C'est la vie! . Eric Toledano y Olivier Nakache





Ficha técnica:


Título original: La sens de la fête.
País: Francia.
Año: 2017.
Duración: 115 minutos.

Dirección: Eric Toledano y Olivier Nakache.
Guión: Eric Toledano y Olivier Nakache.
Casting: Elodie Dermey, Natacha Kossmann, Marie-France Michel.
Dirección de Fotografía: Davod Chizallet.
Música: Avishai Cohen.
Edición: Dorian Rigal-Ansous.
Dirección artística: Mathieu Vadepied.
Decoración del set: Tibor de Dor.

Diseño de Vestuario: Isabelle Pannetier.
Peluquería: Gil Allan.
Responsable de maquillaje: Pascal Thiollier.

Productores: Nicolas Duval Adassovsky, Laurent Zeitoun, Yann Zenou.
Diseño de producción: Nicolas de Boiscuillé, Cédric Henry.
Compañías productoras: Quad Productions, Ten Films, Gaumont, TF1 Film Production, Main Journey, Panache Productions, Compagnie Cinématographique, Canal  +, Cine +,  TF1, SofiTVciné 4, A Plus Image 7, Cinémage 11, Indéfilms 5,...; distribución: A Contracorriente Films.



Intérpretes:



Jean-Pierre Bacri . : Max Angély,
Jean-Paul Rouve : Guy,
Gilles Lellouche : James,
Vincent Macaigne : Julien,
Eye Haidara : Adèle,
Suzanne Clément : Josiane,
Alban Ivanov : Samy,
Hélène Vincent : La madre de Pierre,
Benjamin Lavernhe : Pierre,  el novio,
Judith Chemla : Héléna, la novia,
William Lebghil : Seb,
Kévin Azaïs : Patrice,


Sinopsis:



Una boda de lujo en un castillo del siglo XVIII se va de las manos; la película narra los entresijos de los preparativos desde la perspectiva del personal que interviene en todas las áreas (catering, música, fotografía, atrezzo...).


Premios:



2017: Premios Goya: Nominada a Mejor película europea
2017: Festival de San Sebastián: Sección oficial.



Lo que se dice:


La película ha sido mal valorada en general con algunas excepciones:

Luís Martínez al hacer la crónica del Festival de Cine de San Sebastián se refiere al film que dirigen "Eric Toledano y Olivier Nakache,  básicamente una comedia popular francesa. Con todo lo que eso significa. Que no siendo mucho, sí es muy ruidoso.Los directores del inabordable éxito Intocable (la cinta más taquillera en años) proponen ahora la aventura de un organizador de bodas en su laberinto. Pocas situaciones tan evidentemente delirantes. Lejos de cualquier atisbo de delicadeza, finura o sentido de la medida, los chistes (pues eso son) caen a plomo sobre el espectador. Sin piedad, sin pausa. Y sin remedio. Digamos que la idea es provocar la risa por acumulación. O por aplastamiento." 1

La misma actitud hostil mantiene Javier Ocaña quien sostiene que la película podría haber sido mejor si se supiera de qué va y los chistes no rozaran lo ridículo. 2

Por el contrario Oti Rodríguez Marchante del diario 'ABC' y Carlos Pumares de 'La Razón', la sienten como más divertida todavía que 'Intocable' y, a la vez, más elaborada. Sorprenden Nando Salvá, el crítico intransigente de 'El Periódico', y Toni Vall (Cinemanía), calificándola de libitschiana, de comedia bien orquestada, desternillante, y con virtudes difíciles de encontrar.


Crítica:


El principal problema del film que dirigen  Eric Toledano y Olivier Nakache es que padece de una gran confusión en su discurso, tanto en el fondo como en la forma, y resulta imperdonable la demagogia de que hace gala  un relato coral que cuenta verdades a medias forjando una gran mentira. Convierte en protagonista a un mediano empresario en una época de transición a la era tecnológica, en la que este hombre y sus colaboradores habituales (fotógrafos, músicos, pasteleros, cocineros...) han quedado desfasados, y por lo tanto son muy prescindibles, regalándonos imágenes como la del especialista que dispara sus flashes más habituales, realizando su trabajo rodeado de una miriada de gente de todas las edades duplicando su tarea con sus móviles. A nadie se le escapa que el peor trabajo que puede hacer un músico profesional, que se considere tal, es aceptar malbaratar sus capacidades en una boda en la que un bobo-ególatra se dedica a epatar a los familiares y amigos reunidos casi a la fuerza para asistir a un evento obligados, y a los que apenas importa lo que suena.

Al margen de ir narrando los pequeños o grandes incidentes que se van produciendo en cada una de las áreas que colaboran para que una pareja se bese y corte un pastel, en la que el protagonista de esta historia, un empresario que piensa dejar el negocio y pre-jubilarse, generan la expectativa al espectador de que está asistiendo a un análisis social de las condiciones de unos trabajadores que deben vestirse como en el barroco, incluidas piojosas pelucas, para satisfacer a unos ignorantes que aspiran a ser 'reyes por un día', quedan diluidas tan pronto como el novio se eleva en el cielo en un número circense que deja atónito y definitivamente desorientado al público que acaba por comprobar que el film no sólo está mal enfocado, sino que además se ha servido de la mayor de las demagogias que afectan a todos los aspectos de la vida: el amor, la amistad, las relaciones laborales y la organización de la sociedad, dirigida por los más idiotas de la colectividad, a pesar de que ambos realizadores ponen el foco en la pérdida de derechos laborales de los trabajadores franceses que se están acostumbrando, como todos, a comer mientras pueden y pasar penalidades el resto del tiempo. Los más entregados de la sesión de las 18 horas le atribuían el mejor de sus veredictos: no es buena, pero es entretenida. Pues ya vemos que para muchos, ni eso.



1. Festival de Cine de San Sebastián. Diario 'El Mundo', 24 de septiembre de 2017.
2. La invisibilidad de la intención. Diario 'El País', 26 de enero de 2018.







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