El último lobo. Jean-Jacques Annaud

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Ficha técnica:

Título original:  Le dernier loup. En inglés Wolf Totem.
País: China.
Año: 2015.
Duración: 121 minutos.

Dirección: Jean-Jacques Annaud.
Guión: Alain Godard, Jean-Jacques Annaud, Lu Wei, John Collee, basado en la novela 'Tótem lobo' de Jiang Rong.
Dirección de Fotografía: Jean Marie Dreujou.
Música: James Horner.
Montaje: Reynald Bertrand

Compañías. Productoras: Begin Phoenix Entertainment, Cinemavisión Media Group;  distribución: Vértigo Films.

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Intérpretes:

Shaofeng Feng : Chen Zhen,
Shawn Dou, Ankhnyam Ragchaa, Yin Zhusheng, Basen Zhabu...

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Sinopsis:

Corre el año 1969 y Chen Zhen (Shaofeng Feng), un estudiante pekinés, es enviado al interior de Mongolia para educar a una tribu de pastores nómadas. En el inhóspito lugar al que llega, se quedará prendado por la estrecha relación que existe entre los aldeanos y la criatura más extensa en la región: el lobo. Por este motivo, captura una cría de este animal con la intención de domesticarla, formándose una bonita relación con su nueva mascota. La idílica realidad se verá truncada cuando un representante regional decida exterminar a todos los lobos de la zona.

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Críticas:

Hoy las carteleras se enriquecen con la aparición de un film de un cineasta que ha logrado siempre una aceptación general: Jean Jacquez Annaud, un realizador de 71 años (nacido el 1 de octubre de 1943. según los datos que incorpora Wikipedia), que estudió en un Institut des Hautes Etudes Cinématographiques, y consiguió que su primer largometraje 'Blancos y negros en color'  obtuviera el codiciado Óscar a la mejor película extranjera, reconocimiento que muchos cineastas de reconocido prestigio no han logrado a lo largo de una dilatada y exitosa carrera, dentro y fuera de los Estados Unidos. Sin embargo algo debe también que haber cambiado en este tiempo para que el creador de 'En busca del fuego' (1981) o 'El nombre de la rosa' (1986), haya perdido la unanimidad en la valoración positiva, que acompañaba cualquiera de sus estrenos, y que nos evoca la película de Capra 'Caballero sin espada', que pone el dedo en la llaga de la especulación, cuando descubre que no hay ni un pedacito de esta Tierra que no tenga propietario. El pecado de Annaud es hacer una película de sensibilidad ecologista.

Javier Ocaña muestra este disgusto de forma muy sutil y, en cierta medida, confusa, cuando afirma que " la película adolece de esa indefinición de ciertas producciones de base natural, cercanas al documental y con algún esporádico momento espectacular, pero a las que se añaden unas gotas de historias personales que, o entran a capón y a destiempo, como el relato de amor, o quedan en mero apunte superficial para crear contexto, caso de la trama política." (Indefinición natural. Diario 'El País', 10 de abril de 2015).

Frente a esta opinión, J.Batlle siempre muestra una mayor capacidad para entender por donde van las reivindicaciones de los ciudadanos, integrados o no en movimientos de defensa de los derechos civiles, que él la asocia más con expresiones individuales de amantes de la naturaleza, sin carácter reivindicativo: " El director de El oso se pone lupino en esta emotiva, aunque a ratos muy dura, cinta de aventuras localizada en espléndidos, bellísimos escenarios naturales y ambientada en los aciagos años de la revolución cultural china, según una novela de ­Jiang Rong. Es una película sin edad: hoy la podemos disfrutar en 3-D, pero medio siglo atrás se hubiera estrenado, tal cual, en Cinerama. Rodríguez de la ­Fuente la adoraría. (El último lobo: Naturaleza inabarcable. La Vanguardia, 10d de abril de 2015).

Beatriz Martínez aporta un aire fresco en el propio título, en el que designa el público al que puede dirigirse el nuevo film de Annaud:Para aventureros deseosos de descubrir nuevos horizontes naturales y cinematográficos. "La relación entre hombre y fiera vuelve a ser el centro de una narración en esta ocasión ambientada en los años de la Revolución Cultural China y ubicada en las indómitas estepas de Mongolia. Una historia de iniciación, de descubrimiento acerca de las pulsiones racionales y sentimentales que controlan al ser humano y el espíritu salvaje de la bestia, cargadas en esta ocasión con un toque de misticismo" (El último lobo. Fotogramas).