Johnny cogió su fusil. Dalton Trumbo





Ficha técnica:


Título original: Johnny got his gun
País: Estados Unidos
Año: 1971
Duración: 111 minutos

Dirección: Dalton Trumbo
Guión: Dalton Trumbo, basado en su novela
Casting director: Tony Monaco: Asistente casting del director: Marsha Kleiman
Director de Fotografía: Jules Brenner, Jeremy Call, Harold Michelson
Música,  Compuesta y dirigida por Jerry Fielding; Mezcla: Donald Minkler; mezclador de efectos de sonido: Robert Minkler; editor: Erma Kewin
Editor: Millie Moore; supervisor: William P. Dornish; Samuel M.Annis
Decorador del set: George R. Nelson, Robert Signorelli
Efectos especiales: Dick Williams

Diseño de Vestuario: Theadora Van Runckle
Maquillaje: Philip Rhodes

Productor: Bruce Campbell
Productores asociados: Tony Monaco y Christopher Trumbo.  John Bright, Dorothea Campbell, Gene Frenke, Robert Haggiag, Simon Lazarus, Roy Silver
Supervisión director: James F.Sommers
Diseño de producción y director artístico: Harold Michelson
Productor manager y consultas: International Producers Services; Worls Entertainers, Ltd.


Intérpretes:


Timothy Bottoms: Joe Bonahm
Kathy  Fields: Kareen
Marsha Hunt: Madre de Joe
Jason Robards: Padre de Joe
Donald Sutherland: Christ
Diane Varsi: Enfermera
Donald Barry: Jody Simone
Eric Christmas: Corporal Timlon
Kerry MacLane: Joe a los 10 años
Charles McGraw: Mike Burkeman
Byron Morrow Brigadier general
Craig Bovia: Little Guy

Sinopsis:


En abril de 1917 Estados Unidos entra en guerra con Alemania y el Presidente Wilson pide voluntarios para enrolarse en el ejército. El último día de la Primera Guerra Mundial, Joe resulta gravemente herido. En el hospital, sin brazos, ni piernas, sin poder ver ni alimentarse, recibe la mejor atención médica. Sólo su conciencia funciona, lo que le permite enfrentarse al horror en que se ha convertido su vida. El joven comienza a reflexionar sobre su existencia, pero sobre todo piensa en su enfermera, que consigue que él pueda comunicarse. Gradualmente se va consolidando un gran amor.


Crítica:


Esta película que tuvo mucha repercusión cuando se estrenó, mereció un comentario de Pablo Kurt (Filmaffinity ): " Más que una brutal y desasosegante película antibelicista (que también), se trata de una contundente apología de la eutanasia. El propio Trumbo adapta (eso sí, con una dirección mediocre) su propia novela y nos empuja hasta el borde del precipicio de la vida, nos agota la mente hasta la extenuación, nos exprime los afectos ante la visión de un simple trozo de tela blanca. No apta para corazones sensibles."


Comentario:


A diferencia del cine actual, Dalton Trumbo evita las imágenes de la desolación que podría producir la visión durante la mayor parte del metraje de  un tronco y un rostro del que han desaparecido los rasgos y con ellos los sentidos. Baste recordar la película de Duncan Jones, 'Código Fuente' (Source Code), que proporciona una terrible visión de este estilo, que dura unos segundo y  deja  una honda huella en el espectador.  El film del hijo de David Bowie deja constancia del objetivo estratégico-militar de mantener conectado a la vida este monstruo- producto de la guerra, completando de esta forma la idea original de Trumbo.

Pero Dalton Trumbo supo trasladar a la pantalla, como pocos lo han hecho, el poder de la mente, tanto para generar monstruos imaginarios, como para evadirse de una realidad que no conviene al sujeto y recuperar los sueños más satisfactorios, todo ello combinado con una de las críticas más duras que se han hecho de las guerras y contra el  militarismo, con una edición que mezcla en su coctelera todos estos elementos con una dura denuncia de los hombres egoístas, avariciosos que provocan las guerras, realizando la síntesis en una sola persona del empresario, el hombre de negocios y el político que deciden tantas y tantas muertes de jóvenes, ante la indiferencia de los que por edad se libran de acudir al campo de batalla. En una de sus evocaciones Joe recuerda a un soldado bávaro arrojado en una cuneta y piensa: "Pudiéramos haber sido amigos en vez de estar él muerto y yo convertido en un monstruo de guerra." La Iglesia se lava las manos y recuerda al militar que Johnny es un producto de su profesión y no de la del sacerdote.

El discurso visual combina imágenes minimalistas de la realidad del soldado, filmadas en blanco y negro, con unos pocos actores y el joven siempre cubierto por una tela blanca, que evocan al cine silente, con las imagenes en color del mundo imaginado en el que Joe tiene su cuerpo completo, pesca con su padre o escucha los reproches de su novia, pero también cuando se queja de los hipócritas que mandan tanta gente a la muerte y les pide que lo exhiban como un monstruo producto de los hombres, no de la naturaleza, lo que requiere mucha planificación y cuesta mucho dinero: "Qué me hagan publicidad como el único trozo de carne que habla.", "el último hombre que se alistó en el ejército creyendo que era una institución que forja hombres que la bandera necesita." Cuando pide  a los altos mandos del ejército que le lleven a una feria para que lo contemplen todos o, en caso contrario, que lo maten, con un lenguaje de signos inventado por su enfermera para comunicarse con él, compuesto de  gestos que rozan su piel, la única parte sensible de su cuerpo, el jefe decide que se le apague la luz para siempre, imponiéndole el reino de la oscuridad en vida. Durísima metáfora.

¿Es además una defensa de la eutanasia? Más bien  parece la denuncia de la distanasia  (prolongación artificial de la vida) con fines espurios, que no se entienden bien. ¿Qué sentido tiene tener atado artificialmente a este mundo un trozo de 'hombre', como un secreto de guerra? Finalmente llega al convencimiento de que sólo podrá escapar de sus verdugos con la muerte, cuando envejezca y nadie lo pueda evitar.Dalton Trumbo realiza una de las películas  más críticas contra la guerra y sus consecuencias que, sin mostrar nada, resulta de una dureza psicológica insoportable, que la ha colocado entre las películas más difíciles de olvidar. Fue la primera y última obra dirigida por  un guionista, cuyo nombre pocos recuerdan, y no por su culpa sino por la persecución de que fue objeto por el Comité de Actividades Antiamericanas, que lo encarceló once meses y posteriormente lo exilió a México. Para poder seguir trabajando escribió guiones con seudónimo o escondido detrás de otros escritores, como el de 'Vacaciones en Roma', para cuya realización se ocultó tras Ian McLellan Hunter. Pero no le faltaron arreos para, a pesar de todo, hacer 'Johnny cogió su fusil.'

Hoy, que estamos acostumbrados a soportar las imágenes más violentas y carniceras, producto del cine gore, o los serial killers más truculentos, no está de más acercarse a esta película que rescata la prensa del baúl de los recuerdos y la ofrece a las nuevas generaciones, para que entiendan que el mundo no fue siempre como el que ellos conocen, pero que, a pesar de todo hubo hombres que, arrojados de su propio paí por su ideología, quisieron dejar estos testimonios.


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