Hitch. (especialista en ligues) Andy Tennant.




Ficha técnica, sinopsis, cartel, fotografías y trailer. (Pinchad aquí)

Comentario: 

Apenas da comienzo el film,  Will Smith rompe la cuarta pared y apela a su público y  lo interroga sobre la necesidad de las mujeres de encontrar cada día al hombre de su vida, algo que podrá comprobar si observa el lenguaje no verbal, que supone, según él, el 60 % de la comunicación humana. Un 30 %  más está en el tono de voz . O sea que el 90 % de lo que se dice no sale de la propia boca. Si a ello añadiéramos algo que el protagonista no tiene en cuenta, la comunicación por medio de imágenes mucho más elocuentes que el lenguaje convencional, las cifras se alterarían profundamente. Pero la película es de 2005 y las innovaciones corren mucho más deprisa de lo que cualquiera puede observar en el día a día y la nueva sociedad tecnológica y del conocimiento proporcionan información no sólo al destinatario, sino a cualquiera que se detenga y observe las formas de comunicarse en las redes sociales, porque las sugerencias quedan congeladas, atrapadas en fotografías que recogen un instante y quedan fijas para siempre. Cualquiera las puede descodificar una y otra vez, algo que convierte en ingenuo el mensaje de Andy Tennant tan pronto como el film echa a andar, ya que su trabajo consiste en abrir los ojos a sus clientes, todos ellos masculinos.




Ni siquiera una mujer hermosa sabe lo que quiere, continua, hasta que no lo ve, ¿? y ahí es donde entra el Doctor Amor. Ya que su trabajo consiste en mantener alertas y bien despiertos a sus clientes, pues "cualquier hombre es capaz de hechizar a una mujer con la varita adecuada". Así, pues, también hay desde el principio una afirmación  inaceptable sobre la psicología femenina, que contrasta con lo que han dicho otros cineastas desde la comedia hasta el drama más cínico, desde Allen hasta Chabrol: "la sensación del primer beso es todo lo que una mujer necesita saber de una relación." ¿Dónde dejamos la lucha por el poder, que se da en ambos sexos y que depende del status, del carácter, de las carencias y un largo etcétera que define a cada uno de ellos? Está claro que Tennant se ha educado en un ambiente de publicistas, acostumbrado a describir lo que ve, sin profundizar., un cineasta muy tradicional como ya había demostrado en 'Sweet Home Alabama' (2002).





A todo esto se añaden todo tipo de trampas dialécticas y gags sin la menos gracia, como la visita a la isla de Ellis, en cuyo registro figura el tatarabuelo de la mujer a la que quiere conquistar con el apodo de 'El Carnicero', un cognomen que no sabe interpretar. El experto en dar consejos está necesitado de amor y la experta en juzgar la vida de los demás tiene el mismo problema, lo que hace previsible, también desde el principio cual va a ser el final. No obstante es preferible aguantar este discurso casposo y trasnochado, que soportar a Will Smith cuando se pone farruco y digno frente a otro hombre que acude a una agencia a buscar pareja para una noche ¿Hay alguien a quien se le ocurra ésto? Hitch está al frente de un negocio, no una O.N.G., pero es difícil imaginar que un broker soltero que acaba maltrecho ante el trasero del toro de Wall Street, símbolo  del optimismo, la agresividad y la prosperidad financiera y  próximo a embestir, acuda a que le preparen un plan de una noche, porque no tiene tiempo para la seducción. ¿ O si? Este tema ya fue tratado con mejor fortuna en 'Nueve semanas y media'de Adrian Lyne, 1986).




Lo que empieza siendo el consejo a los espectadores de un experto en relaciones de apareja acaba en el melodrama más convencional de los que inundan las pantallas y representan el más puro estilo de la nueva comedia americana mainstream, algo que que parece que a Andy Tennant no le importa demasiado. Si Sweet Home Alabama nos decepcionó, Hitch (especialista en ligues) nos deja estupefactos. Hace falta algo más que  ésto para convencer a los espectadores para que se levanten del sillón, se vistan adecuadamente y se trasladen a una sala de proyecciones para disfrutar de un espectáculo. Para ver una película como ésta quizás hubiera sido mejor repantigarse en  un sillón de su casa, freir palomitas y disfrutar de una comedia insustancial, aunque no exenta de peligro. Algo parecido a los sprays paralizantes.


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