I Used To Be Darker.



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Ficha técnica:

Título original: I Used To Be Darker.
País: Estados Unidos.
Año: 2013.
Duración: 89 minutos.

Dirección: Matthew Portefield.
Guión: Matthew Portefield, Amy Belk.
Casting: Lucciana de Vogüe.
Dirección de Fotografía: Jeremy Saulmier.
Música: Linda Cohen.
Edición: Marc Vives.
Dirección artística: Bar Mangrum.

Diseño de Vestuario: Lane Harlan.
Peluqueria: Lisa Hawks.
Maquillaje: Miranda Pfiffer.

Productores: Stve Holmgren, Ryan Zacarias, Eric Bannat.
Productores ejecutivos: Jane Breown, Dam Carey, Nancy & Jack Dwyer, Walter S.Hall, Laura Heberton, Don McGlynn. Celia Mingus-Zaent.
Diseño de producción: Bart Mangrum.
Compañías. Productoras: The Hamilton Film Group, Nomadic Independence Pictures, Steady Orbits.

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Intérpretes:

Deragh Campbell : Taryn,
Hannah Gross : Abby,
Ned Oldham : Bill,
Kim Taylor : Kim,
Nicholas Petr :Nick,
Geoff Grace :  Geoff.




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Sinopsis:

Cuando Taryn, un fugitiva de Irlanda del Norte, se encuentra en problemas en Ocean City, MD, se refugia con su tía y su tío en Baltimore. Pero Kim y Bill tienen sus propios problemas: están tratando de manejar el final de su matrimonio con gracia por el bien de su hija Abby. Una historia de las revelaciones de la familia.




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Comentario:

Una película de estética indie, en la que el falseamiento de la realidad llega mucho más lejos que en otras producciones del género. Ya sabemos que en este tipo de cine nadie se desmelena porque todos los problemas se resuelven con dinero, que no se nombra pero tampoco falta. Ahora los protagonistas son una pareja de hipsters, unos músicos de rock-country, que sin salir de la normalidad más absoluta, consiguen vivir en buenas casas, bien decoradas, con piscina, buenos instrumentos y todo lo que precisan para desarrollarse como personas íntegras y de buen gusto. El hecho de que una adolescente, a la que apenas le sobresalen los pechos, haya quedado embarazada, es una anécdota sin importancia que pone un poco de vidilla a esta cotidianidad tan plana, algo insignificante, aunque sea la causa de que la chica escape de casa y atraviese sola el país; el que la niña se enrolle con el novio de su tía, que la acoge en casa y está en proceso de separación del marido, un músico tan  próspero como ella, se salda con una discusión en la que nadie se altera lo suficiente para llamar a este enfrentamiento escándalo y que Taryn oye desde dentro de la casa prestando mucha atención.

En resumen, una película indie mas para quienes gustan de leer o mirar historias de gente educada, sin situaciones bruscas, pero que tampoco llegan a la horterada de la feel good movies, porque jamás pierden ese aire de pseudo-intelectualidad de que están dotadas, aunque se falsee la realidad y sea difícil de vender que, mientras los músicos tienen muchas dificultades para mantenerse como tales, estos vivan como hipsters acomodados. La versión joven del cine más conservador, que denuncia Cronenberg en Maps to the Stars, una película que nadie puede entender por qué se retiró tan pronto de la cartelera.


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