Upstream color. Shane Carruth




Ficha técnica:



Título original: Upstream color.
País: Estados Unidos.
Año: 2013.
Duración: 96 minutos.

Dirección: Shane Carruth.
Guión: Shane Carruth.
Casting: Kina Bale.
Dirección de Fotografía: Shane Carruth.
Música: Shane Carruth.
Edición: David Lowery, Shane Carruth.
Diseño de sonido: Johnny Marshall.
Supervisor efectos biológicos: Tom Walker.

Maquillaje adicional: Liz McCraecken, Jocelyn Lopez.
Peluquería: Dat Phan.

Productor: Shane Carruth. Casey Gooden, Ben LeClair.
Co-prouductores: Meredith Burke, Toby Halbrooks.
Productores ejecutivos: Scott Douglass, Brent Goodman
Diseño de producción: Thomas Walker.
Compañía productora y distribuidora: ERBP.


Intérpretes:



Amy Seimetz: Kris,
Shane Carruth: Jeff,
Andrew Sensenig: Sampler,
Thiago Martins: El ladrón,
Katy Carruth: Madre Orquídea
Meredith Burke: Hija Orquídea.
Andreon Watson: Peter,
Ashton Miramontes: Lucas,
Myles McGee: Monty,
Frank Mosley: Marido,
Carolyn King: Wife.
Kerry McCormick: OBGYN,
Marco Antonio Rodríguez: MRI Tech,
Brina Palencia: Mujer en el club,
Lynn Blackburn: HR Manager,
John Walpole: Investigador del banco,
Dave Little: Veterinario 1,
Julie Mayfield: Veterinario 2.
Ben LeClair, Gerald Dewey, Leticia Magaña, Rebecca Waldon, Lindsey Roberts...: las muestras ,
Jason Barnes: Roth,
Wendy Welch: Vecino,
Keith Copeman: EMT 1
Nettie Yovanovitch: EMT2,
Tony Tomaj: Interno 1,
Wheeler Williams: Interno 2,
Tommy Watson: Guardia de seguridad.
Joe Cutler: Vendedor de tienda de comestibles.


Sinopsis:


Un hombre y una mujer que se sienten unidos, se ven envueltos en el ciclo vital de un organismo eterno.


Premios:


2013: Festival de Sundance: Premio Especial del Jurado (mejor diseño de sonido)
2013: Festival de Sitges: Mejor director novel
2013: Premios Gotham: Nominada a Mejor película y Mejor actriz (Amy Seimetz)
2013: Independent Spirit Awards: Nominada a Mejor director y Montaje.


Lo que se dice:



El film, muy personal y oscuro, producto de la imaginación de un ingeniero de software para simuladores de vuelo reconvertido en cineasta, ha gustado mucho a la crítica y menos al público, sin que se de la disparidad a que nos tienen acostumbrados en los últimos tiempos (84% vs. 70, en Rotten Tomatoes). Para Todd McCarthy  (The Hollywood Reporter) merece la pena ver esta película si te interesa la ficción especulativa oscurantista; cine experimental (¿?) para Justin Chang (Variety); un juego filosófico para Manohla Dargis (The New York Times)...

Al llegar a España la crítica se vuelve, al menos, tan retorcida como el film. Un ejemplo es de Jordi Costa (Diario 'El País) "Acaba proponiendo algo parecido a un viaje espiritual con climáticos sacrificios y arriesgados procesos de transferencia. (...) No es película para todos los gustos (...) pero su condición de desafiante objeto único también generará localizadas pasiones incondicionales" (en Filmaffinity); otros quieren ver  una combinación de influencias, entre las que entreven el surrealismo de Lynch, el espiritualismo de Malick y el Cronenberg más morboso, como Jordi Batlle Caminal ('La Vanguardia').


Crítica:


El mayor mérito de la película es demostrar que los occidentales estamos muy mal de la cabeza, y sin embargo hacemos un esfuerzo por descifrar las imágenes y las fantasías de quien está como nosotros, cuando no somos capaces de comprendernos ni siquiera a nosotros mismos, e intentamos introducirnos, como hacía Spike Jonze en la cabeza de otro (Cómo ser John Malkovich, 1999). En este relato de Shane Carruth,  el autor funciona a modo de un dios en relación con su obra, un Juan Palomo, un demiurgo, - se encarga del guión, la dirección, la música, la fotografía, la edición y el papel protagonista -, una elección que puede obedecer al interés de controlar todos los aspectos de la ejecución del film, o la falta de recursos, como ocurrió en otros tiempos con el mejor realizador español: Alejandro Amenabar.


El protagonista fundamental es una flor, la orquídea, de la que hay más de 12.000 especies, por lo que es muy difícil encontrar dos ejemplares iguales, como ocurre con los hombres, lo que la ha convertido en el centro de múltiples relatos. Es una flor muy codiciada, muy bella y única, un buen anzuelo para que piquen toda clase de 'peces', que morirán como consecuencia del engaño. Las víctimas de un gusano, un parásito, que se cría en estas magníficas plantas, son las relaciones personales, pero también  aquellas que, producto de la creatividad humana, interfieren en el trabajo que el hombre realiza para sobrevivir y que, al parecer, tiene que ver, en gran parte, con la actividad que gira en torno al propio cine, que analiza Shane Carruth sirviéndose de un discurso metalingüístico,  (productores, músicos, diseñadores de sonido...), y el mundo de los brokers y el dinero que financia cualquier actividad humana. Las drogas y la necesidad son factores que conducen al hombre a la otra orilla, la de los marginados sociales como Jeff, que no dispone de un espacio físico en la oficina y no puede ni siquiera alquilar una casa, porque carece de crédito y vive en hoteles, que cambia periódicamente. Una situación que se va generalizando de forma tácita a nuestro alrededor.

