Cocoon. Ron Howard




Fotografía cedida por BMA House a cinelodeon.com

Ficha técnica:



Título original: Cocoon
País: Estados Unidos
Año: 1985
Duración: 117 minutos

Dirección: Ron Howard
Guión: Tom Benedek, basado en una historia de David Saperstein
Casting: Barbara Harris
Dirección de Fotografía: Don Peterman, a.s.c.
Música: James Horner
Edición: Daniel P.Hanley y Mike Hill
Departamento artístico: David A.Hullet

Diseño de Vestuario: Aggie Gerard
Maquillaje: Brian Penikas.


Productor: Tichard O.Zanuck, David Brown y Lili Fini Zanuck
Productor asociado: Robert Doudell
Diseño de producción: Jack T.Collis
Twentieth Century Fox presenta a Zanuck/Brown Production



Intérpretes: 



Don Ameche: Art Selwyn
Wilford Brimley: Ben Luckett
Hume Cronin: Joe Finley
Brian Dennehy: Walter
Jack Gilford: Bernie Lefkowitz
Steve Guttenberg: Jack Bonner
Maureen Stapleton: Mary Lucket
Jessica Tandy: Alma Finley
Gwen Verdon: Bess McCarthy
Herta Ware: Rosie Lefkowitz
Barret Oliver:  David
Más créditos en Imdb


Sinopsis:



Unos huevos de una especie alienígena están escondidos en el fondo de  una piscina a la que suelen ir unos ancianos. Éstos descubren que el agua les aporta una energía especial y les proporciona la ansiada eterna juventud y la posibilidad de llevar vidas productivas para siempre. Pero hay que pagar una factura humana.


Crítica:



Steven Spielberg ejerció una notable influencia sobre el cine de su época con su mágico E.T., el famoso extraterrestre, amigo de los terrícolas, y sus 'Cuentos asombrosos' en los que un negro mágico devuelve durante unas horas a los ancianos de una residencia a su infancia, haciéndolos participar de aquellos juegos tan imaginativos que los acompañaron en la época más feliz de su vida. Ahora se trata de otra cosa, de contradecir a la naturaleza cuando el hombre llega al final de su trayecto, lo que provocará dudas y algunos conflictos en las filas del ejército de ancianos dispuestos a dar un giro  tan radical a sus vidas.

No es extraño que impactara a Ron Howard, uno de los protagonistas del maravilloso film de George Lucas, American Graffiti (1973), uno de aquellos jóvenes que llenaron con sus ruidosos coches las calles de una pequeña localidad de California, que evocaba el pueblo natal del joven cineasta revolucionario, 'Modesto',  y que ha logrado, desde el otro lado de la cámara, un lugar en la historia del cine con su famosa franquicia en torno al Código Da Vinci . No es extraño, pues, que cayera en su juventud  bajo la fascinación y el embrujo de estos amables alienígenas, e imaginara en esta película que en una de sus incursiones pusieran el foco en los más mayores y les prometieran un futuro como seres íntegros y no abandonados por sus familiares en residencias donde sólo les quedaba esperar la muerte. Unos ancianos que no sólo recuperan sus fuerzas físicas, sino el sentido de una vida en la que pasan de ser sujetos pasivos a cooperar con la sociedad de la que forman parte para siempre. Final emotivo, muy de la factura de Steven Spielberg, que no sólo devuelve la esperanza a estos ancianos, sino a los hombres y mujeres conscientes de lo que les espera, sea cual sea  su edad. El último deseo que formula el joven que dirige esta barca, que no es la de Caronte, sino la que eleva a los ancianos y los hace ingresar en un universo superior, es bien conocida por todos: "Que la fuerza te acompañe".

Mientras, en la tierra, los familiares viven lo sucedido como una tragedia, y escuchan la homilía del sacerdote que oficia los funerales, que pronuncia un discurso que por primera vez tiene sentido. " "En términos humanos no hay explicación para la tragedia marina que ha acabado con estos hombres y mujeres en lo que debía haber sido el tranquilo ocaso de sus vidas. No temáis, vuestros seres queridos están ya a salvo. Ellos han pasado a una vida muy superior, no la vida que nosotros conocemos, sino a otra permanente. Ahora nuestros amados hermanos tienen ya la eterna seguridad...". Mientras el nieto mira al cielo y sonríe. Ron Howard ha aprendido la lección de sus maestros y nos regala esta película llena de esperanza.



Comentarios

  1. Dirijo un portal de internet sobre residencias geriátricas (Inforesidencias.com) y me gustaría plantearos intentar ver la película con los ojos de un espectador español de 1985. Creo que si lo hacemos descubriremos que la residencia geriátrica que aparece en la misma era más ciencia ficción vista con esos ojos de hace treinta años que los propios extraterrestres que surgen de los capullos. Entonces, una residencia de ancianos en Madrid o Barcelona podía ser un asilo, una de monjas o de pensionistas. Viendo la película hoy podemos ser conscientes de la distancia que había y cómo ha cambiado la atención a mayores. Saludos cordiales.

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  2. No sabes la alegría que me da que empecemos a preocuparnos por ese colectivo de personas que van debilitándose después de haber tenido vidas plenas y en ocasiones muy ricas intelectualmente, pero que, a veces sufren la marginación de los que tienen más cerca. Tanto esta película como el capítulo dirigido por Steven Spielberg (En los límites de la realidad, 1983), pretenden llevar la magia a estas personas, aunque muchas de ellas prefieren ser coherentes con su experiencia y su vida y acabar sus días con dignidad y asumiendo su propia edad y sus limitaciones. Quienes estáis en contacto con esta realidad no sólo seréis conocedores de las necesidades de estos hombres y mujeres que han llegado donde la mayoría quiere llegar y lo que se ha avanzado en su cuidado y atención. Un fuerte abrazo.

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