Abajo el telon. Tim Robbins







¡NO ME HAGAS ELEGIR ENTRE ESTA VELADA Y MARÍA ANTONIETA!  LA CONDESA.




Ficha técnica:


Título original: Cradle Will Rock
País:Estados Unidos
Año: 1999
Duración: 130 minutos.

Dirección: Tim Robbins.
Guión: Tim Robbis.
Casting: Douglas Aibel.
Director de Fotografía: Jean Yves Scoffier
Música_David Robbins; canciones de Marc Blitzstein.
Edición: Geraldine Peroni.
Director artístico: Peter Rogness.
Decorador del set: Debra Schutt.
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Diseño de Vestuario: Ruth Myers.
Diseño de maquillaje: Michal Bigger.
Diseño de peluquería: Peg Schierholz,

Productores: Jon Kilik Lydia Dean Pilcher, Tim Robbins.
Productores ejecutivps: Louise Krakower, Frank Beachman, Allan Nicholls.
Productor asociado: Allison Heble.
Diseño de producción: Richard Hoover.
Diseño de producción: Richard Hoover.
Compañías productoras: Video Mercury Films, Touchstone Pictures, HAVOC Production, Gradle Rock


Intérpretes:


Hank Azaria: Marc Blitzstein,
Ruben Blade: Diego Rivera,
Joan Cusack: Hazel Huffman,
John Cusack: Nelson Rockefeller,
Cary Elwes: John Houseman,
Philip Baker Hall: Gray Mathers,
Cherry Jones: Hallie Flanagan,
Angus McFadyen: Orson Welles.
Bill Murray: Tommy Crickshaw,
Vanessa Redgrave: Condesa La Grange,
Susan Sarandon: Margherita Sarfatti,
Jamey Sheridan: John Adair,
John Tuturro: Aldo Silvano,
Emyly Watson: Olive Stanton,
HarryHopkins: Bob Balaban,
Jack Black: Sid.
Paul Giamati: Carlo
Kyle Gass: Larry.
Barnard Hughes: Frank Marwell,
Brbara Sukowa: Sophie  Silvano,
Victoria Clark: Dulce Fox,
Daniel Jenkins: Will  Geer,
Chris McKinney: Canada Lee,
John Carpenter: William Randolph Hearst
Erin Hill: Sandra Mescal,
Timothy Jerome: Bert Weston,
Henry Stram: Hiram Sherman
Stephen Spinella: Donald O'Hara,
Corina Katt, Frida Kahlo.


Sinopsis:


En el convulso New York de los años 30, con elpaís invadido por la histeria anti-comunista, un grupo de actores, encabezado por Orson Welles intenta representar una obra polémica.

Comentario:


Una voz en off lee un texto que discurre por la pantalla y nos ubica en el exacto contexto histórico seleccionado por Tim Robbins, las consecuencias del crack de 1929 y la Gran Depresión que le siguió que llevó a los países del primer mundo a la llamada 'Segunda Guerra Mundial', porque, aunque no tenía este carácter universal, se produjo en el corazón del mundo desarrollado: "En la década de lo 30 Estados Unidos estaba inmerso en una profunda crisis. Para construir sus grandes arsenales, algunos militares de Alemania e Italia  que aún no eran enemigos de los Estados Unidos, compraban petróleo, caucho y acero a las empresas americanas. Los trabajadores, sin haber conseguido la reducción a cuarenta horas semanales, con salarios bajos y sin apoyos sanitarios, comenzaron a plantearse la necesidad de crear sindicatos. El Gobierno puso en marcha un plan de reactivación laboral, un programa ambicioso para crear puestos de trabajo;  una división de este programa fue el proyecto general de teatro  que dio un teatro de bajo presupuesto, accesible para millones de americanos ."



Mas los conservadores se dieron cuenta pronto de su error. Fue como echar estopa al fuego. Desde los modestos teatros, más allá del deslumbrante Broadway, que sobrevivió a la causa de estos artistas desempoderados, irritados, cuya  mensajes comunistas incendiaban a las masas empobrecidas y depauperadas, debilitadas físicamente por el hambre y la enfermedad  que accedían por primera vez a un discurso que les hablaba de sus problemas y les ofrecía, más que una solución, una estrategia, una ideología que abarcaba desde el liberalismo más progresista al comunismo, cuando tan sólo habían transcurrido diecinueve años desde el triunfo de Lenin en la Unión Soviética, mientras en Europa Adolf  Hitler, Benito Mussolini y Franco se preparaban para implantar un nuevo orden totalitario, de carácter militar en España, donde ya había comenzado la guerra civil y pseudo socialista en Alemania e Italia, donde  el líder  de Emilia-Romaña no sólo se define como anticlerical, sino que impulsa la reforma agraria (la tierra para el que la trabaja).Tim Robbins, como buen americano, busca la forma de evitar que el texto escrito y los diálogos se impongan al lenguaje de las imágenes, y si había comenzado con una voz en off que leía una leyenda impresa en la pantalla, recurre a continuación a la inserción de fragmentos de documentales de la época, con los que complementa la información que considera de interés para su historia.



