Esperando al rey. Tom Tykwar. Comentario.








Ficha técnica, sinopsis, críticas, trailer. (Pinchad aquí)

Crítica.



Tom Tykwar regresa a las pantallas con un film más difícil de desentrañar en la forma, el discurso audiovisual, de lo que parece, que ha generado comentarios y críticas que no compartimos en su totalidad, como no podía ser de otra manera, ya que cada hombre o mujer es dueño de su propia experiencia y conocimientos previos cuando se enfrenta a una situación determinada, por lo que sus conclusiones serán necesariamente diferentes. Esta diversidad de criterios interpretativos se encuentra en el propio título del film: A hologram for the king (título de la novela de Dave Eggers, escritor y editor estadounidense, una producción germano-estadounidense, a cuyo frente se sitúa un realizador alemán), y 'Esperando al rey', el nombre con el que se designa el film en español, que alude directamente a 'Esperando a Godot', un drama perteneciente al teatro del absurdo, escrito a finales de los 40 del siglo XX por Samuel Beckett. La película, como la obra de teatro está dividida en dos partes: en la primera Alan y Yousef, la réplica de Vladimir  y Estragon esperan cada día, los primeros en unas instalaciones en medio del desierto, los segundos junto a un camino cada día a que venga Godot, seguidos por un muchacho, Lucky, que en la película adopta la forma de una bella secretaria con hiyab (una prenda que también deben usar las occidentales que trabajan en Arabia Saudí), y,  que, cumplida su misión desaparecerá como si nunca hubiera existidoY uno y otra les anuncian que el rey/Godot no vendrá hoy, pero sí mañana.

Pozzo, un personaje despiadado, que viaja con el mensajero de Godot y trata a los vagabundos hambrientos con crueldad, echándoles los restos de su  comida, de la misma forma  que los personajes que interpretan Waleed Elgai o Daffer Labydine, transportan en sus coches lujosos y deportivos a Alan y luego lo dejan  tirado en el desierto, o le amueblan y acondicionan la jaima y luego le compran el proyecto a los chinos. Un giro final sorprendente acercará la historia de Tykwar a la de Beckett dotándolo de un significado actual bien diferente al de la época en la que el inglés inscribió su obra, una época de crisis de las conciencias que se vivió tras el crack  del 29 y que simboliza el tedio y la carencia de significado de la vida, tema recurrente del existencialismo. Ambientada, según algunos, en la 'Primavera Árabe, hay algún detalle que nos descoloca, como la sac Yousef con Alan en una caería de lobos que diezma el ganado de su grupo; en un intenso interrogatorio acerca de su familia, el saudí le pregunta al americano si ha sido militar. Ante la respuesta negativa del primero, el segundo reflexiona en voz alta con palabras parecidas a éstas: " Claro, si hubieras estado en el ejército, habrías combatido en la Segunda Guerra Mundial. En 2010-2013, un periodo de tiempo en el que se produce un rebrote revolucionario que se inició en Túnez, con repercusiones en Europa de corte bakuninista asambleario, ya no quedaban apenas supervivientes de esta contienda.

Tom Tykwar, un realizador de cintas importantes,que como casi todas no logra la unanimidad en la valoración de la crítica, ( Corre, Lola,corre, 1998 ,El perfume, 2006, Paris Je t'aime, 2006, Three, 2010, The International: dinero en la sombra, 2009 o Cloud Atlas, 2012  ) opta, en su última película por aquellos que han decidido poner su granito de arena en la explicación, no sólo de las causas de la crisis económica del capitalismo,  ha experimentado, sino también en las consecuencias, en este caso en los mandos intermedios. Del análisis de los cuatro relatos posibles, resucitados en la última carrera por ocupar el gobierno español, se observa que emergen de forma clara todas las estrategias surgidas en el siglo XIX, que han influido recientemente en las táctics de los partidos: el liberalismo que arranca de Adam Smith, la socialdemocracia, uno de cuyos teóricos fue Karl Kautsky, el comunismo derivado de las teorías de Marx, y los bakuninistas, seguidores de Mijail Bakunin, que se opone al estado entendido como gobierno, y por extensión a toda autoridad, jerarquía y control social que se imponga al individuo; sus enemigos son los políticos y su objetivo el cambio social hacia una sociedad sin amos. (Pierre-Joseph Proudhon. ¿En que se traduce esto para nuestro discurso en relación al film que dirige Tom Tykwar?

