La verdad (The Truth). Comentario.





Cartel, ficha técnica, sinopsis, trailer (Pinchad aquí).



Crítica.


James Vanderblit, basándose en el libro "Truth and Duty: The Press. The President And The Privilege Of Power" de Mary Mapes.y Nikkitt Barrett, nos cuenta una terrible historia que describe de la forma más fiel el fin del periodismo y los tristes avatares de la nueva información, un acontecimiento que no sólo se produce en Estados Unidos, aunque da la impresión de que el resto de países en los que existe una supuesta prensa libre son mucho más lentos en la denuncia de las presiones que ejerce el poder sobre los periodistas.Buscando la efecttividad del impacto utiliza el Modo de Representación Institucional, de que habla Noël Burch en "El tragaluz del infinio', que acerca, al evitar usos metafóricos y recursos estilísticos que acerquen la historia a la poesía del discurso, dar la imagen de cinema veritè. El tratamiento del color, los encuadres y la edición son los propios de los realizadores cuando se enfrentan a temas políticos o económicos en los que predomina la denotación sobre la connotación.'La verdad' centra su argumento en la polémica noticia que sacaron Mary Mapes, interpretada por Cate Blanchett y Dan Rather (Robert Redford) en un especial informativo de 60 minutos de la CBS sobre unas filtraciones del expediente militar del ex-presidente George W. Bush que informaba de que George Bush había ingresado, como miembro de la élite política, económica y social, en la Guardia Nacional, para evitar hacer el servicio militar y ser trasladado al escenario bélico de la Guerra de Vietnam, un privilegio de los poderosos.. Ante las acusaciones, tanto la crítica como el gobierno trataron de demostrar que las pruebas que tenía la cadena de televisión eran falsas e infundadas y conseguir, en su vendetta indisimulada,  el despido de los empleados de la cadena que habían trabajado en la noticia. Es el debut directoral de James Vanderbilt, conocido por su trabajo como guionista en películas como 'Zodiac' de David Fincher o las películas de 'The Amazing Spiderman' dirigidas por Marc Webb.




El film que podría tener el título de "Cuando ser despedido es un honor", advierte a los espectadores que la única receta para aguantar las presiones y los chantajes es 'el coraje'. Se incluye en el grupo de películas que evidencian que, si bien tiene cierto peso de verdad el lema popular de que 'una imagen vale más que mil palabras', al final es preciso ceder a la mera descripción de unos hechos, escandalosos en sí mismos, y editados de tal manera que hagan llegar al espectador el mensaje de forma clara y pristina, y apelar a la conciencia y los sentimientos del espectador mediante un alegato final de Dan, el personaje interpretado por Robert Redford, y la respuesta formal y emocional de Mary Mapes, que no ha vuelto a ser contratada. El viejo periodista verbaliza un estado de la cuestión de la información que una gran parte de la población observa cada día con horror, mientras más de la otra mitad asimila el discurso con fruición. En el 'viejo' periodismo, (en aquellos tiempos en el que los -ismos gozaban de credibilidad; hoy han sido sustituidos por los -emos), los programas de noticias sufrían pérdidas. En principio, cuando el gobierno entregó las frecuencias a las cadenas se les 'advirtió' que las usaran para el bien público; se ganaba dinero con otros programas ya que las noticias eran, ante todo, una responsabilidad, un deber. La gente leía, oía y veía las noticias, le preocupaban, hasta que 'los que pueden' descubrieron que éstas también podían ser un negocio. Empezaron con los programas de la noche y siguieron con los de la mañana, en los que las mismas mesas de debate político, con alguna ligera variante, pasan de hablar de un atentado terrorista de gran magnitud, un tsunami, las elecciones, o cualquier otro tema de interés general, a realizar entrevistas a concursantes de espectáculos de  supervivientes, debates sobre investigaciones de crímenes cruentos, que avivan la alarma pública y favorecen in extremis las cuentas de resultados de las compañías, ya sean televisiones, periódicos, radios o agencias de publicidad. Ya casi ha llegado el momento en que los periodistas no hacen reportajes: sólo los leen. Dan le dice a su compañera con tristeza: "Una vez informar fue un deber público. Te juro que lo fue."




Mas, como afirmaba el legendario personaje ficticio, creado por Oliver Stone en su mini-saga de 'Wall Street', que ha penetrado incluso en la prensa salmón,  Gordon Gekko, los hechos adquieren cierta gravedad cuando son sistémicos, cuando una gran parte de la población participa en el engaño, no sólo siguiendo determinados programas, sino difundiendo e incluso imponiendo sus principios, con tácticas que todos conocemos y que han atravesado las pantallas como el personaje de 'La Rosa Púrpura de El Cairo' de Woody Allen: cuando no se quiere hablar de algo se apabulla y grita al que disiente, se cuestiona su ideología e incluso su forma de ser, aplicándole etiquetas (feminista, liberal..., evitando eso sí, los .ismos porque ya se sabe que no hay publicidad mala, 'El lobo de Wall Street'), hasta tal punto que la verdad comienza a quedar oculta, y cuando acaba el follón y los gritos ensordecedores, ya nadie se acuerda de qué se estaba hablando. Todos sabemos que esta forma de actuar ha pasado de programas como 'Sálvame' a cualquier tertulia política, en la que el moderador suele invitar a todos a interrumpirse para emborronar el debate. ¿Por qué te hiciste periodista? le pregunta un reportero joven a Dan. Este le responde: "Por Hirosima". ¿Sólo por eso?, le responde el joven. ¿Sólo por eso?, le contesta extrañado Dan, y añade: ¿Y tú? No obtiene respuesta. Dan y Mary tienen un lema respecto al 'nuevo' periodismo y los que lo dirigen: ¡Que los follen! Cuando todo termina y Dan es despedido hay un plano magnífico, que muchos entendemos porque lo hemos practicado desde el día que se apartó de la radio el único periodista que merecía ser escuchado: extiende su mano, armada con el mando a distancia y apaga el televisor para siempre. En el contraplano las habitaciones vacías del estudio que ocupaban los periodistas. Al fin, preguntada la reportera si creía que se podía entrar en la Guardia Nacional por méritos propios, responde francamente que no.



El film termina con una leyenda: "El grupo independiente no halló pruebas de sesgo político en la cobertura de la historia sobre la Guardia Nacional. A Jos Howard, Mary Murphy y Betsy West les pidieron que dimitieran. A Mary Mapes la despidieron. Dan Rather dejó la CBS y presentó una demanda por incumplimiento de contrato, alegando que lo apartaron para aplacar a la Casa Blanca. La demanda fue desestimada en un Tribunal del Estado de New York. Tras el despido de Mary Mapes, la CBS ganó un Premio Peabody por su reportaje sobre la prisión de Abu Ghraib. Se considera una de las piezas del periodismo más importantes de la década.;Mary Mapes no ha trabajado en televisión desde 2004." El relato de los acontecimientos, sin necesidad de añadir valoraciones, resulta escandaloso.

Se puede ver este film durante unas horas en las plataformas que incorporan TIVO.









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