Dioses de Egipto. Alex Proyas.






Ficha técnica:


Título original:Gods of Egypt.
País: Estados Unidos.
Año: 2016.
Duración: 127 minutos.

Dirección: Alex Proyas.
Guión: Matt Sazama, Burk Sharpless, Alex Proyas.
Casting: Nikki Barrett, John Papsidera.
Dirección de Fotografía: Peter Manzies Jr.
Música: Marco Beltrami.
Edición: Richard Learoy.
Dirección artística: Ian Gracie, (supervisión).
Decoración del set: Nicki Gardiner.

Diseño de Vestuario: Liz Keoch.
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Productores: Liz Keogh, Alex Proyas,
Productores asociados: Brian Bookman, Yang Rong, Bo Shen.
Productores ejecutivos: Tober  Dow, Stephen Jones, Kent Kubena, Qouyun Long.
Compañías:


Intérpretes:


Gerard Butler:  Set,
Nikolaj Coster Waldau : Horus,
Brenton Thwaites :Bek,
Geoffrey Rush : Ra,
Rufus Sewell : Urshu,
Chadwick Boseman : Thoth,
Élodie Yung : Hathor,
Courtney Eaton : Zaya,
Abbey Lee: Anat,
Alexander England : Mnevis,
...

Sinopsis:


'Dioses de Egipto' es una película de acción y aventura, basada en la mitología egipcia, que narra la historia de Set (Gerard Butler), el Dios de la Oscuridad que ha usurpado el trono, sometiendo al pueblo egipcio a su tiranía despiadada y convirtiendo el paraíso que era Egipto en una tierra dominada por el caos y el miedo. Como consecuencia muy pocos son los que se atreven a desafiar al Dios aunque la supervivencia de la humanidad penda de un hilo. Entre los valientes se encuentra Bek (Brenton Thwaites) un inesperado héroe que se convertirá en el líder de los rebeldes y emprenderá un peligroso viaje con el fin de salvar a la humanidad y rescatar a su amada. Los enamorados contarán con la ayuda del poderoso Horus (Nikolaj Coster-Waldau), Dios del aire al que le es encomendada la difícil tarea de proteger a los mortales en el momento en que el enfrentamiento empuje, tanto a Dioses como a mortales, a luchar con el fin de acabar con el mal. Geoffrey Rush, Abbey Lee y Rufus Sewell completan el reparto de un film dirigido por Alex Proyas, cineasta conocido por films como 'Yo, Robot' y 'Señales del futuro', que cuenta con Matt Sazam y Burk Sharpless como guionistas.

Críticas: 


El film ha sido valorado muy negativamente en un lado y otro del Atlántico. Lo peor del peplum es que hay mucho aficionado a encontrar errores incluso donde no los hay y algo más, afirmando, como auténticos axiomas ignorancias propias con firmeza,algo  que ocurrió con el film de Ridley Scott 'Gladiator', una película que se ha afianzando como material auxiliar en enseñanzas secundaria y superior. Si a esta tendencia añadimos el que los propios carteles evocan el cine de Snyder, y en especial 300, que relata la tragedia de ''Los 300 de Esparta', recurriendo a Gerard Butler como protagonista, un film con un cúmulo abusivo de burradas y manipulaciones, que gustó mucho a los mismos críticos, se entiende la frustración. Cuando ves a estos personajes  con la apariencia de trapecistas preparados para lanzarse, resguardados por la triple red, con poderes de los héroes míticos modernos y con algo parecido al teseracto que roba Loki,  interpretado por Tom Hiddleston, el hermano malo de Thor, como arma, empiezas a temer que la representación de la ciudad-templo y su cultura funeraria falla estrepitosamente.

Cuando Javier Ocaña dice lo que dice, nos hace dudar de si ha leído alguna vez un texto clásico, y ha podido acceder a informaciones como las de que los  líderes diezmaban los ejércitos cuando perdían una batalla, o le cortaban la mano de la espada a los soldados enemigos, y, en algunas ocasiones las dos. No reside, como él afirma que todos estemos "resignados a la imposibilidad de que en los tiempos que corren (casi) nadie se atreva a construir una película de aventuras adulta, que plantee dilemas de mayores que sorprendan a los críos, que no recurra a la acción como el arte de una eterna lucha de patadas ejercitada a golpe de botón, hay que conformarse con subproductos como Dioses de Egipto. Pero subproductos, simulacros de cartón piedra, ahora en forma digital, ha habido toda la vida. E incluso las películas disparatadas pueden ser tan malas que, llegado un punto de locura y de falta de rigor, de espontaneidad y de efervescencia, se conviertan en ese placer culpable que para algunos fueron, por ejemplo, los peplums italianos de Vittorio Cottafavi. No es el caso." (1) El problema no reside tanto en los materiales usados para construir la diégesis, ya sean cartón piedra o instrumentos que faciliten la recreación de una realidad virtual. La cuestión reside no en servirse de un violín para hacer música, sino en saber hacer vibrar las cuerdas.


Más acertado parece estar Francisco Marinero, que insiste en la chapucera representación de los oropeles de que se revisten dioses y hombres, y una puesta en escena ridícula en la que: " Una voz en off pomposa divulga que en tiempos prefaraónicos en Egipto gobernaban los dioses, más poderosos que los mortales, pero no muy distintos de ello. Al producirse una sucesión en el trono, Set, dios del desierto, lo usurpa, provocando la rebelión de un joven pícaro enamorado de una esclava tan atractiva como cabe esperar..." (2)

Aunque son bastante más crueles los críticos americanos: Justin Chang dice del film de Alex Proyas que es " una película horrible, un recargado engendro digital que rezuma estupidez y autoindulgencia por todos sus poros (...) Eso sí, Proyas le pone una demencial convicción que es de admirar (3). Franck Scheck va todavía más lejos y sostiene que 'Dioses de Egipto' es "Una película que parece inspirada por un videojuego aunque no sea así ya que todo tan ridículo como suena y de alguna manera, la película no consigue ser tan exagerada como para convertirse en un entretenido placer culpable" (4)

(1) Simulacro aventurero, diario 'El País', 23 de junio de 2016.
(2) Epopeya carnavalesca, diario 'El Mundo', 24 de junio de 2016.
(3) Film Revieu: Gods of Egypt, Variety  (extracto en Filmaffinity)
(4) Gods of Egipt. Fil Review. The Hollywood Reporter (extracto en Filmaffinity).

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