El parásito tiene un ciclo de vida en tres etapas: se desarrolla en el interior de las personas a las que se les extirpa cuando llegan a su edad adulta y se inoculan en animales, en concreto cerdos (los animales más parecidos a los hombres según Carruth),  y estos acaban convirtiéndose en el alimento de orquídeas blancas, que se transforman en azules y crecen en los lechos del río, donde se depositan por el Sampler, que es el que va recogiendo muestras para generar sonidos, que él mismo produce en los lugares indicados.  Cuando concluye la última etapa el ciclo comienza de nuevo, construyendo en su evolución una estructura en espiral ,"una suite de común sustrato melodramático y envolvente cadencia musical que configura una indagación elegíaca en el pulso subyacente de una época pretérita, reinventada y estilizada, sujeto de un fascinante bucle estilístico donde la representación imaginaria toma el lugar de la vida real", hubiera dicho Carlos Heredero, en esta reflexión que le debió ocupar un buen tiempo. (La película de la década .In The Mood for love (2000).Laberinto de espejismos).

"Cuando escribí las siguientes páginas, o la mayor parte de ellas, - afirma Henry David Thoreau, escritor de Walden, la vida en los bosques, un libro que leen todos -, vivía solo en el bosque, a una milla de cualquier vecino, en una casa que había construido yo mismo a orillas del lago Walden y me ganaba la vida únicamente con el trabajo de mis manos. Viví allí  dos años y dos meses y medio; ahora soy residente  temporal en la vida civilizada." Mas entender la poética que reside en la expresión de los más íntimos sentimientos de cada cual es una tarea ardua, que, sin embargo, transmite una profunda reflexión teñida de pesimismo: la flor más bella esconde un parásito, un elemento negativo, que entra en la cadena de relaciones de todo tipo entre las personas y las infecta, algo de lo que la protagonista hace responsable al que experimenta con ellas, el 'sampler', llegando a una conclusión casi huxleysiana, que advierte a los hombres sobre todo lo perverso que se esconde tras los reclamos más exquisitos y los vuelve dóciles e inclinados a satisfacer los intereses del gran manipulador (¿Podemos ser nosotros mismos, sujetos de un auto-engaño?). En cada etapa del proceso hay un beneficiado: los ladrones y traficantes de plantas y drogas, los de ideas que trasladan a sus composiciones musicales y venden en su compañía discográfica Quinua Valle Rec.Co., los cultivadores de orquídeas, que venden en sus empresas, E +P Exóticos.

Según el propio autor la película gira en torno a la identidad, a la reflexión acerca de si nosotros la controlamos o nos controla ella a nosotros, ya se base en creencias religiosas, cósmicas o procesos biológicos. (Forrest Wickman. www.slatye.com). Si eligió un pasaje de Walden sobre los parásitos reales que viven dentro de los seres humanos, resaltados por Movie City Noticias es porque  : "Somos conscientes de que hay un animal dentro nosotros, lo que nos hace reflexionar acerca de nuestro sueño de pertenecer a una naturaleza superior. Es reptil y sensual, y tal vez no pueda ser totalmente expulsado; al igual que los gusanos que, incluso en la vida y la salud, ocupan nuestros cuerpos. Posiblemente podamos apartarnos de ellos, pero nunca cambiar su naturaleza... La imagen de la mujer acunando a su cerdo, el portador de su gusano es insana y recuerda  'La semilla del diablo' de Polanski, aunque bastante más cruda y extendida en el tiempo.

Así pues hay, sin duda,  algo enfermo, cínico y negativo en este discurso, el dominante en tiempos críticos que emerge conlos primeros fotogramas, en los que unos pre-adolescentes participan en el tráfico de estos gusanos, beben una infusión realizada con estos bichos, y los introducen en el cuerpo de las personas. Por esta razón, aunque se califican las películas de Carruth como preciosas cajas de rompecabezas, alegóricas, desafiantes e inclasificables,  se le considera un autor incómodo por su forma de ser intimidante y su preclara inteligencia. Un cineasta para el que un presupuesto de 100.000$ es casi una fortuna y le permite realizar un buen film, en el que él hace casi todo el trabajo; filmando con gran profundidad de campo, muy atrevida, puede ahorrar recursos poniendo gran cantidad de pistas en primer plano, jugando también con el enfoque/desenfoque dentro del mismo encuadre. lo que, si, en principio, puede parecer un grave inconveniente, se convierte en manos de un joven inteligente en la posibilidad de decidir sobre su propia obra de principio a fin, desde el color a la edición, pasando por la música y el sonido; al erigirse en protagonista de la historia no necesita dar recomendaciones al actor que representa este papel.

Es difícil ver estas películas, por lo que hay que estar atentos al canal de Sundance Channel, en el que se pueden ver los films premiados en el Festival de Cine Independiente.

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