Como en el siglo XIX hiciera Karl Marx, mucho más lúcido cuando analizó la sociedad que vivía y predijo, como consecuencia, el futuro del capitalismo en su famosa obra 'El Capital', que cuando dibujó la sociedad igualitaria, influyendo en muchos pensadores y creadores, en las diferentes manifestaciones plásticas y visuales. Hoy existe una tendencia en el cine americano empeñada en hacer didáctica, en explicar las causas de la gran depresión y sus consecuencias, y, frente a ella otros realizadores catastrofistas, ebcabezados por Lars Von Trier, que rozan el populismo, asisten a las pasiones e impulsan a la acción frente a la reflexión que difiere y frena la insurgencia y sus tácticas y estrategias para lograr el cambio. El gran problema de esta posición idealista y, según algunos alegre posición, es que se diluye tan pronto como sus líderes intentan alcanzar el poder.

Alan es una clara víctima de la economía financiera, de la última etapa y fase superior del capitalismo, un hombre que ha sido protagonista en la deslocalización de empresas en la era de la globalización, y que no puede concitar el sueño a causa de las pesadillas que le producen esas masas de obreros despedidas que recuerdan puestas en escena como la de 'El muro' (Pink Floyd) de Alan Parker, y que en la realidad se transforman en otras masas diferentes, la de los árabes que lo rodean por completo y lo convierten en el 'otro', un extranjero en tierra extraña, obligado a emigrar a un país emergente porque en el suyo ya no puede pagar ni la Universidad de su hija.





Cada mañana, como el protagonista de 'Atrapado en el tiempo',  (Harold Ramis, 1993), Alan que no ha pegado ojo, acosado por las pesadillas, producto de su experiencia como negrero, se duerme cuando amanece y despierta cuando ya ha salido el autobús que lo debe llevar al complejo, en medio de un desierto junto al mar, donde se encuentran sus compañero de la compañía en la que trabaja, en una jaima inhabitable y sin nada que comer durante el día. Hoy, cuando muchos jóvenes se encuentran sin un lugar en el mundo, occidente descubre que ha perdido su oportunidad de seguir avanzando en la investigación; los grandes financieros y los especuladores en bolsa han vendido sus compañías a trozos a los países emergentes, que se han limitado a colocar sus 'pegatinas' a los productos que fabrican, devaluando el prestigio de las viejas empresas. Una metáfora de la decadencia de unos y la gran estafa de otros es el gran quiste de la espalda del americano y la escasa resistencia de las sillas de plástico, similares a las que venden los grandes almacenes, que muchos usan en las playas, que provocan dos caídas estrepitosas de Alan.

El giro final del film es similar en la forma, pero muy diferente semánticamente al de la obra de Beckett, mas si uno movía a la reflexión por unos motivos, otro debe moverla por otros. La depresión y la crisis existencial ya está aquí y Tykwar la suaviza con paliativos: el amor en el maravilloso contexto de la costa de el Mar Rojo y sus fondos marinos, una segunda parte que a muchos decepciona. Un film que actúa como 'aviso a navegantes: la crisis ya está llegando a clases que se sentían intocables, mientras empiezan a emerger a la superficie los esclavos filipinos que habían contribuido al desarrollo de Oriente y al surgimiento de elites autóctonas, poseedoras de los pozos de petróleo, que aspiran a crear la ciudad que Nerón no pudo construir, un  hecho favorecido por el hecho de que se levanta en medio del desierto, con calma y sin enfrentarse a las masas y desahuciarlas. Sólo las empobrecen y les quitan los estímulos. Cada día que Alan y Yosue acuden a esta isla medio en ruinas antes de ser construida, les espera un máquina excavadora con su conductor, ambos en la misma posición que el día anterior. Es lo que hay, y lo que no debemos dejar de ver.


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