Pacific Rim. Guillermo del Toro. Comentario

Ficha técnica:

Título original: Pacific Rim.

País: Estados Unidos.

Año: 2013.

Duración: 120 minutos.

Dirección: Guillermo del Toro.

Guión: Travis Beacham, Travis Beacham, Patrick Melton, Marcus Dunston, Neil Cross.

Dirección de Fotografía: Guillermo Navarro.

Música: Ramin Djawadi.

Edición: Peter Amundson 

Productotes: Guillermo Hashni, Mary Parent, Thomas Tullo,  Callum Greene.

Compañías productoras: Warner Bros Pictures/ Legendary Pictures  .

Intérpretes:

Idris Elba : Raleigh Becket,
Charlie Hunnam : Stacker Pentecost,
Rinko Kikuchi: Mako Mori,
Charlie Day: Doctor Newton Geizler,
Ron Perlman Hannibel ,
Clifton Collins Jr. : Tendo Choi,
Burn Gorman: Herman Gottlieb,
Rob Kazinsky: Chuck Hansen,
Max Martini: Herc Hansen,
Diego Klattenhoff :
Créditos Imdb.


Sinopsis:

La película está ambientada en un futuro cercano, donde los seres humanos  sufren ataques masivos de monstruos de enormes proporciones que surgen misteriosamente de lo más profundo del Océano Pacífico, y a los que se enfrentan con enormes androides. El primer ataque se produjo contra San Francisco, el segundo contra Manila y en el tercero tomaron Ciudad del Cabo...

Comentario.

Una brillante secuencia preliminar establece las líneas discursivas, el subtexto de un film de magnífica ejecución, que respeta las reglas del género, de gran espectacularidad en su puesta en escena, que descansa en el dominio de la edición y en la belleza de los encuadres. La película de Guillermo del Toro evoca la anécdota de  la humillación que sintió Verrocchio  al percatarse de que su  alumno, Leonardo Da Vinci, había superado al maestro; el mejicano se pone en la vanguardia del cine de acción sci-fi, y demuestra su capacidad para dirigir un film que se sirve de las nuevas tecnologías, aunque reserva un papel especial a la nostalgia: el jaeger que salvará a la humanidad es analógico y sustituye a  los digitales en su caída.

El enemigo no viene de fuera, sino que procede de otra dimensión dentro de la tierra y salen a la superficie por una 'brecha'  entre las placas continentales. Esta enorme amenaza se produce durante el gobierno de Barak Obama y, cuando se  comienza a tener conciencia de que el mal no es pasajero se activa el sistema para combatirlo, en el que se debe superar la oposición entre izquierda y derecha, creatividad y orden, emoción y razón, matemáticas y biología, etc. para, mediante un proceso dialéctico, vencer a los monstruos y evitar el apocalipsis. En este proceso, el ejército pierde su función tradicional y, parafraseando a Raleigh Becket,(Idris Elba),  encabeza la revolución dirigido por héroes, dispuestos a dar su vida por la humanidad.

La crisis económica está dejando un legado de grandes películas de ficción que  por otro lado producen  gran satisfacción a quienes deben disfrutar por obligación de los placeres de la ciudad, entre los que se encuentran  las salas de cine, refrigeradas, y practicamente vacías. Películas como Elysium, de Neil Blomkamp. Pacific Rim de Guillermo del Toro o Guerra Mundial Z  de Marc Forster,  están denunciando la vuelta del hombre a la esclavitud, ya sea  empujado por fuerzas monstruosas que habitan en las entrañas de la tierra, otras que buscan  la felicidad en paraísos construidos en el espacio o de quienes  huyen de grandes masas de 'muertos vivientes'. El protagonista de 'Pacific Rim' , Stacker (Charlie Hunnam), tras la muerte de su hermano, su co-piloto de un jaeger y complemento neurológico,  se ve obligado a realizar trabajos duros en un muro que se construye contra el mal, representado por esos horribles kaijus, a cambio únicamente de la comida; los parados que están dispuestos a sustituir las bajas mortales constituyen auténticos ejércitos famélicos, que compiten por dos o tres puestos de trabajo. 

Las referencias al cine son constantes, al suyo propio, Hellboy, o a realizaciones sobre guerras totales u holocaustos, emblematizados por esa niña perdida de 'La Lista de Sindler' de Spielberg, con  su  abrigo rojo, color que aquí se desplaza a los zapatos brillantes que evocan los de Dorita en 'El mago de Oz'. Además  el flasback explicativo del origen del trauma de Mako, también nos trae a la memoria a esa niña quemada por el napalm huyendo del fuego en Vietnam. Disiento de  Ángel Sala cuando afirma que que "Del Toro está en la liga de  nombres como Joe Dante, John Landis, John Carpenter..., autores que creían que había que fabricar mundos, no reproducirlos, no relacionarlos con nuestra realidad. Del Toro no reaiza un film apocalíptico que  siga hablando de la paranoia social post 11-S (...) haciendo de Pacific Rim un producto puro de género fantástico." Lo perverso de esta afirmación es que el hombre sólo puede tomar como referencia lo que conoce, y si ésto no es así, Guillermo del Toro mete la pata cuando introduce en la secuencia preliminar algunos datos de la situación actual, contextualizadas históricamente con  imágenes de Barak Obama, o cuando, en el  desarrollo de la acción,  hace muy explícita, en una secuencia no corta:  la situación de miles de parados dispuestos a trabajar sólo por la comida. ¿A qué mundo imaginario pertenecen estas intrusiones en el  universo fantástico de Guillermo del Toro? ¿Se hubieran leido igual estas imágenes en un contexto  de prosperidad y de fe en un desarrollo sostenible? Todos sabemos que no.