La guerra de los Rose. Danny DeVito.



Imagen propiedad de Juanma Pastor, Tanja Fushberger y Rosa Labrandero



Ficha técnica:


Título original: The War of  the Roses,
País: Estados Unidos.
Año: 1989-
Duiración: 116 minutos.
Género: comedia negra de género.

Dirección: Danny DeVito.
Guión: Michael Leeson, basado en la novela de Warren Adler.
Casting: David Rubin, C.S.A.; asistentes: Debra Zane, Lisa Beach.
Dirección de Fotografía: Stephen H.Burum, A.S.C.; Robert Dalva.
Música: David Newman.
Edición: Lynzee Klingman, a.c.e.
Director artístico: Mark Mansbridge.
Decorador del set: Anne McCulley.
Diseñadores del set: Stan Tropp, Mark Fabus, Perry Gray-

Diseño de Vesstuario: Gloria Gresham.
Responsable de peluquería: Kathy Blondell.
Supervisor de maquillaje: Stephen Abrums.

Productor: James L. Brooks, Arnon Milchan.
Productor asociado: J.Marina Muhlfriedel.
Productores ejecutivos: Polly Platt y Doug Claybourne.
Co-productor: Michael Leeson.
Diseño de producción: Ida Random.
Compañías: 20thCentury Fox, Gracie Films Production,


Intérpretes:

Michael Douglas: Oliver Rose,
Kathleen Turner: Barbara Rose,
Danny DeVito: Gavin D'Amato,
Marianne Sägebrecht: Susan,
Sean Astin: Josh, 17 años,
Heather Hairfield: Carolyn a los 17 años.
G.D. Spradlin: Harry Thurmont,
Peter DonantLarrabee,


Sinopsis:


Una feliz pareja, una familia acomodada, una vida social brillante, todo, todo...un buen día se derrumba. Los Rose empiezan los trámites para el divorcio y se desencadena una dramática lucha entre el matrimonio para conseguir la adjudicación de la casa. Este enfrentamiento da lugar a una serie de situaciones cómico-dramáticas, en las que los personajes mostrarán, a veces, comportamiento de auténticos psicópatas.



Comentario:

Danny DeVitto realiza un film que hoy sería altamente controvertido a causa del gran número de víctimas de la violencia de género, tan elevado que ha favorecido el nacimiento de leyes de discriminación positiva que enconrsetan las relaciones entre hombres y mujeres, una situación que se encastillará con el nacimiento de los agentes de igualdad. Danny DeVitto llega finalmente a una conclusión: o una pareja se mantiene unida hasta el final de sus vidas, una visión muy convencional de la institución del matrimonio, a pesar de que sólo una mínima parte del tiempo en que permanezcan juntos será de una satisfacción más o menos suficiente. Pero si se decide romper e iniciar una nueva vida por separado, lo mejor es ser generoso y ceder en vez de poner dificultades al otro. Claro que DeVitto olvida el factor humano, algo que pone sobre el tapete Fay Weldon, una escritora británica feminista, hija de una mujer separada y divorciada ella misma, que sostuvo en su célebre novela 'Vida y amores de una maligna', que lo que rige en realidad entre un hombre y una mujer es una relación de poder, y en la sociedad moderna, en la que las mujeres trabajan, lo tiene el que lo tiene. En el caso de los Rose es ella la que descubre, cuando él sufre un intenso dolor en el pecho, producido por una hernia de hiato cuyos síntomas se confunden con los de un infarto, que la posible muerte del marido la hace feliz, por lo que no acude a verlo al hospital y cuando vuelve a casa decide pedirle el divorcio. El hecho de ser ella la que decide romper la relación, al tiempo que le exige que le deje la casa y se vaya, refuerza los sentimientos de él en el sentido opuesto: si se tiene que divorciar , porque no hay más remedio, lo hará, pero jamás le dejará una casa que él considera que ha comprado con su esfuerzo.

Las desavenencias comienzan por pequeños roces cotidianos que tienen que ver con la educación de los hijos, las interrupciones normales en las conversaciones con amigos y conocidos, el aburrimiento del ama de casa que necesita salir a la calle y respirar, y sobre todo el desgaste que provoca el tiempo que llevó a Bergman a la conclusión de la certeza de la imposibilidad de la pareja trascendida a cualquier tiempo y lugar. A pesar de que La guerra de los Rose comienza por asuntos de escasa importancia, la contienda va subiendo de grados, y las maquinaciones para herir moral, sentimental, psicológica e incluso físicamente al adversario serán viscerales, ciegas y sin límites, en privado, pero también en público, sin importar que éste esté constituido por los hijos, la sirvienta, los socios de trabajo o los amigos. Para contar esta historia sorprendente, en tono de comedia negra, DeVitto opta por una estructura constituida por una introducción, un gran flashback o racconto y una conclusión. En la primera parte de esta historia dividida en tres actos reparadores, según terminología de Daniel Tubau , que utiliza como hilo conductor la adicción al tabaco, de cuyo consumo se había abstenido durante 13 años (número de mala suerte, por la presencia de 13 comensales en torno a la mesa en la última cena de Cristo), Gavin D'Amato, que cae de nuevo en la adicción a causa del enfrentamiento de estos amigos, y que,mientras busca desesperadamente un cigarrillo,  cuenta la historia de los Rose a un cliente que se encuentra en la misma tesitura que  Oliver (Michael Douglas); a continuación se confronta al personaje del aturdido esposo y a los espectadores con la historia de esta pareja y su dramático final, llegando por fin a la conclusión, a la moraleja de que el hombre no tiene más remedio que aguantar para no tener que aguantar más aún: es decir o la pareja permanece unida hasta el final, o es generosa a la hora de repartir lo que acumularon mientras vivían juntos. O de lo contrario puede que les espere algo parecido, no necesariamente tan extremo, a 'la guerra de los Rose'.

Un film que se soporta por el tono cómico que ha elegido el director, felizmente casado desde hace mucho tiempo, exento de moralina en contra de lo que la conclusión pudiera dar a entender, pero que hoy sería muy difícil llevar a la pantalla, ya que la incorporación progresiva de la mujer al trabajo la ha convertido en demasiadas ocasiones en in drama que ha acabado con su vida y que parece exigir una labor de concienciación de la sociedad en su conjunto para evitar estas tragedias . Este fin de semana un periódico ha lanzado la película de DeVitto en la colección de títulos protagonizados por Michael Douglas, comedias divertidas y aceptables.



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