Lifeforce. Tobe Hooper.





Ficha técnica, sinopsis, cartel y trailer. (Pinchad aquí)



Comentario:



Una película de terror canónica, que cumple religiosamente las exigencias del género, aunque también bordea la heterodoxia al combinar en una misma historia la ciencia-ficción y el terror zombie, en una 'cinta' preñada de encanto, humor, provocación ( se dice que la película naufragó por el desnudo permanente de Mathilda May, cuya cuerpo luce con todo su esplendor excepto en la secuencia final, aunque rápidamente se desprende de la túnica que lo cubre). Los alienígenas, unos horribles pajarracos  (murciélagos gigantes), invaden las mentes de los terrícolas, mucho menos ejemplares de lo que parecen, y adoptan la forma de sus fantasías sexuales, atrapándoles por el flanco del deseo, vulnerable  a la belleza  masculina y femenina, aunque hay una forma de acabar con ellos, como ocurre con los vampiros, los hombres-lobo y quienes circulan por la línea que separa la vida de la muerte. Un  entorno y su atmósfera que domina el director de 'La matanza de Texas', que supera con mucho el terror que provoca Mathilda y sus besos mortales, o medio mortales.






Tres bellos 'arcángeles' provocan, en menos tiempo del que cualquiera pudiera imaginar, una auténtica hecatombe en la ciudad de Londres, únicamente  paseando  a una mujer bien dotada sin ropa por la megalópolis y poniendo al descubierto las contradicciones que anidan en el rincón más protegido de la mente de los hombres; aunque sus camaradas masculinos son dos, los efectos devastadores de la única mujer son mucho más devastadores, Las calles se llenan de gentes que extraen la fuerza vital de aquellos a los que cautivan y los dejan convertidos en auténticos despojos, que al poco tiempo se reaniman y continúan expandiendo la barbarie. El cuerpo de la mujer descansa en la cripta de la catedral metropolitana, - un hecho no exento de significado -,  mientras su ejército de nuevos siervos van extrayendo las energías de sus conciudadanos que una nave en forma de ariete con un paraguas en la punta constituido por alas de murciélago se lleva al espacio.







Se cumplen las exigencias cabónicas que destacan los cuatro maestros que nos aconsejan vigilar el cielo (Lucas, Spielberg, Camerón y Scott); en efecto del cielo llega la muerte y la destrucción de la capital británica, ayudada en su desembarco por la lujuria de los hombres; el film inserta, casi al principio, una secuencia en la que se hace patente la ingravidez dentro de la nave (aconsejable no repetirla, pero sí incluir al menos una de estas imágenes); el héroe individual, avalado por el ejército y la policía, un coronel, es el encargado de corregir a tiros los errores de científicos y exploradores y devolver la paz y el equilibrio a los ciudadanos, aunque será un astronauta el que, rendido por el amor pero comprendiendo a la vez el daño que su relación hace a los demás, como la protagonista de 'Nunca apagues  la luz ' (2016) de David F.Sandberg, pondrá fin a este conflicto quitándose de en medio. No es la primera vez que la realidad que subyace al relato contiene un conflicto grave en las relaciones humanas.

Un film divertido, interesante y muy apropiado para pasar una buena tarde, con cuya visión no sólo nos vamos a divertir sino que nos va a ayudar un poco a reflexionar sobre cómo gastamos nuestra energía vital, especialmente en lo que se refiere a lo que teóricos feministas llaman amor romántico, un constructo creado por la sociedad patriarcal que cada año se cobra un montón de vidas y muchos disgustos en el recorrido vital de los individuos y aquellos que los rodean. Nos reprimimos de redondear el argumento para evitar el temido spoiler.





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