Cuando ya había estallado la Guerra Civil española, las clases más elevadas, no sólo de Norteamérica, defendían en Europa la no injerencia en los asuntos internos de nuestro país, mientras USA vendían petróleo, caucho y acero a los nazis y a los fascistas, materias primas que éstos necesitaban para incrementar sus arsenales. El objetivo de estos aliados de clase era detener a toda costa el comunismo, una ideología que en aquellos tiempos gozaba de muchos más adeptos que ahora, y en esta connivencia se encontraban millonarios como Nelson Rockefeller, o marchantes de arte como Margherita Sarfatti, escritora, intelectual y crítica de arte de origen judío, conocida por haber sido la amante de Mussolini, que en la ficción está interpretada por Susan Sarandón, a la que sedujo el poder, como les sucedió a muchos,y coqueteó políticamente con el propio Göebbels, Ministro de Cultura y Propaganda de Hitler, como hizo Antonioni, según cuenta con detalle Jean.Marie Straub. Pero Tim Robbins se sitúa en una momento histórico anterior, aunque el actor/director no se queda aquí, sino que reparte estopa a los sindicatos, a los miembros del Comité de Actividades Antiaméricanas, a los funcionarios de lsa oficinas de atención a los parados y  a los propios actores desempoderados por la precariedad de su trabajo, que ven comunistas por todas partes y les parece un enemigo mucho más terrible  y que les preocupa más que la situación de desamparo en que se encuentran.

El personaje que interpreta Joan Cusacks, Hazel Huffman, es el de una funcionaria que se considera mucho más refinada y lista que sus compañeros de viaje, que combaten la moral de sus contrincantes, mientras ella piensa que hay que denunciar la tarea propagandística que desarrollan los actores, que insufla el odio a los capitalistas  incluso entre los niños, algunos de los cuales, de origen italiano, reciben, por el contrario ,un adoctrinamiento fascista por parte de sus abuelos; el mal tiene que ser erradicado, pero hay que elegir bien las palabras que deben ser usadas en las acusaciones, para evitar que la prensa se mofe de la simpleza de muchas de ellas. En el bando contrario, muchos niegan su anticapitalismo y defienden su repudio de la codicia, la avaricia y la injusticia, una actitud propia de los espíritus sensibles que se concentran en el bando de los creadores, si bien no se libran de sus ásperas críticas aquellos que se vendieron a los grandes capitalistas como Diego Rivera, que aceptó realizar un mural para el edificio Rockefeller, a cambio de una bonita suma de dinero. La Iglesia, los dueños del dinero y la nobleza residual pretenden montar un chiringuito cultural sostenido con una buena capitalización, y si esta maniobra parecía imposible en 1999, la nueva política, que conjuga el verbo seducir, nos ha edemostrado que no se puede decir 'nunca jamás' No sólo se pueden montar culturas alternativas y críticos  sumisos, sino aparentes partidos políticos que dicen ocuparse de la gente.


No es ningún secreto que Tim Robbins y Susan Sarandon son dos actores muy comprometidos; ahora él, al dirigir su propia película, se rodea de actores afines que van a representar en la pantalla a otros que combatieron los excesos en el pasado y ya no están con nosotros. Los Hermanos Cusacks interpretan el papel de los proto-fascistas, independientemente de su posición económica: él,un multimillonario, ella, una simple funcionaria. En el grupo se introduce una marquesa, cuyo marido vende armas a los nazis, que, con la inocencia de una niña e inclinación al mecenazgo, se inmiscuye entre los artistas, entendiendo bien la diferencia que existe entre asistir a una representación en torno a la figura de María Antonieta o a una concentración de actores en rebeldía que interpretan sus papeles espontáneamente en un teatro tomado al asalto. Prefiere vivir el drama a soportar la farsa. No importa demasiado si lo que nos cuenta Robbins en esta película sucedió de esta manera o no, pero nadie puede dudar de que ha construido una diégesis de uno de los momentos más trágicos de la historia de Estados Unidos, que tuvieron reflejo en películas como King Kong, llevada a la pantalla por primera vez por Merian C.Cooper y Ernest B. Schoedsack, que ha tenido varias secuelas, que nos cuentan la historia de una chica hambrienta y sin empleo que acepta ir a la selva con un equipo aventurero y se convierte en la protagonista de una terrible historia.

Podéis ver esta película en Youtube. V:S:O: con subtítulos en español, y en el canal TCM.
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