Star Wars: el despertar de la fuerza.





Imagen cedida por BMA House a cinelodeon.com




Ficha técnica:

Título original: Star Wars: The Force Awakens.
País: Estados Unidos.
Año: 18 de diciembre de 2015.
Duración:  136 minutos

Dirección: J.J.Abrams.
Guión: J.J.Abrams, Lawrence Kasdam, Michael Arndt.
Casting: Nina Gold.
Personajes: George lucas.
Dirección de Fotografía: Daniel Mindel.
Música: John Williams.
Edición: Maryann Brandon, Mary Jo Markey.
Director artístico: Alastair Bullock,
Decorador del set: Lee Sandales.

Diseño de Vestuario: Michael Kaplan.
Responsable de maquillaje: Amy Byrne.

Productores: J.J.Abrams, Bryan Burk, Kathleen Kennedy.
Productores ejecutivos: Tommy Harper, Jason D.MacGatlin.
Diseño de producción: Rick Parter.
Compañías: Walt Disney Pictures,



Intérpretes:


Harrison Ford : Han Solo,
Mark Hamill : Luke Skywalker,
Carrie Fisher : Princess Leia,
Adam Driver : Kylo Ren,
Daisy Ridley: Rey,
John Boyega : Finn,
Oscar Isaac : Poe Dameron,
Lupita Nyong'o : Maz Kanata,
Andy Serkis : Líder Supremo Snoke,
Domhnall Gleeson : General Hux,
Anthony Daniels : C-3PO,
Max von Sydow : Lor San Tekka,
Peter Mayhew : Chewbacca,
Gwendoline Christie : Capitán  Phasma,
Créditos en Imdb.

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Sinopsis:


Primera entrega de la trilogía anunciada por The Walt Disney Company tras adquirir los derechos de la franquicia (propiedad de Lucasfilm Ltd. hasta 2012). George Lucas, creador de la saga, intervendrá tanto en este episodio como en los dos siguientes en calidad de consultor creativo. J.J. Abrams llevará la batuta en 'Star Wars: Episodio VII: El despertar de la fuerza'; además de dirigir la cinta, el creador de 'Lost' firma el libreto junto al veterano Lawrence Kasdan, una de las personas que más conoce el Universo y los personajes de la saga. En esta entrega se darán cita antiguos miembros del reparto original (Harrison Ford, Carrie Fisher o Mark Hamill) junto a nuevas promesas, como John Boyega o Daisy Ridley. 'Star Wars: El despertar de la fuerza' comienza aproximadamente 30 años después de los acontecimientos de 'Star Wars: El retorno del Jedi'. En esta ocasión conoceremos a tres nuevos protagonistas: una joven llamada Rey, un chico llamado Finn y un piloto de naves llamado Poe Dameron. Ellos tres formarán parte importante de un nuevo enfrentamiento entre el bien y el mal, encarnados por la Resistencia y la Primera Orden. 38 años después de la primera parte, llega un nuevo episodio de 'La Guerra de las Galaxias'. El lado oscuro regresa y lo hace con mayor fiereza que la última vez. El malvado Kylo Ren (Adam Driver) desea emular el poder de Darth Vader, provocando una hecatombe en la paz intergaláctica. Una nueva heroína surgirá del lado luminoso, Rey (Daisy Ridley). Le acompañará un Stormtrooper arrepentido, Finn (John Boyega), y un piloto rebelde Poe Dameron (Oscar Isaac). Juntos vencerán a un lado oscuro que regresa. Kylo Ren no viene solo, le acompañan la Capitán Phasma (Gwendoline Christie) y el General Hux (Domhnall Gleeson), que están a la orden del Líder Supremo Snoke (Andy Serkis), maestro de Kylo Ren y máxima figura del lado oscuro. Junto a los nuevos héroes, estarán el trío de personajes original para ayudarles en su nueva misión. Han Solo, la princesa Leia (convertida en general), Chewbacca y Luk Skywalker serán piezas clave para que Rey, Finn y Poe Dameron venzan al lado oscuro. (Cines Lys de Valencia).


Crítica y comentario en breve.
Comentario:

Es muy pero que muy difícil realizar un buen comentario cuando no podemos manejar datos en los que fundamentar nuestros argumentos, cuando debemos reservar información para evitar el temido spoiler, que puede enfadar a muchos espectadores que no quieren conocer datos más o menos significativos. Esta circunstancia impone una mayor oscuridad en los comentarios e incluso un tipo de análisis que nos resulta molesto, ya que se queda reducido a la expresión de si el que escribe cree o no que va a contentar a sus fans y a los frikis de la saga, si respeta la herencia de Lucas o se inclina por su nuevo mentor, Spielberg, hasta qué extremo han influido en J.J.Abrams directores que se hicieron célebres en la década de los 70, cuando George Lucas sufría por sacar adelante unas películas, etc. Una historia que, debido a la gran cantidad de información y materiales reunidos se convirtió por azar en una saga que acabó con la imaginería anterior y en un icono, no sólo para los jóvenes y adolescentes del momento, sino para quienes ni tan siquiera habían nacido cuando se estrenó y dieron sus primeros pasos, alumbrados por aquellas naves multiformes y personajes variopintos que colmaban su imaginación, al tiempo que aprendían que el mejor hombre podía caer en el lado oscuro por los avatares y los contratiempos que derivaban del simple hecho de intentar vivir de acuerdo con sus inclinaciones personales y sus verdaderas pasiones.

