Las sillas musicales. Marie Belhomme.



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Ficha técnica:

Título original: Les chaises musicales.
País: Francia.
Año: 2015.
Duración: 83 minutos.

Dirección: Marie Belhomme.
Guión: Marie Belhomme y Michel Leclerc.
Casting: Julie Navarro.
Dirección de Fotografía: Pénélope Pourriat.
Música: Alexis HK.
Edición: Sébastien de Sainte Croix.
Decorador del set: Erwan Le Floc'h.

Diseño de Vestuario: Nathalie Chesnais.

Productores: Emmanuel Barraux y Agné Vallée.
Productor manager: François Drouot.
Diseño de Producción: Erwan Le Floc'h, Philippe van Herwijnen.

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Intérpretes:

Isabelle Carré :Perrine,
Carmen Maura : Lucie,
Philippe Rebbot : Fabrice,
Nina Meurisse : Solène,
Laurent Quere : Manu,
Arnaud Duléry : Vendedor


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Sinopsis:

Perrine es una mujer muy sensible y empática con los problemas de los demás, su capacidad artística como cantante casi profesional ha propiciado que vea las cosas de una manera diferente al resto de las personas. Un día, un hombre cae en un contenedor de basura que está cerca de su casa. Tristemente, el hombre cae en un coma profundo, provocando que Perrine decida cuidarlo. Antes de que despierte, empezará a ocuparse de los asuntos personales del hombre: su trabajo, su apartamento, sus amigos. Sin querer, Perrine acabará conquistada por el hombre, esperando que cuándo se despierte se enamore de ella.

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Críticas:

Jordi Costa se dirige a los francófonos, los amantes de la cultura gala que se educaron en francés y se sensibilizan ante las cuestiones pequeñas de la vida cotidiana: "Las sillas musicales tiene la feliz idea de colocar ese arquetipo en un inestable contexto de comedia del patetismo: aquí hay, por ejemplo, una residencia de ancianos, comandado por una deliciosa Carmen Maura, que responde al nombre de “Porca Miseria” y un repertorio de disfraces –de Darth Vader a un osito de peluche, pasando por una banana– que conspiran contra la idealización de la pobre Perrine, animadora de fiestas enamorada de un tipo en coma." (A los que dudan. Diario 'El País' , 27 de agosto de 2015). Parece que lo nota de modernidad la pone el disfraz de Darth Vader, lo que es un indicio de que, en ciertos medios, George Lucas comienza a ser aceptado, cuarenta años después de llevar a las pantallas 'La Guerra de las Galaxias'.

Francisco Marinero rebaja algo el entusiasmo ante esta oleada de películas francesas que invaden los cines en verano, cuando las ciudades quedan custodiadas por aquellos que contenidos por los 1800 euros que hace poco se establecieron como máximo, (hay muchos que ganan poco, hay pocos que ganan mucho, dice la canción y repiten los humanistas, algunos en el seno de la iglesia), no disponen del cash suficiente para pagarse un hotel donde pasar unas breves vacaciones con sus familias y que deben refugiarse en las penosas programaciones de las diferentes televisiones: " Esta mujer candorosa, temerosa, solitaria y compasiva hasta el punto de apiadarse del ratón que corretea por su casa provoca con la mayor inocencia un accidente cuya víctima, un hombre de mediana edad, entra en coma. Sintiéndose culpable y tratando de ocultarlo, le visita en el hospital y, desde un primer engaño, se encadenan las mentiras y los equívocos clásicos en una comedia de enredo, en este caso, muy poco consistente. Tampoco importa la previsibilidad de las situaciones: lo que cuenta es la sencillez de la narración y la idoneidad de los actores." (Isabelle Carré. Diario 'El Mundo". 27 de agosto de 2015). No es lo mismo sentirse culpable que intentar ocultar un accidente.

Según Carmen Lobo: "Posee dosis de realidad esta comedia romántica alejada, por fortuna, del amaneramiento o las toneladas de azúcar que caracterizan a la mayoría, pero algo no acaba de encajar en el puzzle, esa rapidez con que Perrine se inventa otra identidad, aunque tampoco es menos cierto que a veces la desesperación nos hace temerarios. Y un día te despiertas feliz." ("Las sillas musicales": el amor en los tiempos del coma. Diario 'La Razón', 28 de agosto de 2015).



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