación, salario y pensiones. Oliver Stone debera hacer  Wall Street 3.

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