Tú y yo. Bernardo Bertolucci








Ficha técnica: 


Título original: Io e Te.
País: Italia.
Año: 2013.
Duración: 103 minutos

Dirección: Bernardo Bertolucci.
Guión: Bernardo Bertolucci, basado en la novela de Niccolo Ammaniti.
Casting y ayudante del director: Barbara Melega
Dirección de Fotografía: Fabio Cianchetti.
Cámara: Ivan Casalgrandi.
Música: Franco Piersanti. Gabriielle Conti, Goffredo Gibellini u Marco Streccioni. Ragazzo solo/Ragazza Sola David Bowie/Mogol, Space Oddity de David Bowie.
Edición: Jacopo Quadri; Secretaria de Edición: Fiorella Amico.
Organización general: Olivia Sleiter.
Puesta en escena: Niccolò Ammantini, Umberto Contarello, Francesca Marciano, Bernardo Bertolucci.
Director artístico: Cristina Onori.
Attrezzista di scena: Roberto Magagnini.

Diseño de Vestuario: Metka Kosak.
Maquillaje: Rossella Di Gregorio.
Peluquería: Domingo Santoro.

Productores: Mario Gianani y Lorenzo Milei.
Organizador de producción: Fulvio Rossi.
Diseño de producción: Jean Rabasse.
Compañías. HanWay Films, Fiction Cinematográfica e Mario Gianani, S.p.a. por  Wilside Media, en colaboración con Medusa Film, Sky Cinema, Mediaset Premium, asociado con Intesa SanPaolo, s.p,.a., apoyada por la región del Lazio.


Intérpretes:


Jacopo Olmo Antinori: Lorenzo,
Tea Falco: Olivia,
Sonia Bergamasco: Arianna,
Veronica Lazar: abuela,
Pippo Delbono: Psicólogo,
Tommaso Ragno:  Ferdinando,
Carlo Cozzani: portero,
Alessandra Vanzi: Profesora,


Distinciones:


Sección oficial fuera de competición del Festival de Cannes


Sinopsis: 


Lorenzo es un joven solitario de 14 años, diferente a todos los demás. Se dispone a engañar a sus padres y saltarse un viaje escolar de esquí para realizar su sueño de esconderse en el sótano abandonado de su inmueble. Durante toda una semana, podrá finalmente evitar todos los conflictos y las presiones para que se comporte como un adolescente "normal". Desea vivir totalmente aislado con su música y sus libros preferidos. Pero la llegada inesperada de su hermanastra Olivia lo cambiará todo. Ella es mayor que él y tiene experiencia en la vida. El tiempo que compartirán juntos inspirará a Lorenzo para que un día pueda decir adiós a su vida de niño y adentrarse en el torbellino de la vida de los adultos. (elseptimoarter.net).


Comentario:


Comenzamos nuestro comentario, ahora que la película de Bertolucci se exhibe en las televisiones (Canal TCM),- hecho que evidencia, (el pase tan temprano por la pequeña pantala),  el escaso éxito de la película entre el público en general y los adolescentes en particular-, con las primeras consideraciones que hicimos en este blog cuando se estrenó en España el nuevo film del célebre realizador italiano el año pasado. Algunos sectores de la crítica, no sólo se deshacían en alabanzas, sino que abordaban su análisis con unos argumentos que, también en su momento, advertimos que podían tener unas consecuencias negativas, y que ahora comprobamos que en efecto tuvieron una traducción adversa a sus aseveraciones, un efecto contrario al deseado. "En primer lugar se compara la nueva realización italiana del maestro Berlusconi, después de 30 años de ausencia, con 'americanadas' como 'Star Trek: En la oscuridad' de J.J.Abrams, con juicios precipitados que a nada contribuyen. Bertolucci, uno de los directores europeos más sobresalientes del siglo pasado legó a la historia del cine obras maestras como 'Novecento', en especial la primera parte, por la que siempre será recordado, pero también contribuyó a la expansión de la industria norteamericana con filmes más que mediocres,- 'El último emperador', 1987, 'El cielo protector', 1989 o 'El pequeño Buda', 1993-, momentos en los que renunció a su formación filomarxista y se subió al carro del capitalismo americano, por mucho que llenara sus películas de pantallas negras en las que pareciera querer significar su complejo de culpa por dejar al cine europeo huérfano de sus padres-padrones. El background cultural de los norteamericanos es diferente al de Europa, donde residen sus colonizadores en sus orgullosas y centenarias metrópolis."

