El libro de la selva.





Cartel, ficha técnica, sinopsis, críticas, trailer. (Pinchad aquí)


Crítica:



Si Louis de Pointe du Lac, el personaje  interpretado por Brad Pitt,  ( 'Entrevista con el vampiro' de Joseph Losei ), repitiera por segunda vez la experiencia de entrar por la noche en un cine, transcurridos cincuenta años desde que Wolfang Reitherman hiciera en 1967  su película sobre Mowgly, exclamaría algo parecido a aquello que dijo la segunda vez que en su no-vida fue al cine el bello chupa-sangre: " (... ) y allí una maravilla mecánica me permitió ver el amanecer por primera vez después de doscientos años. Y, qué amaneceres!, vistos como el ojo humano podría verlos. Primero plateados y luego, al pasar los años, en tonos púrpura, rojos y en mis añorados azules." En la nueva era del conocimiento en la que estamos penetrando, el hombre emula a su 'creador' y busca hacer realidad el mito de Frankenstein de que habla Noël Burch, logrando que un cachorro humano conviva, se revuelque, juegue, pelee con seres creados por la tecnología, sin que ya nadie se sorprenda como ocurrió en otros tiempos cuando el público gozoso disfrutaba con el famoso conejo, Roger Rabbit, de Robert Zemeckis, coqueteando con una pelirroja explosiva, acompañados ambos por Bob Hoskins.

Jon Favreau ha hecho un film inteligente, para todos los públicos, con guiños a un espectador infantil que nace y se desarrolla con la mecanización y no le resulta extraña ni sorprendente  la stop motion o la motion capture, live action o 3D,  e incluso alguna cita a la cadena alimentaria, merced a la educación transversal que reciben en las escuelas,  y referentes clásicos de todos los tiempos para los adultos,  desde la loba que cuida del niño, hasta el joven que arroja la flor roja para no repetir la historia de su padre, Lugares comunes literarios, históricos y cinematográficos, que obedecen a un leitmotif muy antiguo, 'Homo homini lupus est' (El hombre es un lobo para el hombre), y conciben la selva como un locus amoenus con leyes más justas, una utopía de la de que somos deudores a Rdyard Kipling. Cameos del cine actual que provocan más de una sonrisa cómplice en los adultos cinéfilos y amantes del mainstream que llenan las salas y evitan la caída del propio cine . Es curioso que sólo algunos críticos, que debieran ir por delante de su público y saludar los avances de la ciencia, den la sensación de sentir la necesidad de justificarse, aunque para ello haya que retroceder a los tiempos en los que Prometeo fue encadenado  y castigado cruelmente por dar el conocimiento de cómo hacer fuego a los hombres, un invento por el que es capaz de morir el gigantepitecus  King Loui. Si lo dudamos podemos leer lo que dice Luís Martínez que tras reconocer que la película es "un prodigio técnico tan inútil y perfecto que no queda otra que rendirse", concluye afirmando que si bien "carece del brillo o el encanto del original, ya no hay apenas rastro de las prodigiosas canciones que todos sabemos... pero, admitámoslo, no hay forma de cerrar los ojos un solo segundo. Pocas veces los animales hablaron con tanta claridad; nunca antes los orangutanes (hablamos del rey Louie) impresionaron más y, quién sabe si por primera vez, se explica con una claridad meridiana la manía que el tigre Shere Khan le tiene a Mowgli. Es así." (1) Lo admitimos sin problemas. (2)

Otros se entregan a la fascinación y el disfrute de un film estupendo sin problemas, como Joan Pons quien comienza incluso con un lema latino; ": Citius, altius, fortius! (más rápido, más alto, más fuerte! ( La versión para espectadores del s. XXI de “El libro de la selva” sigue el dictado del lema olímpico compitiendo con espíritu ganador en las categorías Prodigios del CGI, Portentos del live action y Maravillas del 3D. Aunque, de hecho, este film está aquí para batir récords menos técnicos y más intangibles: los de conseguir hacer creíble y disfrutable en pantalla una fábula con animales parlantes en, ejem, imagen real (realista, quizá sería mejor, que hay mucho pixel en todos y cada uno de sus fotogramas). ¡Y sin bordear apenas el ridículo ni resquebrajar la suspensión de incredulidad!."

