El desconocido del lago. Alain Guiraudie






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Ficha técnica:

Título original; L'Inconnu du lac
País: Francia
Año: 2013
Duración: 97 minutos

Dirección: Alain Giraudie
Guión: Alain Giraudie
Casting: Stéphane Batut.
Dirección de Fotografía: Claire Mathon. Color
Montaje: Jean.Christophe Hym
Dirección artística: Roy Genty, François Labarthe y Laurent Lunetta.
Vestuario: Roy Genty, François Labarthe

Productor: Benoìt Quainon, Sylvie Pialat.
Productor asociado: Gilles Sitbon.
Productor ejecutivo: Benoît Quainon
Dirección de producción:Nicolas Lecl+ere
Dirección de post-producción: Toufik Ayadi.
Compañías. Productora: Les Filmes du Losange, Worso, M141 Productions, Arte France Cinema, Films de Force Majeure. Distribución: Karma Films.


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 Intérpretes:


Pierre Deladonchamps: Franck,
Christophe Paou: Michel,
Patrick d'Assumçao: Henri,
Jerôme Chapatte: Inspector Damroder,
Mathieu Vervisch: Eric
Emmanuel Daumas: Philippe
Gilbert Traïna: el hombre del martes
Sebastien Badachoui: marido de Eric,
Gilles Guérin: el mujeriego
François Labarthe: Pascal Ramière

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Premios (Filmaffinity) : 

2013: Festival de Cannes: Mejor director (Sección "Un Certain Regard")
2013: Festival de Sevilla: Mejor película y mejor fotografía
2013: Premios César: Mejor actor revelación (Deladonchamps) 8 nominaciones

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Sinopsis: 


Verano. Un lugar para ligar, incluso para hombres oculto a orillas de un lago. Frank se enamora de Michel, un hombre atractivo, fuerte, aunque mortalmente peligroso. Frank sabe todo ésto, pero aún así desea vivir esta pasión.


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 Críticas:


Ya hace algún tiempo que el cine francés está penetrando con fuerza en los cines españoles; esta misma semana se proyectan varios títulos (9 meses...¡de condena! de Albert Dupontel, Crónicas diplomáticas, de Bertrand Tavernier, El pasado de Asgarh Fahardi, o Guillaume y los chicos...¡A la mesa! de Guillaume Gllienne, todas de 2013). Ahora entre por primera vez un film de Alain Guiraude, que Eulàlia Iglesias saluda como una película "que se mueve entre cierto naturalismo rural y un 'noir' onírico" ("La contraola. Novísimo cine francés", Festival de San Sebastián-Filmoteca Vasca, 2009). Y es precisamente de esta forma como se quiere ver, como una nueva manifestación de una Nouvelle-Vague-a- la contra, alejada de los géneros. Sólo de este modo se puede entender la crítica de Javier Ocaña en 'El País' (El cuarto claro) : " No es un thriller, pero lo parece; no es un película romántica, pero hay amor desbocado; no es una película de sexo, aunque se base en el encuentro furtivo y este se trate con explicitud. Estamos ante una pequeña gran sorpresa amparada en la rigurosidad formal; una historia que esconde una visión desoladora del encuentro homosexual, pero que, al mismo tiempo, ejerce de catarsis emocional." Una crítica tan oscura como el propio film. 

Quim Casas profundiza en esta visión y ve el film de Giraudie, alejado de la forma de hacer del cine social que caracterizó sus primeras películas como "la maduración de una forma de contar a través de la cámara (...) El desconocido del lago captura con firmeza el gesto de los cuerpos masculinos buscándose en el bosque, pasando de abrazo en abrazo, de felación en felación, sin otro deseo que el instantáneo hasta que Frank, el joven protagonista, se enamora de Michel, a quien después ve ahogar en el lago a otro de sus amantes," En definitiva un noir muy especial, un relato de intriga, un asesinato y "la fascinación hitchcockiana -Sospecha, La sombra de la duda- de un joven por el asesino." (Cuerpos y reacciones. Dirigido por, abril 2014). De nuevo la fascinación de los críticos por las nuevas películas cuyo eje central es el cuerpo como un elemento, o bien narrativo o bien discursivo, algo presente desde tiempo atrás en el cine pero posiblemente sin la conciencia de estar haciéndolo de manera explícita."(Israel Paredes Badía en Joven y bonita de François Ozon. Dirigido por...) que ha fascinado a la crítica que nunca dejó de amar el cine francés, ni tan siquiera en sus peores momentos.