Con un tratamiento fílmico heredero de su paso por la industria de Hollywood, que en ocasiones roza el esperpento, como en esa especie de sueño en el que los padres de Lorenzo son vistos en un contrapicado casi cenital, a través de un suelo de cristal de un gran edificio, con una iluminación muy artificiosa, la mayor diferencia entre un film de adolescentes norteamericano, hecho para familias republicanas que funcionan en perfecta armonía - ( no todas las películas estadounidenses responden a ese esquema de familia feliz; recordemos las películas de Gus Van Sant, con jóvenes más frío que el hielo; John Waters o Francis Ford Coppola y tantos otros, con títulos muy célebres, y muy difíciles de superar cuando abordan el tema de la adolescencia en un contexto determinado)- reside en la mirada, en la contemplación de los jóvenes, ahora europeos, educados en familias de formación universitaria, que pasan por una etapa de rebeldía insoportable, por una fase de crecimiento fea, malcarados y llenos de granos, que mienten miserablemente a sus madres, llegando incluso a la falta de respeto más absoluta. 'Joven y bonita' de François Ozon es un buen ejemplo de esa observación malsana, hecha por adultos, de la etapa más difícil de la vida para algunas personas, en cuyos primeros años jugó un papel muy importante esa abuela, que constantemente vuelve a la vida de Lorenzo, una mujer de otros tiempos, que cuidó de los vástagos de sus hijos, sustituyendo a las madres,  ante la incorporación masiva de la mujer al mercado laboral.

El protagonista de Bertolucci es desagradable, atrabiliario,  irrespetuoso; se hace felatios mientras habla con su madre y le encanta vivir en un repugnante  sótano, que él decora de acuerdo con su estatus, surtiéndose de todo lo necesario para superviviencia, con tal de hacer lo que le plazca, que, en la mayor parte de las ocasiones, consiste tan sólo en no estar sometido a la vigilancia de los adultos, como si éstos hubieran dejado  hace tiempo de ser humanos. Pero de pronto invade su idílica intimidad un personaje mucho más intrusivo que su propia madre: su hermanastra Olivia, la hija de un anterior matrimonio de su padre, un ser insoportable, chantajista y dominante, y cargada de otra serie de problemas que conllevan el ser una yonki consentida, aunque resabiada y resentida porque su padre las abandonó (a ella y a su madre) y las dejó en una situación más precaria. Todo esto que los adultos llevamos tan mal, especialmente si tenemos  hijos de cualquier edad, Lorenzo lo vive como una aventura excepcional, fuera del alcance de la mirada censora de sus padres y profesores, sus guías morales y espirituales hasta la mayoría de edad. Ese sótano de los horrores supondrá para él una entrada por la puerta grande en el universo de los mayores.

Claro que Bertolucci plantea el tema como una fase transitoria hacia la edad adulta. Un tiempo que pronto formará parte del pasado, y cuyos protagonistas se integrarán a la vida normal, comprendidas las desventajas de su rebeldía, aunque mucho más cabrones que eran antes y mucho más preparados para hacer daño a los demás. Es lo que tiene el discreto encanto de la burguesía, que los mayores problemas se producen sin que sus elegantes y vividores integrantes lleguen a enterarse de lo que se cuece a sus espaldas, mientras sus retoños convierten en una 'semana blanca' anual sus intensas experiencias en el sótano de la condesa, una propiedad que su padre adquirió como nuda. Unos cuantos pisos más abajo de la casa paterna, se encuentra el paraíso de libertad que los jóvenes burgueses recordarán de por vida. Cuando el proletariado de orientación obrerista, ora comunista, ora fascista, decide ser cruel y duro lo es de forma más definitiva, y sus víctimas serán estos burguesitos de Bertolucci que van de duros. Las víctimas de unos y otros son aquellos convertidos en seres débiles a causa de su sensibilidad extrema y su educación prudente y ponderada, de los que nadie  o casi nadie habla, transparentes como el celofán. Hoy ser duro es lo que mola.




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