El mundo abandonado. Margarethe Von Trotta.

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Ficha técnica:

Título original: 'Die Abhandene Welt'
País: Alemania.
Año: 2015.
Duración: 101 minutos.

Dirección: Margarethe Von  Trotta.

Guión: Margarethe Con Trotta.

Casting: Sabine Schroth,

Dirección de Fotografía: Axel Bloch.
Música: Sven Rossenbach, Florian Van Volxen.
Maquillaje: Dolores Sanchez.Astrid Weber.

Productor: Markus Zimmer.
Productor ejecutivo: Herbert G.Kloiber.
Director de producción: Rainer Jeskulke.
Jefe de Producción: Manfred S.Thurau.
Edición: Max Rammler.
Sonido: Michael Bush.
Diseño de sonido: Christof Herhardt.

Diseño de Vestuario: Frauke Firl.
Compañias. Productoras: Concorde Films con el apoyo financiero de Filmstin-Tung Nordheim Wesfalen, Filmsfernsehefonds Bayern, FFA y DDF en cooperación con Wild Bunch, S.A.

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Intérpretes: 

Barbara Sukowa:  Caterina Fabiani,
Katja Riemann : Sophie,
Matthias Habich : Paul Kromberger,
Karin Dor : Rosa,
Robert Seeliger : Philip,
Gunnar Möller : Ralf Kromberger.

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Sinopsis:

Margarethe von Trotta, directora de 'Las hermanas alemanas' y 'Hannah Arendt', se pone tras las cámaras para dirigir 'El mundo abandonado', presentada en la Seminci 2015. Esta película narra la vida de Sophie (Katja Rienmann), una cantante de jazz que, un día, recibe una llamada urgente de su padre, Paul (Matthias Habich). La urgencia es que ha visto una foto de una mujer en una página web estadounidense. La mujer que guarda parecido asombroso con su esposa y madre de Sophie, recientemente fallecida. Después de enseñársela, el hombre le pide insistentemente a su hija que visite a este mujer, y conozca más acerca de ella. Pese a su escepticismo, Sophie acepta y viaja a Nueva York a conocer a esa mujer, que se llama Caterina Fabiani (Barbara Sukowa) y es una célebre cantante de ópera. Lo que parecía ser simplemente un viaje de ida y vuelta se convertirá en un momento de descubrimiento sobre el pasado de sus padres y una forma de conocerse a sí misma.

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Críticas:

Alicia G.Arribas de la Agencia Efe informa a sus lectores de que "la cineasta alemana Margarethe Von Trotta ha dejado atrás su cine de lucha y reivindicativo para contar, desde el melodrama, la historia de su propia vida, porque "El mundo abandonado", su último filme, es la narración de cómo encontró a una hermanastra oculta, un secreto del que su madre jamás le habló. (...) Explica Von Trotta (berlín, 1942) que ésta es su cuarta película sobre hermanas. Mientras estaba preparando "Las hermanas alemanas", que se estrenó en 1981, sentía una extraña necesidad por hacer películas, -dice la realizadora alemana-, sobre la relación entre dos hermanas, a las que, confiesa, en su imaginación llamaba Ana y María, "fíjate qué nombres más antiguos", se ríe esta septuagenaria que no sólo no lo parece sino que desborda una energía y un sentido del humor radiantes... (Von Trotta cuenta en "El mundo abandonado"  las mentiras de su propia vida. Agencia EFE, 29 de diciembre de 2015).

Margarethe Von Trotta.

Nando Salvá  realiza una interesante entrevista a la realizadora, una mujer que se ha especializado en contar historias de mujeres fuertes y de lazos familiares problemáticos y que ahora vuelve a tocar ambos temas en 'El mundo abandonado', un drama de tintes autobiográficos sobre una mujer que descubre a quien parece ser la réplica exacta de su madre fallecida (...) Preguntada por el periodista sobre su clasificación como directora feminista y su opinión acerca de la ProQuota-Regie, la iniciativa que un grupo de cineastas han puesto en marcha en su país para demandar que el 50 por ciento de las películas alemanas las dirijan mujeres, responde que ella misma encabezó " una iniciativa parecida a finales de los 70, porque creía que era necesario Es cierto que cada vez más mujeres hacen películas y más chicas van a la escuela de cine, pero para ellas es más difícil encontrar trabajo que para los hombres. Y, por supuesto, reciben mucho menos dinero que los hombres por el mismo trabajo. Yo, por ejemplo, estoy convencida de que recibo menos ayudas públicas que mis colegas por el hecho de ser mujer. Absurdo, ¿verdad?" (Margarethe Von Trotta: "Siempre he sentido que crecí a oscuras". Nando Salvá. El periódico, 2 de enero de 2016).

Jordí Costa contempla el nuevo film con una gran dosis de cinismo y buen talante, aunque lo cierto es que, en esta ocasión, podía haber sido más duro: "El parecido (entre la madre de la protagonista y una cantante lírica americana) abre la puerta al enigma, tras el que se oculta un secreto familiar en forma de historia de amor contrariado. Al espectador se le puede disparar una razonable y justificada señal de alarma muy pronto: en cuanto aparece el manager de la diva –personaje acusadamente acartonado- y, en menos tiempo del que se dice cliché, inicia una relación sentimental con la protagonista que suena a recurso narrativo tronado, gastado por el uso y rebozado en aroma de naftalina. Que las actrices Barbara Sukowa y Katja Riemann recorran esta película vacía de carisma, turbación y verdadero misterio con toda la dignidad de la que son capaces dice mucho de su savoir faire. O del poder embaucador de la directora." (La muerta que canta. Diario 'El País' , 31 de diciembre de 2015).

"Como ya se demostró en títulos como 'Las hermanas alemanas' (1981), los lazos fraternales y la solidaridad femenina siempre han interesado a Margarethe von Trotta. Para reincidir en ellos, ahora la directora pone el foco en una intriga de ecos chabrolianos: una cantante de jazz, Sophie (Katja Riemann), viaja a Nueva York para localizar a la famosa soprano Caterina Fabiani (Barbara Sukowa), que parece ser la réplica exacta de su madre, y ambas mujeres deciden trabajar juntas para resolver un misterio de amores perdidos y secretos familiares desvelados.