The lords of Salem







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Comentario:

Rob Zombie (Robert Bartleh Cummings), músico hard rock/metal creador del grupo White Zombie, escritor y cineasta, e inclinado a la serie B en cualquiera de sus producciones, nos tiene acostumbrados a espectáculos sangrientos. The Lords of Salem, realizada en 2012, en plena depresión económica, una crisis de cambio de era que afectó en primer lugar a la música y más tarde a todas las manifestaciones de la creatividad humana, gira en torno a las posesiones diabólicas de aquellos más proclives a llegar a pactos con el diablo para subsistir, sea de buena o mala gana,  protagonizada por su esposa Sheri Moon Zombie, en un mundo que parece carente de cualquier deidad protectora. El envío de una caja misteriosa que contiene una cinta con una música diabólica, pone sobre la pista a un historiador que escribió sobre las brujas de Salem y se descubre que la música que llega ahora  es la misma que se compuso en el siglo XVII para las brujas que formaban una banda: The Lords of Salem. En román paladino, tanto Margareth Morgan, la bruja llevada a la hoguera con sus secuaces, como el reverendo Hawthorne, son la cara y la cruz de la misma moneda, los ancestros que de tiempo en tiempo se enzarzan en luchas cruentas, como 'La última cruzada de Satán', sobre la que escribíó Matthias.

En cierta ocasión, siendo una jovencita universitaria, tuve la oportunidad de asistir a una charla del eminente catedrático francés Pierre Vilar, profesor de Historia económica de la Sorbona, y de estar presente cuando advirtió a un joven etnólogo poco avisado, de que muchos jóvenes creen que las cosas siempre han sido como ellos las ven. Precisamente esa falta de conciencia de que la humanidad no siempre avanza, sino que en ocasiones retrocede, permite a Rob Zombie hacer una película como ésta en 2012 y resultar original. Las crisis económicas penetra en el film a través de la radio del coche de la protagonista, Heidi Hawthorne, interpretada por Sheri Moon Zombie, e informa a la población de que se van a tomar medidas para ayudar a las pequeñas y medianas empresas, una forma de introducir la vida real en esta historia satánica, y nos recuerda la necesidad de atender nuevos proyectos, de reorganizar la industria e idear  modos  imaginativos de subsistencia; frente a estos rebeldes emergen aquellos que optan por la  sumisión, la vuelta a melodías y estilos del pasado como la copla o el bolero, favoreciendo el resurgimiento de galardones como el disco de platino para todos aquellos que estén dispuestos a traicionar a la modernidad y aliarse con el pasado, cuando los jóvenes han olvidado la palabra disco. Los seguidores del reverendo Hawthorne, quien manda la música diabólica y advierte de la presencia del mal de nuevo entre la población, son los que desentierran el hacha de guerra.


Rob Zombie


Rob Zombie reivindica su música, el cine de Meliés, cuya imagen del cohete impactando un ojo de la Luna preside el lecho en el que diablo  poseerá y dejará su simiente en el vientre de Heidi/Adelaida. El realizador es consciente de que no hace música ni cine para las masas y que las primeras víctimas de estos pactos con la provocación y el lado oscuro de la vida serán los roqueros de toda calaña; la maldición de las brujas ajusticiadas recae sobre la más proclive de sus hijas hijas, la" rastafari", descendiente de Margareth Morgan y Jonathan Hawthorne, como la mayoría de los pobladores de Salem, una mujer provocadora que lleva un programa de música psicodélica en la radio 'El equipo H' en la Wiqz, en el que participa junto a Herman Salvador y Herman Jackson, un espacio muy provocativo que camina siempre en el linde entre lo más o menos 'formal' y lo  satánico; la localidad revivirá los acontecimientos del pasado y se producirá una purga a cargo de una secta que limpiará de intelectuales a la comunidad, asesinando a 36 personas de la sociedad histórica, encargadas de preservar la memoria colectiva, todos ellos oriundos de Salem. La radio le dará el tratamiento de suicidio colectivo e informará de la desaparición de Adelaida Hawthorne, más conocida como Heidi Hawtorne,  tras asistir a un concierto del grupo The lords of Salem.


Sheri Moon Zombie


Una voz en off relatará a los espectadores este macabro final, en una bella secuencia filmada en blanco y negro, en la que la cámra se detiene ante los edificios más emblemáticos, los lugares en los que se han producido los terribles acontecimientos, mientras desfilan los  títulos de crédito y se da la relación de las piezas musicales elegidas para crear el clima blasfemo que lleva a algunos a la locura, como Blinde By the Light de Bruce Springsteen, Give It To Me Baby de Rick James, The Spirit of Radio de Neil Peart, Crushing the Ritual de Rob Zombie, o Sei Gegrüsset, Jesu gütig y Requiem K626 de Mozart para los actos de revelación indecente y vergonzosa del diablo y la posesión de Adelaida. Aunque algunos pensábamos, erróneamente, que después de salir de la caverna y sentir el deslumbramiento que produce la luz del sol, el conocimiento era irreversible, es evidente que estábamos equivocados, se puede volver al pasado, sin necesidad de sufrir un accidente cerebral. ¿O será que más de uno todavía no ha salido de la cueva?

Rob Zombie divide en capítulos con el nombre de los días de la semana, y rinde un homenaje a Polanski y 'La semilla del diablo' (1968), por medio de unas vecinas que hacen de celestinas del diablo y favorecen el contacto y posterior posesión de Heidi; una puerta situada enfrente de la de la joven, la número 5, será el lugar elegido para contactar con Satán, aunque no será precisamente el lugar de la violación, precedida de  imágenes soeces y blasfemas. Tras la masacre surgirá un mundo nuevo, pero ¿cuál?




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