El conde Yorga. Bob Kelljan.





Ficha técnica:


Título original: The Loves of Count Iorga., Vampire.
País: Estados Unidos
Año: 1970.
Duración: 88 minutos.

Dirección: Bob Kelljan.
Guión: Bob Kelljan.
Narración: George Macready.
Director de Fotografía: Arch Archambault.
Música: William Marx.
Efectos especiales: James Tanenbaum.
Editor: Tony de Zárraga.

Vestuario; Nancy Stone.
Maquillaje: Mark Rogers y Master Dentalsmith.

Productor: Michael Macready.
Compañías productoras: Metro Goldwin Meyer.


Intérpretes


Robert Quarry
Roger Perry
Michael Murphy
Michael McReady
Donna Anders
Judith Lang
Edwars Walsh
Julie Conners
PaulHansen
Sybil Scotford
Marsha Jordan
Deborah Darnell


Sinopsis:


Un grupo de personas llega para una sesión espiritista a la mansión de Yorga (Robert Quary), conde búlgaro, que tiene fama de ser un experto. Donna (Donna Anders) quiere contactar con su fallecida madre (Marsha Mason). Sin embargo Yorga es un peligroso vampiro...

Comentario:


Bob Kelljan fue un cineasta de New Jersey, que nació en 1930. Como actor participó en series de gran éxito como 'The  Twilight Zone' y en pequeños papeles de humor en " Hells Angels on Wheels'. Debutó como guionista y co-director en el sórdido drama entorno al incesto 'Carne de mi carne', aunque logró la notoriedad con 'El Conde Yorga' (1970) y  su secuela 'El retorno el Conde Yorga' (1971), unas películas que se integran en el género explotation de terror. Después dirigió series televisivas hasta que el cáncer truncó su vida en 1982, cuando tan sólo tenía 52 años.

El film comienza con una voz en off que informa a los espectadores sobre qué es un vampiro, un muerto viviente que se alimenta de la sangre de sus víctimas durante las noches y que sólo puede ser eliminado clavándole una estaca en el corazón o exponiéndolo a la luz del día que  tiene el poder de destruir sus cuerpos, una iconografía conocida por los lectores de libros y espectadores de cine desde que Bram Stocker escribió su novela 'Drácula', cuyo protagonista está basado en un personaje real, el príncipe de Valaquia, Vlad III . A continuación arranca un film que, como ocurre con géneros como el giallo italiano está realizado con muy pocos recursos, cámaras al hombro, planos subjetivos, falsas grúas y travellings, un atrezzo muy modesto, y filmaciones en sets con techo que aumentan la sensación de claustrofobia. Una pobreza de medios que se compensa con la belleza de las mujeres que, al igual que los actores, son escasamente conocidas.

Los decorados son modestos aunque pretenciosos y Robert Quarry expresa en su cara maquillada toda la maldad que se presupone que reside en estos perversos y aristocráticos personajes condenados a vagar por las noches y atentar contra las vidas de hombres y mujeres y arrastrarlos al lodo hasta que adquieran su condición. El Conde Yorga colecciona en especial mujeres cuyas interpretaciones están cargadas de erotismo, una constante en el cine del género vampírico; el monstruo, de noble estirpe, ofrece amor eterno a sus víctimas, así como una existencia  magnífica y eterna. Yorga extiende por el rostro de Erica la sangre que emana de las heridas que le ha producido en el cuello.

Un film curioso e interesante, que capta nuestro interés con su puesta en escena naïf, ingenua, en el que las actrices miran a sus espectadores buscando despertar su pulsión scópica, su voyeurismo, con su impactante mirada subrayada por enormes ojos remarcados por una pintura extravagante y enormes pestañas postizas ; los hombres sólo son objeto de los ataques del conde si se interponen en la satisfacción de sus deseos. Una película ad usum de los cinéfilos, que se puede ver durante dos días en el videoclub de ONO.




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