Afortunadamente se puede observar que en la vieja Europa, ahora que ya no está Umberto Eco para escribir 'Apocalípticos e integrados' II, va aceptando la incorporación de todos los mecanismos que mejoran la representación fílmica. El filólogo y escritor semiólogo,  aunque nos dejó la opinión que le merecían las redes sociales, en especial Facebook y Twitter que dan voz a una legión de idiotas y apenas permiten que se oiga la de un premio Nobel, nunca arremetió contra el soporte, sino que señaló uno de sus grandes inconvenientes:  que no filtre ,que no separe el grano de la paja, un hecho que obliga al estudioso a esforzarse más para encontrar la información." La computadora multiplico los libros" , -dijo -,   y permitió  que hoy todos puedan publicar sin pagar, así que arruinó a los editores que cobraban para publicar a los malos poetas”  (3)

Todd MacCarthy ya anuncia en la entradilla de su artículo por dónde va a ir su crítica:" Jon Favreau dirige la última versión cinematográfica del clásico de Rudyard Kipling con imágenes CGI sofisticados y un elenco de voces de grandes estrellas." Mas adelante reconoce que " así como el drama y su tratamiento puedan ser convencionales e incluso familiares, la película se mueve hacia una calidad visual realista, de animales excepcionales, cuyas interpretaciones siguen siendo impresionantse en todas partes." Favreau y el director de fotografía Bill Pope mantienen con vigor la cámara, que no se mueve en absoluto, pero en los momentos más tranquilos el equipo de efectos visuales dirigido por Robert Legato y Adam Valdez ha creado ajustes  tan suntuosos que se ven tan realistas como cualquier CGI jamás presentado en una película de estudio integrando a los seres humanos y animales, así como sus caracteres y sus formas sin costura." (4)

Jon Favreau puede sentir la satisfacción de no hber recibido una crítica negativa, y si algún matiz de quien se resiste a aceptar que el mundo está cambiando, que quizá mucho puesto de trabajo destacado y destacable peligra, y que descender a la arena a pelear de forma anónima, con quien está dispuesto a luchar por conseguir que se le oiga, es una labor muy dura y nada apetecible. Por el contrario los mismos creadores de opinión suelen presumir de erudición (hoy es muy fácil de conseguir) con el relato del nacimiento de la imagen en movimiento, desde la linterna mágica al cinematógrafo de los Hermanos Lumiére; la nueva forma de desacreditar a la competencia es atacándola en sus puntos más vulnerables, (las redes sociales).

Pero ya hace tiempo advertían Umberto Eco y  Martin Scorsese a su hija Francesca, al comenzar su carrera cinematográfica, cuando le escribió para hablarle del futuro, que él veía a través de la lente de su mundo, del cine que había estado (y está)  en el centro de su existencia: "Las películas que te he mostrado desde que eras niña y que estaba tan en boca de todos cuando comencé a rodar, se acercan al final. No me refiero a las películas que ya se han hecho. Me refiero a las que están por venir. No quiero causarte inquietud. No escribo estas palabras con espíritu derrotista. Al contrario, creo que el futuro es brillante. Siempre supimos que las películas eran un negocio y que el arte del cine es posible al haberse alineado con las condiciones económicas. Ninguno de nosotros, los que comenzamos en los años 60 y 70, nos hacíamos ilusiones en ese sentido. Sabíamos que tendríamos que trabajar duro para proteger lo que queríamos. También sabíamos que quizás tendríamos que atravesar períodos difíciles (...) Puedes crear hermosas imágenes con cámaras que te puedes permitir. Puedes grabar sonido. Puedes montar, mezclar y hacer corrección de color desde tu casa. Todo eso es ahora posible. (...) No creo, sin embargo, que esté siendo pesimista cuando te digo que el arte del cine y del negocio de las películas se encuentran ahora en una encrucijada.(...) Entonces, ¿por qué el futuro es tan brillante? Porque por primera vez en la historia de esta forma de arte, se pueden hacer películas por muy poco dinero."

Cuando el público acude a una sala busca historias que le hagan soñar, reflexionar o incluso sufrir, bien contadas, pero también espera que le sorprendan con nuevas formas de representación, en algunos casos, como éste, realizadas con todos los recursos disponibles en la actualidad, y no que le cuenten la misma película, realizada de la misma forma que en 1940 o 1967, entre otras cosas, porque las nuevas generaciones sienten un gran interés por todo los adelantos de la ciencia y la tecnología, todos los tipos de cámaras, de filtros, de reproductores, y muchos son capaces de realizar en su casa productos similares o mejores de algunos de los que se ofrecen con pretensiones de ser realizados con pocos recursos (algo que no es del todo cierto, salvo en casos de cineastas que hacen sus películas en países muy pobres, como Jafar Panahi, un auténtico Juan Palomo que hizo todas las tareas del equipo técnico y filmó su película en un taxi).

Este cine tiene su público entre los más jóvenes, los que no sienten nostalgia de un tiempo que no conocieron, y que se enfrentan a una película bien realizada, inteligente y con referencias a su propia cultura y que mañana formará, quizá, parte de su background y su bagaje cultural. Muy recomendable.


(1) El libro de la selva: lo más vital, lo más.Diario 'El Mundo' 14 de abril de 2016.
(2) El libro de la selva (2016) Fotogramas, 15 de abril de 2016.
(3) Umberto Eco y las nuevas tecnologías en el mundo editorial. Cómo hacer para publicar un libro digital. (www.gacemail.com.ar)
(4) El libro de la selva. Revisión de la película.The Hollywood Reporter.

Comentarios

Entradas populares