Kinetta. Yorgos Lanthimos.












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Ficha técnica:

Título original: Kinetta.
País: Grecia.
Año: 2005.
Duración: 95 minutos.

Dirección: Yorgos Lanthimos.
Guión: Yorgos Lanthimos, Yorgos Kakanakis.
Casting: Christina Akzoti, Alex Kelly
Dirección de Fotografía: Thimios Bakatatakis.
Edición: Yorgos Mavropsaridis.
Decoración del set: Anna Geordiau.
Jefe de departamento de sonido: Stephanos Efthymiou.

Jefe de Departamento de maquillaje: Daniel Babek.

Productor: Athina Rachel Tsangari.
Compañías. Productoras: Haos Film, Modiano Inc., Top Cut,, Stefi Cine & Productions; co-producción: Kino; distribuidor: Second Run.
Todos los créditos en Imdb.


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Intérpretes: 

Evangelia Randou
Aris Servetalis
Costas Xikominos
Hector Kaloudis
Youlika Skafida: Víctima.









Sinopsis:

En una  ciudad turística griega, habitada durante la temporada baja únicamente por trabajadores emigrantes, un policía de paisano, que siente pasión por los automóviles, las grabadoras y las mujeres rusas, investiga una serie de asesinatos recientes en la zona. En su trabajo goza de la colaboración de un empleado de una tienda de fotografía, un hombre solitario, fotógrafo a tiempo parcial, y una joven camarera de hotel, que va a representar el papel de las víctimas. Los tres personajes se involucran en la recreación de los asesinatos, con una excesiva atención a los detalles con una finalidad científica cuestionable.


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Críticas:

Para D-Kaz.com el debut de  Yorgos Lanthimos parte de una premisa fascinante, poco desarrollada, elíptica y cerca de la banalidad sin palabras (...) Las representaciones son brutalmente lentas, como si las personas ensayaran una secuencia de lucha que va a filmar posteriormente con más fluidez, a pesar de que el cámarógrafo estan filmando estas recreaciones-piloto torpes. Este movimiento retardado de los 'actores' se alinea con la fotografía de Thimios Bakatatakis, realizada con cámara al hombro y un uso abundante de zoom, cuyo resultado es la fluctuación y la inestabilidad constante, así como la sensación visual que hace que el movimiento de los personajes por el espacio sea tan extraño como el uso de cámaras lentas durante las escenas forenses.(worlsdcinema.org).





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Comentario:

Cuando Yorgos Lanthimos hizo esta película, basada en un guión escrito en colaboración con Yorgos Kakanakis, su primer largometraje, no partía de cero, sino que procedía del mundo de la televisión y del videoclip, Sus productos suponían una especie de anticipo de lo que estaba por llegar, de ese enfant terrible que llevaba dentro, una sensibilidad creativa que rompía con todos los tabúes de la sociedad occidental y que conducía a su autor hacia la senda de la oscuridad, tanto en la contemplación de las relaciones interpersonales, como con el entorno enrarecido y la sociedad a medida que la situación de su país se volvía confusa. La película es de 2005 y todavía faltaba un poco de tiempo para que estallara la crisis que nos ha conducido a la depresión económica y que nos ha hecho caer en el fondo de un pozo en el que estamos cubiertos de un  fango moral que nos ahoga, mientras nos  angustiamos con la confusión. Ya hubo más de uno, como Oliver Stone, experto observador, que nos advirtió en Wall Strret (1987) de las arenas movedizas en que estábamos hundiéndonos lentamente, porque las crisis no se gestan en un día y las transiciones entre sistemas productivos pueden durar muchos años, a pesar de que hoy vivimos un mundo acelerado. Este clip de Leon of Athens anuncia a un realizador muy particular.






No cabe pues la menor duda de que, quien ha realizado este producto domina el oficio, y de que las torpes y temblorosas cámaras que persiguen a los protagonistas de Kinetta obedecen a un efecto de extrañamiento, un deseo de Lanthimos de marcar una distancia con el espectador para obligarlo a implicarse en una historia sin palabras, un relato que apunta ya al teatro del absurdo en que sumergirá sus películas en el futuro. Una estética que hace tambalear las teorías desgarradoras y contra toda convención de Godard, en la que no sólo dice adiós a la división tradicional del relato en partes, sino también al lenguaje expresado mediante diálogos; cuando utiliza la palabra lo hace para hacer evidente lo obvio y celebrar lo trivial.

Aconsejamos un recorrido por la red en busca de materiales que nos ayuden a comprender el cine de este cineasta que parece haber entendido el motor que movía a los dramaturgos del teatro del absurdo y las lecciones de cine de Godard, referentes que eliminan los corsés y derriban las barreras que se levantan ante cualquier acto creativo.


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