La Cumbre Escarlata. Guillermo del Toro.

Ficha técnica:

Título original: Crimson Peak.
País: Estados Unidos.
Año: 2015.
Duración: 119 minutos

Dirección: Guillermo del Toro.
Guión: Guillermo del Toro y Matthew Robbins.
Casting:
Diseño de Fotografía: Dan Laustsen, d.e.f.
Música: Fernando velazquez.
Edición: Bernat Vilaplana.
Director artístico: Thomas E. Sanders.
Decoración del set: Jeffrey A. Melvin.

Diseño de Vestuario: Kate Hawley.
Jefe de departamento de peluquería: Cliona Furey,
Jefe de Departamento de maquillaje: Jordan Samuel.


Productores: Thomas Tull, p.g.a., John Jashni, p.g.a., Guillermo del Toro, p.g.a., Gallum Greene, p.g.a.
Productor ejecutivo: Julian Share.
Diseño de producción: Tom Sanders.
Legendary Pictures y Universal Pictures presentan una producción de Legendary Pictures/ DDI.

Intérpretes:

Mia Wasikovska: Edith Cushing,
Jessica Chastain: Lucille Sharpe,
Tom Hiddleston: Thomas Sharpe,
Charlie Hunnam: Dr. Alan McMichel,
Jim Beaver: Carter Cushing,
Burn Gorman: Holly,
Leslie Hope: Mrs. McMichael.
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Sinopsis:

Una tragedia familia coloca a una escritora en la tesitura de tener que elegir entre el amor de su amigo de la infancia  y la tentación que representa un misterioso desconocido. Intentando huir del pasado, llega a una casa que, respira, sangra y recuerda.

Críticas:

Guillermo del Toro ha hecho una película de terror elegante y muy sangrienta, a la vez que muy bella por el trabajo de las cámaras, los juegos, los disfraces y los efectos especiales, aunque resucita tropos de terror vetustos, de hace décadas, utilizados de forma convencional, en lugar de hacerlo de manera fresca y subversiva. Mucho más elaborado y suntuoso que el reciente cuento doméstico The Babadook, pero menos aterrador y perturbador (...) Guillermo del Toro ha cuidado al detalle los accesorios de fantasía, las telas gloriosas, las capas de ropa, la coordinación de colores, los muebles, las cerámicas del baño, las pinturas de las paredes, los últimos inventos y manifestaciones de cambio de siglo; sientes la vida de la clase alta compulsiva, pero no fetichista (...) Debe hacerse especial atención al diseñador de producción, Tom Sanders, la diseñadora de Vestuario, Kate Hawley, el director de Fotografía, Dan Laustsen y su personal..."  (Crimson Peak , 2015. The Hollywood Reporter).

El resto de críticos norteamericanos, con más o menos entrega, insisten en la elegancia de los sustos, que resultan verdaderamente inquietantes, aunque no falta quien se siente decepcionado por un relato que siente superficial e insustancial (Peter Debruge de Variety). En España, Jordi Costa muestra un entusiasmo desorbitado con un análisis entusiasmado en el que quiere ver mucho más de lo que hay, que no es precisamente la cuestión: " En La cumbre escarlata, el personalísimo ejercicio de Guillermo del Toro sobre lo gótico, el mexicano encuentra incluso un pretexto narrativo para que la siniestra mansión que preside el relato supure, directamente, sangre (o algo muy parecido e igualmente viscoso) en cegador rojo oscuro: la arcilla del terreno propicia, así, una eficaz metáfora visual sobre la malignidad del entorno. Profundo conocedor de la historia del género, pero también atento y obsesivo lector de sus fuentes literarias, Del Toro, con la complicidad de Dan Laustsen (fotografía) y de Thomas E. Sanders (diseño de producción), emprende aquí, para el cine de la era digital, una revolución visual paralela a la que en su día impulsó Corman: lo macabro nunca había lucido así, desplegando inagotables matices de lo oscuro, logrando que la hipervisibilidad no juegue en contra de la atmósfera y los sustos (...) La película además "aborda temas de peso –la relación perversa entre la vieja Europa y el Nuevo Mundo, la claustrofobia de la mujer bajo los códigos sociales- pero, ante todo, se despliega como gozosa orgía formal ". (La casa que sangra. Diario 'El País', 16 de octubre de 2015).

Para Luís Martínez : "Al director mexicano, para entendernos, no le interesa tanto la trama como la fiebre; no se trata de acercarse al misterio del crimen como al crimen en sí. Y ello mediante la descripción detallada de la sangre, la carne, la sombra y la náusea. Importa la definición del horror en cada trazo. Entre Mary Shelley, el Hitchcock de Rebeca y, lo más importante, el giallo de Mario Bava, la película avanza consciente de los mitos que congrega; de los fantasmas de la retina. Una joven autora (no en balde, la misma Mia Wasikowska que diera vida a Jane Eyre) se debate entre el amor de la infancia y la tentación de un noble forastero." (Sangre que se come. Diario 'El Mundo', 15 de octubre de 2015).

Jordi Batlle Caminal se mantiene en la misma tónica: "'Del Toro es consciente de que, desde los primeros minutos de proyección, el público reconocerá los ecos múltiples que reverberan en el relato y sus atmósferas: en La cumbre escarlata conviven felizmente Charlotte Brontë (Jane Eyre) y Emily Brontë (Cumbres borrascosas), Alfred Hitch­cock (Rebeca, Encadenados y Atormentada), la estética de la Hammer, los clásicos de Poe reformulados por Roger Corman y un romanticismo exacerbado de acento teutón. Podían haber sido referentes metidos a la brava por un cineasta caprichoso, pero en manos de Del Toro acaban conformando un mundo propio y cohesionado, visualmente deslumbrante: diseño de producción, vestuario y fotografía (una paleta de colores de otro mundo, preciosos) armonizan a la perfección, creando una textura de cuento gótico genuino como no contemplábamos desde Sleepy Hollow, la última obra maestra de Tim Burton." ( 'La Cumbre Escarlata': Deslumbrante cuento gótico. Diario 'La Vanguardia', 16 de octubre de 2015).