Mi hija, mi hermana.Thomas Bidegain.





Ficha técnica:

Título original: Les Cowboys.
País: Francia/Bélgica.
Año: 2015.
Duración: 154 minutos.

Dirección: Thomas Bidegain.
Guión:  Thomas Bidegain y Noé Debré, según un argumento de Thomas Bidegain y Laurent Abitbol.
Dirección de Fotografía: Arnaud Potier. Technicolor.
Música:  Moritz Reich.
Edición:  Geraldine Mangenot.
Dirección artística: Merijn Sep.

Productores: Alain Attal.
Compañías Productoras: Les Productions du Trésor, Pathé, France 2 Cinema, Les Films de Fleure, Lunanime., VOO, RTBF.


Intérpretes:


François Damien: Alain Balland,
Finnegan Oldfield:  Georges Balland,
Agathe Dronne:  Nicole Balland,
Ellora Torchia: Shazhana,
Antoine Chappey: Charles,
Maxim Driesen: Georges Balland niño,
Jean-Louis  Coulloc: el indio,
Gilles Treton: Sheriff,
John C.Reilly: : el americano,
Mounir Margoum: Ahmed.

Sinopsis:

En una inmensa pradera, al este de Francia, se reúne un grupo de amantes del estilo de vida country, procedentes del Lejano Oeste americano. Alain baila con su hija Kelly, de 16 años, mientras su esposa y Kid, su hijo pequeño los miran. Ese mismo día Kelly desaparece, y Alain la busca desesperadamente, recorriendo lugares siniestros e inquietantes; sólo cuenta con la ayuda de Kid, dispuesto a entregarse en cuerpo y alma a una misión que parece interminable.


Crítica:


Antes de entrar en el análisis de la crítica de este film que ha pasado por las salas de nuestro país sin pena ni gloria, a pesar de la buena acogida de la crítica, nos gustaría reflexionar un poco en torno a qué esta sucediendo con estos profesionales de los medios escritos y audiovisuales, a los que les podría suceder lo mismo que le ocurre al personaje que encarna George Clooney, Lee Gates, en 'Money Monster', que cuando está en riesgo su vida y pide a sus espectadores que inviertan en acciones de la compañía que ha sufrido un descalabro con el objetivo de salvarle, éstos le aprecian tan poco que sacan a la venta sus activos. Una de las pocas revistas con cierto prestigio que se sigue editando en papel, coordinada por Tomás Fernández Valentí y en cuyo consejo de redacción figuran Quim Casas, Antonio José Navarro (lo siento por él) y Tonio L. Alarcón, funciona cada vez peor, llega más tarde a los quioscos y cuando lo hace de muchas de las películas  de las que habla ya nos hemos olvidado o han pasado desapercibidas. Para mayor abundamiento lanzan un número de julio-agosto, cierran las puertas y se van de vacaciones.

Todo el mundo tiene derecho al descanso, pero son mayoría los que, casi desde el propio 2008, no lo han podido ejercer, mientras otros que criticaron al dignatario español que no fue capaz de adivinar en 2007 la que se avecinaba (aunque no estuviera al frente del Fondo Monetario Internacional o no presidiera Lehman Brothers, dos instituciones, una publica y otra privada a cuyo frente estaban dos insignes españoles, que podían haber lanzado un mensaje, aunque fuera con un tam-tam al presidente al que se acusa de no enterarse de nada), no tiene problemas ni económicos ni de tiempo para dedicar al ocio. No me gusta la demagogia, pero esto es así, y los que se quedan en las ciudades porque no tienen ningún derecho, buscarán entretenimiento donde lo encuentren, generalmente donde se sigue trabajando duro estos meses.  Por si esto fuera poco se encargan dos críticas a un tal Nicolás Ruiz,  al que, al principio, creíamos considerábamos un jovencito inexperto recién salido de una escuela, -la que sea-, pero resulta que ya es talludito.

"Mi hija, mi hermana, el debut de Thomas Bidegain, nos sitúa al este de Francia en un encuentro de amantes de la vida country donde Alain  y sus hijos Kelly y Kid disfrutan de canciones, bailes y caballos junto a su mujer y su  madre. En plena fiesta Kelly desaparece y su pronta búsqueda revelará la relación que mantiene con un chico árabe, al que cuyos padres también han perdido la pista "(es difícil el uso del adjetivo relativo cuyo, pero lo ha resuelto de la peor manera, sin que nadie haya caído en la cuenta en la redacción de una revista que se publica una vez al mes) y sigue "hecho que nos remite directamente a la captación de jóvenes por parte del estado islámico en un tiempo que nos remarca el film  que no es  nuestro presente, dándonos una ventaja sobre los protagonistas. " (alguna aseveración de las que hace pueden deberse a la necesidad de ser críptico, pero hay otras que da por sentado que no entendemos de forma tan automática). Al final  no nos acabamos de enterar de nada. (1)




Javier Ocaña, tras afirmar que hay que ser muy osado para hacer una relectura de 'Centauros del desierto' de John Ford,  sustituyendo la niña blanca por una francesa a la que no secuestran los indios, sino que huye voluntariamente con un yihadista, concluye afirmando que el film goza de " excelente fotografía y diseño sonoro, Mi hija, mi hermana (Les cowboys, en el original francés) destaca también por el tratamiento de las elipsis. Cuando, tras un hermoso fundido a negro, se oye "eres el francés que estuvo en Yemen el año pasado", y aún pensabas que habían pasado un par de días desde la desaparición, sabes que detrás del recurso elíptico hay un narrador con mayúsculas. Bidegain, simbología del western a cuestas, se adentra en los hostiles ambientes del yihadismo. En Siria o Irak, pero también en Ámsterdam, Amberes o Bruselas. Y articula una gran película de silencios y de rostros, de amargura y de dolor contemporáneos." (2)



Alberto Luchini comienza su crítica casi con las mismas palabras que Javier Ocaña: " Hay que ser muy osado o muy inconsciente para debutar como director con un remake, por más que actualizado nada encubierto, de una de las diez mejores películas de la historia del Cine, Centauros del desierto. Y hay que tener mucha suerte o mucho talento para salir airoso del empeño, que es lo que consigue, al menos a ratos, el francés Thomas Bidegain, en esta, a priori, muy descabellada revisitación en clave contemporánea del western de John Ford (...) Un filme que se sostiene no por su argumento sino por una acción que se desarrolla a lo largo de varios años y en múltiples escenarios, entre los cuales se viaja mediante unas arriesgadas y muy bien resueltas elipsis, y una racional y coherente crítica del irracional e incoherente fanatismo, tanto islamista como occidental.(3)





Nando Salvá formula la única crítica negativa: " Thomas Bidegain, guionista habitual de Jacques Audiard, cuenta una historia inspirada en 'Centauros del desierto' -un amante del country y el wéstern lo sacrifica todo para rescatar a su hija huida con un novio yihadista- cuyos intentos de analizar la xenofobia moderna son tan vagos, descentrados y basados en estereotipos que acaba resultando involuntariamente racista, y que para hablar de los efectos de la intolerancia, y de la humanidad y la responsabilidad derivada de ella, cae en el didactismo y el melodrama vulgar." (4)


(1) Mi hija, mi hermana. La salvación tardía. Dirigido por..., julio-agosto 2016.
(2) Centauros en el desierto yihadista, diario 'El País' 17 de junio de 2016.
(3) Entre la osadía y la inconsciencia. Diario 'El Mundo', 16 de junio de 2016.
(4) Mi hija, mi hermana, con la mirada desviada, 'El Periódico', 'Ocio y cultura, 16 de junio de 2016.



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