Amar, beber y cantar. Alains Resnais.





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Ficha técnica:

Título original: Aimer, boire et chanter.
País: Francia.
Año: 2013.
Duración: 108  minutos.
Estreno en España: 21 de agosto de 2015.

Dirección: Alain Resnais.
Guión: Alex Réval (Alain Resnais), Laurent Harblet y Jean-Marie Besset, según  la obra de  Alan Ayckboum.
Dirección de Fotografía: Dominique Bouilleret. Color.
Música: Mark Snow.
Edición: Hervé de Luze.

Productor: Jean-Louis Livi, Christophe Jeauffroy.
Compañías: France2 Cinèma, Solivagus Productions, F Comme Films.

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Intérpretes:

Sabine Azéma: Kathryn,
Sandrine Kiberlain: Mónica,
Caroline Sihol: Tamara,
André Dussollier: Simeon,
Hyppolyte Girardot: Colin,
Michel Vuillermoz: Jack,
Alba Gaia Kraghede Bellugi: Tilly.

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Sinopsis:

En la campiña inglesa de Yorkshire, la vida de tres parejas se transforma durante algunos meses, de primavera a otoño, por el comportamiento enigmático de su amigo George Riley. Cuando el médico Colin enseña por descuido a su mujer Kathryn que los días de su paciente George Riley están contados, ignora que él fue el primer amor de Kathryn. El matrimonio, que interpreta una obra de teatro junto a su grupo amateur local, persuaden a George para que se una a ellos. (Filmaffinity) 

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Premios :

2014: Festival de Berlín: Premio FIPRESCI y Premio Alfred Bauer .
2014: Festival de Sevilla: Sección oficial a concurso.


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Críticas:

Sergi Sanchez, periodista del diario 'La Razón', califica de forma definitiva en el título de su artículo la categoría del último film del cineasta francés nonagenario: "Alain Resnais, el cine es puro teatro", una afirmación que contradice aquel célebre fotograma de la película del gran cineasta español en el que una mujer corta su ojo con una guillette para sustituirlo por el ojo de la cámara, y que Jenaro Talens incluye en su libro 'El ojo tachado'. Ya en el cuerpo de la crítica orienta al espectador respecto a lo que va a ver: " (...) aunque la muerte sigue haciendo acto de presencia: la película acaba con un entierro. Resnais quiere despedirse de nosotros desde una mezcla de ligereza y abstracción: el protagonista de la cinta, George Riley, alrededor del cual se articulan los equívocos amorosos de tres parejas en la edad madura, no aparece en todo el metraje. Es un cero, un vacío, un agujero negro que dinamiza esta comedia de los errores sentimentales que juega a explotar el artificio de los decorados haciendo del amor el auténtico teatro del mundo. Mientras tanto, un topo se asoma en plan teleñeco para ver qué se cuece en la tierra de los humanos. Irresistible." ( Alain Resnais, el cine es puro teatro. Diario 'La Razón'. 11 de febrero de 2014).




En Estados Unidos, Stephen Holden analiza "La vida de Riley", (nombre anglosajón del film), y concluye que " no es ni especialmente profunda ni escandalosamente divertida. Contenida, a pesar de incorporar elementos de la caricatura.(...),  examina el mundo desde múltiples perspectivas visuales. Se da plena expresión al impulso de Resnais para romper las barreras entre el cine, el teatro y la ilustración."Life of Riley" cambia de ubicación constantemente,y muestra una caricatura del lugar por el artista francés Blutch. Pero las casas reales, céspedes y jardines están pintados decorados diseñados por Jacques Saulnier. De vez en cuando, los conjuntos se reemplazan por una rejilla de intersección de líneas en blanco y negro." (La enfermedad de un 'bon vivant', que se obsesiona con mujeres de su pasado. The New York Times).



Peter Bradshaw se distancia de la visión de Sergi Sánchez: "La película se desarrolla en un mundo artificial excéntrico y extraño: escenografías de estudio unidas a la imitación del mundo del teatro provincial.(...) Yo personalmente prefiero las ideas más vitales, cinematográficas de Resnais en su juventud a las confecciones de sus últimos años. Pero la vida de Riley tiene su propia tristeza y encanto." (Revisión de Life of Riley (Aimer, Boire et Chanter). Canto suave del cisne de Resnais. The Guardian).




Quim Casas, en su entradilla del artículo que publica en Dirigido por...,  hace una síntesis de su opinión sobre el film del francés: "Presentada en el festival de Berlín de 2014, menos de un mes antes del fallecimiento de Alain Resnais el  1 de marzo, Amar, beber y cantar, cierra una de las filmografías más ejemplares del cine moderno con otra vuelta de tuerca sobre el arte de la representación, la relación entre el  el cine y el teatro (y cómic), la fusión de géneros y disciplinas en un cuerpo homogéneo que nadie más ha explorado como él." (Personajes, decorados cine, teatro, comic..., Dirigido por..., julio/agosto 2015).





Estas críticas evidencian el respeto que se mantiene en la actualidad por los realizadores que militaron en la Nouvelle Vague y la predisposición a aceptar cualquier extravagancia como propia del buen hacer, e incluso características de su cine que se atribuyen a otros autores como lastres, como la teatralidad que preside muchas de sus películas, que Quim Casas interpreta de la siguiente manera: "La dramaturgia de Ayckboum le sirve a la perfección para su exploración de innovadores mecanismos de representación", cuya obra "Life of Riley adapta en esta ocasión, en la que la acción transcurre en Yorkshire, ciudad a la que se aproxima un largo travelling por la carretera hasta entrar en la ciudad y fundirse con la imagen de la ciudad dibujada . (Opus cit.).

108 minutos en los que la presencia amenazante e inminente de la muerte no impide la manifestación del savoir vivre francés, que unido al prestigio de su autor, garantiza que, en esta ocasión, buscando en el baúl de los recuerdos galo se ha encontrado una película interesante para ofrecer al habitante de la ciudades que permanece en ellas en agosto.

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