Premonición. Norio Tsuruta. (2004)








Ficha técnica:

Título original: Yogen (Premonition)
País: Japón
Año: 2004.
Dureción: 94 minutos.

Dirección: Norio Tsuruta.
Guión: Naboru Tagaki, Norio Tsuruta.
Dirección de Fotografía: Naoki Kayano.
Música: Kenji Kawai.
Edición: Hiroshi Sunaga.
Efectos especiales: Süichi Kishiura.
Efectos visuales: Mitsuaki  Hasgimoto.

Diseño de Vestuario: Mari Miyamoto.
Departamento de maquillaje: Akiteru Nakada.

Productor: Takashige Ichise.
Productor ejecutivo: Kazuya Hamana, Yasushi Kotani.
Compañías. Productores: Entertainment Farm (EF) , Fellah Pictures, Geneon Entertainment.


Intérpretes:



Hiroshi Mikami: Hideki Satomi,
Noriko Sakai : Ayaka Satomi,
Maki Horikita : Sayuri Wakakubo,
Mayumi Ono :  Misato Miyamoto,
Hana Inoue : Nana Satomi,
Masao Mukai : Nyûsu no Koe (voz),
Reiko Hiroshige : Nyûsu no Koe (voz),
Takahiro Takano . Nyûsu no Koe (voz)
Rui Tsurumizu : Josei Ripôtâ,
Gaku Adachi : Dansei Kisha



Sinopsis:


El policía Jack Banes sufre un accidente de tráfico que lo mantiene dos días en coma. Cuando despierta descubre que ha adquirido la capacidad de predecir catástrofes antes de que se produzcan.


Comentario:

Estoy bastante de acuerdo con Javier Ocaña cuando afirmó, en su momento que el film de Norio Tsuruta lo máximo que provoca es "miedo del montón"  ya que  Tsuruta no posee el talento de algunos de sus compatriotas para manejar el tiempo de la secuencia, para llevar el minimalismo temático al territorio de la desesperación nerviosa." Es cierto que el realizador nipón utiliza muy pocos elementos : sets vacíos, simples e inofensivas hojas de periódico en su sección de sucesos que vuelan y son las encargadas de promover los augurios y premoniciones, fiándolo casi todo a la capacidad de los actores de expresar en sus rostros temor, inquietud, terror y alguna que otra imagen, muy escasas por cierto, de un suavísimo gore. Una lucha pírrica contra el destino que deja indiferente a los espectadores.

Es difícil de entender cómo con elementos muy parecidos,( niñas pequeñas, escolares, muerte...), que tan bien han manejado otros compatriotas suyos como Takashi Shimizu (El grito I y II)., no es capaz de provocar un susto razonable, y sea posible que deje indiferente al espectador en un final que más que heroico parece tener pretensiones de tragedia.




Comentarios

Entradas populares