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Comentario:

Alain Guiraudie, un cineasta abiertamente gay, nos introduce en el mundo del cruising, como se denomina a los lugares más o menos recónditos y aislados en los que concurren hombres homosexuales, espacios que favorecen sus contactos íntimos, pero también propician acciones delictivas y criminales, al amparo del aislamiento y la soledad. El realizador francés, un buen heredero de la Nouvelle Vague,  opta formalmente por el thriller erótico, inspirado estéticamente en directores como  Eric Rohmer o Walerian Borowczyk y su corto 'La marea', ('Cuentos inmorales', 1974) . Su construcción es formalmente poética, sirviéndose de  un ritmo muy marcado en el que tras cada pequeño avance de la historia hacia un final trágico se reproduce un estribillo que funciona como conector de las diferentes partes del relato: llegada del coche de Frank a una pequeña explanada que permite que aparquen la decena de coches que frecuentan el lugar, pequeño trayecto del joven entre los pinos hasta llegar a la playa, en la que se encuentran casi siempre los mismos hombres en las mismas actitudes,  pasivas o expectantes, e inicio del diálogo con algún conocido, especialmente Henri, el intruso.

Hay varias cosas que producen inquietud en el film. Una de ellas es la ley del silencio que se establece entre los visitantes del lugar, seres anónimos que no conocen a su compañero de viaje, ni se interesan por su nombre, su dirección o teléfono, e incluso miran hacia otra parte cuando hay indicios claros de que algo insólito está ocurriendo, como el hecho de que permanezcan en la playa durante tres días  la misma toalla, unas zapatillas deportivas y un gorro,  de forma visible, y el que  un coche de color rojo, esté aparcado día y noche en el mismo lugar, sin que nadie pregunte nada. Descubierto el crimen de un joven,  un inspector de policía vigila la zona, en la que se ha establecido una cerrada omertà, un ley del silencio inquebrantable, y le reprocha a Frank, que gusta de quedarse hasta el anochecer en el lugar, que no le importe que uno de  su colectivo haya sido asesinado y nadie lo haya notado, con señales tan evidentes de que algo anormal estaba ocurriendo; que ni siquiera el amante lo haya echado de menos, sin que primara, no ya la compasión o la solidaridad con un miembro del pequeño grupo, sino ni tan siquiera la inquietud ante la posible amenaza de la presencia de un asesino en serie homófobo en la zona. ¿Va de esto el film? En este punto el cineasta se muestra muy crítico con la condición humana, poco amiga de implicarse en asuntos ajenos, especialmente en  el colectivo gay, cuya existencia no goza todavía y a pesar de los esfuerzos que se han hecho en este sentido, de una situación de normalidad, y muchos mantienen en secreto su condición a cualquier precio.

Alain Giraudie construye muy bien su película y muestra la complejidad del ser humano en un reducido grupo de personas, entre las que se dan muy diversos modos de comportamiento: el voyeur, el gay, el hombre desesperado que busca su propia muerte, el que desafía al peligro, incluso mortal, y es dominado por las pasiones... Las imágenes de sexo explícito están filmadas con una intensa carga de romanticismo y poesía: árboles de delicadas ramas y finas hojas movidas por el viento, luz brillante o crepuscular según la ocasión, movimiento plácido o violento de las aguas y un testigo permanente de lo que ocurre en la pequeña zona de cruising, Frank, que, como un búho, permanece hasta altas horas de la noche en el bosque, buscando o simplemente observando, y mantiene una actitud impasible e indiferente ante lo que ocurre en su entorno, excepto la simpatía que siente desde el primer  momento por Henri; las huellas  del crimen pasan desapercibidas a un espectador poco avisado, ya que se nos muestran  a través de planos insertos muy breves y empiezan  a ser significativas a partir de la tercera escena, de las seis en que se divide la cinta; los saltos de eje que rompen el raccord despistan al espectador cada vez que Frank llega a la vaguada y funcionan como un homenaje al  cine de John Landis y su famoso Thriller,  el primer clip firmado de la historia,  para difundir una canción de Michael Jackson .Otra cuestión que provoca el interés del que mira es el calzado poco apropiado, en apariencia, de los protagonistas, unas sólidas zapatillas deportivas, frente al intruso Henri, un hombre con objetivos muy diferentes a los del pequeño grupo, que usa unas sandalias veraniegas, que le hacen andar con más dificultad en la pequeña playa de piedra que forma el lago. En este punto viene a la memoria el breve cuento de Borowczyk ,'La marea',(Opus.cit)., en el que un joven que quiere abusar de su adolescente prima, la lleva a una escollera calzado con botas militares, mientras la chica lleva unas ligeras sandalias, destrozándose los pies y debilitándose durante el trayecto; llegado el momento ella estará a su merced.

El personaje más oscuro y complejo es Frank, un joven consciente del riesgo que corre y que parece ir en busca de su perdición, obnubilado por una atracción fatal, cuyo resultado final se deja a criterio del espectador. La sensación de peligro intensificará unas emociones que probablemente, como a sus antecesores, lo conducirán a una muerte segura, como a todos, pero a él, quizás más pronto.  Alain Guiraudie concluye de manera imprecisa y deliberadamente abierta una obra de arte bien construida, de las que te enseñan  cómo se construye el lengua cinematográfico sin recurrir a grandes diálogos, pero sin dejar ningún cabo suelto.


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