A nadie se le esconde lo difícil que es esforzarse por algo y conseguir el reconocimiento de los demás y los resentimientos a que esta realidad da lugar. Pero tampoco hay que despreciar los sinsabores que provoca el amor y el desamor, e incluso cómo todas estas circunstancias van forjando los caracteres de los individuos que acaban ejerciendo el poder sin empatía ni compasión por los demás. No cabe la menor duda de que es en este aspecto, en el de la creación de un contexto político, social y cultural en el que enmarcar a sus personajes, en el que J.J.Abrams cede a la mercadotecnia y deja que palabras como 'la fuerza', 'el bien' o 'el 'mal' pierdan todo el significado de que las dotó Lucas y acaben convirtiéndose en un mantra semánticamente vacío. Unas expresiones que producen resultados favorables con tan solo pronunciarlas. Finn, el personaje interpretado por John Boyega, se convierte en el receptor del nuevo adanismo, de la superficialidad de los discursos al uso, lo que provoca la burla descarada de Han Solo, (Harrison Ford) que tiene que aclararle que se necesita algo más que la buena voluntad, acompañada de la ignorancia, de que hace constantemente gala el joven para hacer frente a cualquier reto.

J.J.Abrams renuncia, pues, al verdadero legado de Lucas y opta por realizar un epitome de toda la iconografía de lo que va de siglo XXI, con algún que otro guiño a la tradición (espada artúrica) que anuncia por donde van a ir los tiros en las entregas posteriores. Ante nuestros ojos pasan homenajes a Apocalipse Now, Indiana Jones, Mad Max e incluso, si me apuran, a El Planeta de los Simios, y alguna que otra a las películas de Lucas. Todo lo referido a los VI episodios anteriores huele a jubilación: un Han Solo un tanto desmañado, los hermanos Leia y Luc, como padres o abuelos de futuras generaciones, el Halcón Milenario medio en ruinas, C3PO y R2D2 necesitados de restauración, (el primero con un brazo rojo ¿antioxidante? sin el dorado que lo caracteriza), y con el sustituto ya en pleno funcionamiento. Una chatarrera con unas habilidades inusuales para la tecnología y el manejo de cualquier tipo de naves; un malo todavía menos malo que Darth Vader (ya se verá) y algún que otro treintañero más. Claro que, donde unos ven una excesiva complacencia con los nuevos y triviales tiempos que vivimos, otros encuentran la virtud, y, está claro que J.J.Abrams no busca a un público preocupado o comprometido con su tiempo, al que, no obstante hace unos cuantos guiños que no vamos a desvelar, sino a las nuevas generaciones, a las que advierte de que aquí no va a pasar como en 'Los Juegos del Hambre',no va a defraudar, pues la historia empieza con personajes nuevos, cuyo origen se ha hecho explícito en el episodio VII, que comenzarán a andar en el futuro por sí mismos sin necesidad de andamiajes. El final queda abierto, lo que no es ninguna sorpresa, a futuras entregas, cuya evolución no es muy difícil imaginar.

Es bastante evidente que J.J. Abrams ha cedido a intereses muy marcados, obedientes a estudios de mercadotecnica sobre el perfil de sus fans, creando el primer producto blockbuster auténtico en torno a la saga de las sagas, en el que, al parecer, el director no dispone del control sobre el contenido de su obra de que disfrutó George Lucas. Un producto demasiado complaciente con la posmodernidad, en el que se busca el manido contraste de lo viejo y lo nuevo como si fueran valores absolutos en sí mismos y en el que los personajes que funcionan como transición entre los episodios anteriores y éste, en especial Han Solo, están ya amortizados. Estos personajes aparecen decadentes ante jóvenes superdotados como Rey, que acumulando chatarra son tan diestros como los jedi de antaño que sufrían duros y largos entrenamientos y al final, al no sentirse recompensados, pasaban al lado oscuro, como ocurríó con Anakin Skywalker;u otros como Finn que, si bien carecían de los conocimientos más elementales, no les faltaba valor para enfrentarse a cualquier cosa, como a los monstruos sin ojos de Attack the Block. Todo eso se ha sacrificado en pro de algo que se va con toda seguridad a conseguir: el apoyo de las nuevas generaciones, a las que, incluso se cede en las formas, en las que el realizador se aleja, en algunos momentos, de la ciencia-ficción y se acerca al cine bélico y su destrucción y juega con el barroquismo de Guillermo del Toro en el uso y abuso del latex, que poco o nada tiene que ver con el minimalismo de Lucas, del que queda alguna que otra discreta cortinilla, aunque muchos han querido ver la vuelta a los inicios, superado el bache de los episodios I,II y III.

Este es el legado de George lucas que asume Abrams, lo que no implica que más de uno sienta la curiosidad de ver qué hizo el realizador de 'Modesto', y vuelva a ver las denostadas imágenes de la lucha entre Qui-Gon Jinn (Liam Neeson), Obi-Wan Kenowi (Ewan McGregor) y Darth Maul (Ray Park), con una de las creaciones musicales más impactantes de John Williams, que muestra cierto agotamiento en el episodio VII. De hecho, una niñita de tres o cuatro años, acompañada de sus padres, nos ha hecho un espléndido spoiler apenas la película comenzaba a andar.



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