Dos cabalgan juntos. John Ford.



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Ficha técnica:

Título original: Two Rode Together.
País: Estados Unidos.
Año: 1961.
Duración: 105 minutos.

Dirección: John Ford.
Guión: Frank Nugent, basado en la novela de Will Cook.
Casting:
Dirección de Fotografía: Charles Lawton,  Jr., a.s.c. Eastman color por Pathe.
Música: George Diming. Orquestación: Arthur Morton.
Edición: Jack Murray.
Director artístico: Robert Peterson.
Decorador del set: James M. Crowe.e.
Supervisor de sonido: Charles J.Ric

Supervisión de maquillaje: Ben Lane, s.m.a.

Productor: Johm Ford. Stan Shpetner.
Compañías. Productora: Columbia Pictures Corporation.

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Intérpretes:

James Stewart: Sheriff  Guthrie McCabe/ Guth,
Richard Widmark: Teniente Jim Gary,
Shirley Jones: MartyPurcell,
Linda Cristal: Elena de Madariaga,
Andy Devine: Sargento Darius P.Posey,
John McIntire;  mayor Frazer,
Paul Birch: Edward Purcell,
Willy Bouchey: Harry J.Wringle,
Henry Brandon: Quanah Parker,
Harry Carey, Jr.: Ortho Clegg,
Olive Carey: Abby Frazer,
Ken Curtys: Greely  Clegg,
Chet Douglas: Ward Corbey,
Annelle Hayes: Belle Aragon,
David Kent: Running Wolf,
Anna Lee:  Mrs. Malaprop,
Jeannette Nolan: Mrs. McCandless,
Fred  Rainey:  Henry Clegg,
Cuck Robertson: comanche,
Stone Calf
Woody Strode, O.Z. Whitehead, Dan Borzage...

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Sinopsis:

La primera colaboración del legendario director de westerns, John Ford ,(ganador de seis Oscar, gracias entre otras a 'La diligencia', 'Centauros del desierto' y 'El hombre tranquilo'), y la estrella Jimmy Stewart, 'Dos cabalgan juntos', es una historia tensa y llena de suspense sobre dos 'abogados 'que invaden el territorio de los indios Comanches para rescatar  dos mujeres blancas capturadas por la tribu. Esta película representa, de forma cruel y sin sentimentalismos,el reencuentro de los rehenes con la violencia de la sociedad 'civilizada'.

Stewart protagoniza el film como un mariscal de EE.UU. que debe intercambiar armas por rehenes con los temidos Comanches. El personaje, un tipo descreído y corrupto, supuso una sorprendente ruptura con respecto a  los papeles de hombre recto que Stewart  había desempeñado hasta el momento. Acompañado de Richard Widmack, Stewart encuentra a los rehenes, pero no se decide a llevarlos de vuelta a casa, porque sabe que no se van a adaptar a la vida de los colonos. Finalmente, la opinión de Widmack se impone, y el retorno triunfal del grupo no se hace esperar.

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Comentario:

Francisco Javier Urkizo considera esta película como  un "espléndido western de Ford, una pequeña pieza complementaria para la gran 'The Searchers' (Centauros del desierto, 1956) aunque en un principio se intentó que filmase un simple remake de aquella. Ford aceptó el encargo como favor a Harry Cohn y en atención a a los actores elegidos para la empresa. Impuso como condición el poder transformar el argumento a su gusto y dedicó sus esfuerzos a fortalecer su particular visión de las guerras, del racismo y de las raíces del pueblo estadounidense. Se ha dicho con frecuencia que esta película señala un cambio  en los intereses temáticos  de Ford, pero si se observa con minuciosidad, se descubrirá en ella la perpetua la defensa de los valores fordianos y, a pesar del pesimismo de la aventura, un desenlace más eufórico que en ocasiones anteriores con la sugerencia sobre la posibilidad de construir un nuevo futuro mejor para los protagonistas."

La primera secuencia adopta la forma de una delirante conversación de los dos protagonistas de esta buddy movie sobre las corruptelas que acompañan al cargo de sheriff, que le permiten fumar puros constantemente e invitar a regimientos enteros y a cualquiera que se cruce con él a cervezas en el bar de su compañera sentimental,  que comparte con él sus ganancias, sin que se haga explícito el negocio que los une, aunque sea fácil de imaginar. La llegada de un teniente del ejército de la Unión, con un sueldo de miseria y un uniforme lleno de polvo, como el de los soldados que constituyen su acompañamiento para la misión específica que se le ha encomendado permite contrastar la diferente naturaleza de ambos hombres, presentada con gran sutileza, a lo que colabora la imagen preconcebida que el público tiene de James Stewart.

Planos fijos de carácter secuencial para los momentos temáticamente climáticos,  de una película que acude a las raíces de la corrupción, que nace con los primeros poblados de los colonos, un experimento de esta lacra social que nos acompaña constantemente que hace posible el descubrimiento de un nuevo mundo y la llegada de una población nueva a unos territorios que ocupa con una ineficaz resistencia por parte de unos pueblos que están en una fase de evolución cultural más atrasada y no disponen, hasta mucho más tarde gracias a los traficantes, de armas de fuego. Este laboratorio permite a Ford analizar, sin abandonar en ningún momento el tono de comedia, algo que dice mucho a favor del maestro de cineastas: cómo se forjaron las clases sociales, cómo se explotó a los más débiles y cómo surgió el racismo feroz que todavía anida en los corazones de muchos norteamericanos. Las tribus aborígenes, a las que se llamo indios por error, ya fueran comanches, apaches o sioux, solían secuestrar a mujeres y niños y convertirlos en parte de los suyos, por lo que acababan odiando ferozmente a los invasores blancos, que eran, en realidad, sus propios padres  o hermanos.

Un grupo de colonos se acercan a territorio comanche en busca de los suyos, desaparecidos en un amplio periodo de veinte años, y el ejército contrata al corrupto sheriff Guthrie McCabe, para que negocie con este pueblo y pueda traer a los secuestrados a casa, y le pone un escolta de paisano, el teniente Jim Gary. Cuando el oficial al mando del lugar negocia con McCabe reflexiona en voz alta acerca del castigo que para estas gentes puede ser un hombre sin escrúpulos como el sheriff: ".Los colonos estaban esperando a un Moisés y les llega una plaga." (...), Solo Dios puede hacer de dios.Tras años de separación y con dos pueblos incapaces de comunicarse a no ser con las armas y con los que ya no se podía negociar con telas y abalorios, se busca al hombre experimentado, que habla su lengua y conoce su idiosincrasia, y, acompañado de un militar  disfrazado de civil, un pordiosero al lado del corrupto agente de la ley, comienza su particular buddy/road movie en la que no se producirá un acercamiento moral entre los dos hombres a lo largo de su trayectoria de ida y vuelta.  Solo al final, y gracias al amor, se producirá un acercamiento y brotará un atisbo de ética y honestidad en el agente 'al servicio de la ley y el orden'.


La última frase, la que cierra el film, la pronuncia Richard Widmack: "Creo que Guth ha encontrado algo al fin que deseaba más que el diez por ciento". A buen entendedor...




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