Three. Tom Tykwer.






Ficha técnica:


Título original: Three.
País : Alemania.
Año:  2012.
Duración: 114 minutos.

Dirección: Tom Tykwer.
Guión: Tom Tykwer.
Redacción: Barbara Buhl WDR; Gebhard Henke, WDR, Jörn Klamorth: ARD Degeto,
Andreas Schreitmüller: ARTE.
Casting: Simone Bär.
Dirección de Fotografía: Frank Griebe.
Música: Tom Tykwer, Johnny Klimek, Reinhold Heil, Gabriel Mounsey.
Edición: Matjilde Bonnefoy.
Puesta en escena: Uli Hanisch.

Diseño de Vestuario: Polly Matthies.

Productores: Stefan Arndt.
Supervisor de producción: Jurgen Tröster.
Compañías . Productoras: Warner Brothers Pictures, XVerleih, XFilme Creative Pool Productions, en co-producción cin  WDR, ARD Degeto und Arts. Distribución: Warner Brothers.

Intérpretes:


Sophie Rois: Doctora Blum.
Sebastian Schipper
David Striesow
Winnie Böwe
Amedore Kleist
Alexander Horbe
Korinna Kirchoff
Carina Wiese
Christina Grosse
Hannes Wegener
Marita Huëber
Edgar M. Boehlke
Angela Winkler


Sinopsis:


Berlín, época actual, Hanna y Simon son una pareja que viven juntos desde hace años. El amor, el trabajo, el sexo y la vida cotidiana, se entremezclan en una combativa armonía.. Son atractivos, modernos, maduros, sin niños, cultivados y con los pies en la tierra. Pero Hanna conoce a Adam. Y Adam conoce a Simon. E inesperadamente los tres se enamoran.

Comentario:


Como es habitual en  Tykwer, comienza el film centrando el tema con una cita o un verso que se relaciona con la historia y el subtexto. En este caso, mientras la pantalla muestra dos líneas paralelas, un voz somnolienta e hipnotizante recita: "Tu encima, yo debajo.Armonía, fricción, simetría. Pa-ra-le-lis-mo. Relajación. Rutina. Escapar. Volver a casa. Ser infiel. Lamentarse. No casarse, no tener hijos. No vivir juntos. Contárselo todo. No. Reumatismo. Tener hijos. Aborto. Australia. Cuba. El Süddeutsche. Japón. El Consejo de Ética. Aborto. Seguir. Terapia. Seguir. Nada de sexo. Seguir. Envejecer. Seguir. Ir más despacio. Aún más despacio. Seguir. Te mueres tú. Yo también." Retazos que van componiendo la vida de las personas en cualquier parte del mundo, características intrínsecas de la condición humana, entre los que desfilan los créditos que se inscriben en una pantalla fragmentada en otras más pequeñas que nos muestran secuencias de la vida cotidiana, seguidas sin solución de continuidad por el baile de una pareja sobre un fondo blanco en el que no hay nada, un dúo al que se une un tercero y dan paso a una serie de reflexiones intelectuales  sobre el pensamiento simultáneo, la investigación científica, la investigación de quimeras, el marketing y el mercado... Mientras suena Space Oddity de David Bowie, una melodía que ha sido frecuentemente incorporada a las bandas sonoras de múltiples películas, la última 'Marte' de Ridley Scott.

Los protagonistas se encuentran en ese cruce de caminos en el que la vida coloca a los hombres que alcanzan la madurez ante los auténticos trances de la vida y debe tomar decisiones importantes, ya superados los cuarenta años: la menopausia, la muerte de la madre y la emancipación de los hijos, que no conlleva necesariamente el abandono del hogar paterno o materno. Los momentos más tristes, excluida nuestra propia muerte de la que no siempre somos conscientes, precedida en muchos casos de esa enfermedad que muy pocos se atreven a nombrar porque suele anunciar el final de nuestro recorrido vital y de la que murió la propia madre del protagonista. Todo esta narrado de forma grave, inevitable, fría, de tal manera que compatibiliza la extirpación de un testículo con la indiferencia de su pareja, la Doctora Blum, que jamás coge el teléfono cuando se la busca, una austriaca egoísta, totalitaria, y medio nazi. En el imaginario de Simon se cruza una sensibilidad diferente, la de Toto, el protagonista de 'Milagro en Milán' de Vittorio de Sicca, una película neorrealista y comprometida con los más débiles, que ve en casa de su padre (¿divorciado de su madre?), un niño  que forma en solitario el cortejo fúnebre de su madre adoptiva, un sueño al que suma una pesadilla en la que su pareja, Hanna Blum, conduce el coche mortuorio, que aloja en su interior el féretro, arrastrado por caballos mientras a él le caen todos los dientes. Un mal sueño que lo retrotrae ea las inseguridades de la infancia y lo obliga a enfrentarse a sus temores.

La vida como el pensamiento no es lineal, se rompe en fragmentos la mayor parte de las veces inconexos, dispares, que se van desalojando unos a otros y que permiten al hombre superar muchas depresiones y aliviar la agonía y la tristeza. Del mismo modo que Adam entra en la vida de esta pareja y puede compatibilizar su relación con los dos sin sufrir grandes contradicciones. Pero el temor a reconocer la infidelidad de ambos, los lleva a situaciones incómodas que, en ocasiones, rozan lo grotesco y esperpéntico. En definitiva, un film enrevesado, intelectualizado y poco apto para quien sólo buscan en el cine el entretenimiento y que no les planteen demasiados problemas que les amarguen la vida.







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