En el bosque. Patricia Rozema.



Ficha técnica:


Título original: Into The Forest.
País:: Xanadá.
Año: 2015.
Duración: 101 minutos.

Dirección: Patricia Rozema.
Guión:  Paricia Rozema, basado en una novela de Jean Hegland.
Casting: Candice Elzinga.
Dirección de fotografía: Daniel Grant, C.S.C.
Música: Max Richter.
Coreografía: Crystal Pite.
Coordinador de especialistas: Randy Lee.
Dirección artísticas: Taea Arnett.
Decorador del set: Shannon Gottlieb.

Diseño de Vestuario: Aiesisha Li.
Responsable de maquillaje: Connie Parker.
Estilista de peluquería: Tara Colledge.

Productores: Niv Fichman, Aaron L.Gilbert, Ellen Page.
Productores ejecutivos: Shiram Das, Haroon Saleem, Steven Shapiro, Jason Cloth, Allan Stitt, Kelly Morel, Kelly Buch Novak, Adrian Love.
Supervisión producción: Margot Hand.
Productor en línea: Ron Mcleod.
Diseño de producción: Jeremy Stanbridge.
Compañías. Productora: A24.

Intérpretes:


Ellen Page: Nell,
Evan Rachel Wood : Eva,
Max Minghella: Eli,
Callum Keith Rennie: Robert,
Michael Eklund: Stan,
Wendy Crewson: Madre,
Crystal Pite: Rubi,
Lorne Cardinal: Jerry,
Katherine Cowie: Catherine,
Sandy Sidhu: Quiz Woman.


Sinopsis:


En un futuro no muy lejano, un apagón masivo precipita a la humanidad hacia su final. Dos hermanas adolescentes quedan solas en una casa (de diseño)  en medio del bosque, a cuarenta kilómetros del pueblo más cercano, tras la muerte accidental del padre, viudo hace tiempo, en un contexto distópico en el que las fuentes energéticas se han agotado y se han llevado consigo el mundo  tal y como lo conocemos, abrigándolas a sobrevivir en una economía de subsistencia y alimentarse de aquello que ofrece la naturaleza, apoyadas en  unos conocimientos adquiridos en los libros escritos por los hombres en una civilización más sofisticada. No se da información al espectador de qué ha originado esta debacle, mientras las dos chicas tendrán que ingeniárselas para luchar contra el hambre, las posibles enfermedades, los saqueadores y su propia soledad.


Críticas:



El film, como suele ocurrir con las películas de género indie, que muchos asimilan con la modernidad, ha recibido buenas críticas, unas más apasionadas que otras:

Federico Marín Bellón, tras señalar que la película no tiene efectos especiales, ni casi actores, (ni más argumento que un anuncio), destaca que :"La película cuenta algo grande sin dejar de ser pequeña". (1)  John DeFore señala en este drama familia de supervivencia " hermosa y sensible hacia los personajes". (2)  La revista Indiwire hace un diagnóstico como mínimo sorprendente, cuando afirma que "prende una mirada profundamente humana a lo que podría ser el fin de la humanidad."

El Tomatometer de la página Rotten Tomatoes muestra la inclinación de la prensa hacia el cine indie (sin efectos especiales, sin música, minimalista, de anuncio de ropa interior y toallas), reflejando un índice del 77% de aceptación, también tramposo, porque sólo se han consultado 43 medios, frente a una valoración del público mucho más modesta, un suspenso claro con una valoración del 41%, pulsada la opinión de 4.715 usuarios, también muy escasos.



Comentario:


UN NUEVO MUNDO EN 'LA-LA-LA HOME'.




¿Cuantos años ha vivido el hombre, desde que puede ser considerado como tal, sin electricidad y con el fuego como única fuente de energía? Esta es la cuestión que preside un argumento insostenible y tramposo, en el que el principal atractivo son dos jóvenes dotadas de to-be-looked-at-ness, concepto creado por los caucus feministas, traducido al castellano como sermiradaidad, una especie de atracción visual que dos jóvenes ejercen sobre un espectador voyeur al que no le pesan los 101 minutos que dura una proyección en la que Ellen PageEvan Rachel Wood acaparan casi un 90% de cuota de pantalla. 

Más allá de eso, el film es un cuento indie, en el que lo que queda de una familia, - sabemos que la madre falleció de muerte natural, gracias a  algún que otro flashback -, un padre y dos hijas, que viven en una casa acristalada en medio del bosque, disponen de un poderoso todoterreno, visten de forma elegante y delicada, en especial la mayor de ellas Eva, ( Evan Rachel Wood), que cultiva el ballet clásico, basado en movimientos bruscos y, en cierta medida, disarmónicos, con pretensiones de modernidad, y en la peor de las circunstancias parece una bailarina escapada de un cuadro de Degas.

Cuando las chicas quedan solas mantienen, en medio de la adversidad, las buenas formas, la elegancia, las hojitas que sustituyen al papel higiénico, armónicamente amontonadas al lado del WC, y la casa limpia y ordenada, mostrando cierta susceptibilidad a los malos olores, especialmente al del moho que provoca la humedad que hace crecer el agua que las ayuda a mantener la casa como una patena, la ropa limpia y ordenada como en una tienda de diseño, y las bayas, frambuesas y otros frutos del bosque maravillosamente dispuestos sobre superficies cristalinas.

La escasa violencia que se ve representada en el film, (no olvidemos que Ellen y Evan están solas a cuarenta kilómetros de cualquier zona poblada), tiene  como resultado un embarazo no deseado, pero Eva distingue entre violación y concepción, y acepta al niño, que en ningún momento da la sensación de no haber nacido en medio de las comodidades que vende la publicidad. Gente guapa, casas guapas, vestidas de forma más guapa todavía, y la bendición de un niño que simboliza el mañana. 

Llegamos a la conclusión de la historia con una secuencia final verdaderamente sorprendente, que no sabemos qué significa, ni si hemos asistido a la lectura de un texto distópico o muy utópico, que aprovecha el hundimiento de las fuentes energéticas para volver a una naturaleza idílica, sin cometer los errores de quienes les precedieron en esta vuelta al campo, sino con pretensiones de veracidad: Dios proveerá. A esta falta de coherencia se une la ausencia total de emoción, de pasión, excepto el que disfrute con este subgénero en el que el cuerpo y su exhibición es lo que más importa, en especial con gente que no se desmelena ni en las tragedias más impresionantes. Sólo en una ocasión vemos a Ellen Page despeinada. Un recurso que no busca la ironía o la comicidad como ocurría con Tony Curtis en 'La carrera del siglo' (1965), de Blake Edwards.


(1) "En el bosque": un Apocalipsis sordo y ciego. Diario ABC, 24 de Noviembre de 2016.
(2) Reseña de Into The Forest.The Hollywood Reporter, 17 de septiembre de 2015.



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