La fuerza del amor. Natt Williams.






Ficha técnica:


Ttitulo original:  Where the heart is.
País: Estados Unidos.
Año; 2000.
Duración: 120 minutos.

Dirección: Natt Williams.
Dirección segunda unidad: Matt Earl Beesley.
Guión: Lowell Ganz, Babaloo Mandel, basado en la novela de Billie Lets.
Casting: Mali Finn, CSA
Dirección de Fotografía: Richard Greatex, BSC
Música: Mason Daring; supervisor: Lisa Brown.
Edición: Ian Crafford.
Dirección artística: John Frick.
Decorador del set: Amy Wells, S.D.S.A.

Diseño de Vestuario: Melinda Eshelman.
Responsable de maquillaje: Felicity Bowring.
Responsable de peluquería Beth Miller.

Productores: Susan Cartsonis, David McFadzean, Patricia Whitcher.
Co-productores: Gerrit  Folsom, Diane Minter Lewis.
Productor asociado: Roz Weisberg.
Productores ejecutivos: Carmen Finestra, Rick Leed.
Diseño de producción: Paul Peters.
Compañías: Twentieth Century Fox. Wind Dancer Production


Intérpretes:


Natalie Portman: Novalee Nation.
Ashley Judd: Lexie Coop,
Stockard Chann: Ruth Meyers.
James Frain: Forney Hull,
Dylan Bruno: Willy Jack Pickens,
Keith David: Moses Whitecotten,



Sinopsis:


Novalee Nation tiene 17 años y está embarazada. Nunca ha tenido un hogar de verdad  lo más parecido a una familia es su novio Willy, un egoísta aspirante a músico con el que viaja desde Tennessee a California en los oxidados restos de lo que en su día fue todo un Plymouth. Una parada en un centro comercial de Oklahoma cambiará la vida de Novalee para siempre. Porque cuando sale de esos almacenes, tras ir al servicio, descubre que Willy Jack y el coche han desaparecido, sustituidos por una cámara de fotos. Sola, y con menos de diez dólares en el bolsillo, Novalee decide instalarse a hurtadillas en los almacenes y toma prestada comida y todo lo que necesita de las estantería, pero llega el momento de dar a luz...


Críticas:


Al buscar la crítica de este film me he encontrado con un extracto de la crítica de M. Torreiro  para el diario 'El País' en Filmaffinity  que me ha resultado muy desagradable, y sin profundizar demasiado en los argumentos que pone en evidencia el crítico, si que muestra hasta qué punto hemos vivido engañados en nuestro país: "El filme resulta atractivo incluso para espectadores no practicantes de esa nueva comunión políticamente correcta que es el posfeminismo de usar y tirar; pero indudablemente tiene un gancho atractivo para todo el que pretenda olvidar sus problemas a base de identificarse con esas blancas pobres más guapas que un sol"

El film comienza contextualizando perfectamente la historia y desenmascarando ciertos tópicos que abundan en películas de todos los géneros, ya sea en tono de drama, melodrama, tragedia o comedia. Cuando uno una se encuentra sólo en la vida con tan solo diez dólares en el bolsillo, y en este caso embarazada, no puede llegar muy lejos y conceptos como libre albedrio, libertad, desprecio de un salario digno, etc. carecen de sentido. Importa poco el color de la piel, la edad, la belleza física: la pobreza manda. Muchos se preguntan por qué quienes están en estas circunstancias no aprovechan sus oportunidades y no se implican en política, no votan o votan a quienes le insultan con anónimos que los insultan con afirmaciones como las de que 'un niño nacido fuera del matrimonio es una abominación de Dios'. Ahora se empieza a hablar de aporofobia o miedo a la pobreza y a las personas pobres para explicar ciertas actitudes de la white trash americana y de todo el mundo occidental y aquellos que la desprecian,  que, debido al aumento de la pobreza como consecuencia de la transición hacia una nueva forma de economía, está incrementando los ejércitos de parias de la tierra, de los que aquellos que todavía que conservan un trabajo, por precario que sea, se alejan como si fuera una enfermedad contagiosa. Que lo es.

Pero ahora se añade un paliativo nuevo: la falsa caridad que introducen los reality shows, que funcionan como un imán cruel que atrae incluso a malas madres que han abandonado a sus hijos y que reaparecen, cuando éstos se hacen famosos con el objetivo de esquilmarlos, algo que vemos cada día en las televisiones. En este caso, Novalee Nation, abandonada por su novio, el padre de su hija, cuando le falta muy poco para dar a luz, se esconde en un supermercado y comienza su parto en el interior del establecimiento, durante la noche, razón por la que recibe el nombre de Wall-Mart Mommy. La ignorancia y desamparo  en que han crecido chicas como ella, chonis inconscientes que caen constantemente en las garras de jóvenes igual de desamparados, los Ken y su Barbie, enlazan un embarazo a otro, convirtiendo la miseria en crónica y hereditaria, un hecho constatado por estudios sociológicos que alejan esta realidad de cualquier  "comunión correcta como el posfeminismo de usar y tirar, que usan despectivamente los críticos de la 'posverdad', parafraseando a M. Torreiro.

Y es de la existencia de esa línea divisoria que separa a los ciudadanos de pleno derecho de los parias de la tierra de lo  que habla el film de Natt Williams, que transita por el mismo camino que Regresión de Amenábar poniendo todas las cartas al descubierto y haciendo emerger la América profunda, lo que le ha procurado las críticas más ásperas, aunque ninguna tan despectiva, e incluso ofensiva, como la del crítico español. El film procura mantenerse en un terreno neutral, admitiendo que existe la maldad, la crueldad, como algo inherente a todos los hombres y que a veces es difícil mantener el equilibrio. Con una gramática audiovisual modesta y sin pretensiones, acorde con el gusto de la época Natt Williams, un cineasta poco relevante, deja abierta la posibilidad del desclasamiento, basado, en primer lugar e la ayuda económica necesaria para vivir con dignidad y con posibilidad de moverse, que le llega de quien ha vivido modestamente pero ha acumulado cierta riqueza, y de otro por una realidad que han defendido los sectores más progresistas de la sociedad occidental, una zona del mundo que sufre constantes convulsiones, pero en la que todo el mundo quiere vivir según algunos sociólogos y las oleadas de emigrantes que pretenden entrar en la pequeña y antigua Europa. ¿Y qué verdad es la que revela Natt Williams ? Que la educación favorece la salida de esa pobreza incrustada en ciertos sectores, de la que no podrá salir el padre de la hija de Novalee que busca la salida de la miseria a través de la música y ahoga sus decepciones en alcohol. Hay un caso de maltrato que padece Lexie Coop (Ashley Judd), una mujer que apoyó a la protagonista cuando más lo necesitaba. Pero a esta lacra social ya estamos acostumbrados y es curioso que en el año 2000 su denuncia causara tanto enfado.

No incluimos el film entre las películas de género porque no es tanto una denuncia de la sociedad patriarcal, como de la discriminación que sufren hombres y mujeres a causa de la pobreza, un abandono institucional de muchas personas que también mata y que vale la pena analizar. Lamentamos que algunos se entretengan y  pretendan "olvidar sus problemas a base de identificarse con esas blancas pobres más guapas que un sol", porque desprecian no solo a quien es pobre, sino a quien es mujer. Ninguno de los hombres de la película, excepto el que pega a Lexia, cuya imagen jamás se muestra, manifiesta este desprecio; sus gestos pertenecen más a la ignorancia que a una maldad congénita o un sexismo machista.




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