Sweeney Todd: el barbero diabólico de la Calle Fleet. Tim Burton. Ficha completa ycrítica.









EL TREMENDO PODER DE LA INJUSTICIA 



Ficha técnica: 


Título original: 
 País: Estados Unidos. 
Año: 2007. 
 Duración: 116 minutos. 

Dirección: Tim Burton. 
Guión: John Logan, basado en el musical de Stephen Sondheim y Hugh Wheeler.
Música: Stephen Sondheim.
Dirección de Fotografía: Dariusz Wolski.
Montaje: Chris Lebenzon.

Vestuario: Colleen Atwood.

Diseño de Producción: Dante Ferretti.
Producción: Richard D. Zanuck, Walter F. Parkes, Laurie MacDonald y John Logan.


Intérpretes:


Johnny Deep: Sweeney Todd,
Helena Bonham Carter: Sra. Lovett.
Alan Rickman: Juez Turpit.
Timothy Spall: Beadle.
Sacha Baron Cohen: Pirelli.
Jaime Campbell Bower: Anthony.
Laura Michelle Kelly: Lucy.
Jayne Wisener: Johanna.
Edward Sanders: Toby.


SINOPSIS:


Tim Barton, director visionario, oscuro y de gusto gótico, hace una adaptación original del famoso musical de Stephen Sondheim, inspirado en la obra teatral de Cristhopher Bond, creando un thriller que parte de un acto de violencia contra dos mujeres , realizado por el juez Turpin (Alan Rickman), que no tiene reparos morales para condenar a niños a muerte por pequeños robos. Un buen retrato al estilo de Dickens, denominado 'la conciencia de la Inglaterra victoriana', el autor que mejor retrató la corrupción y la hipocresía de las instituciones británicas y el papel que desempeñaron los niños en el levantamiento del edificio económico capitalista que favoreció la revolución industrial. Indiferente a la felicidad de que goza la familia del barbero Benjamin Parker, secuestra a la mujer de éste, de la que se ha encaprichado y a su hija, y a él lo condena a cumplir quince años en una cárcel de Australia, basándose en una falsa acusación.

La mujer enloquece y el juez adoptada a la hija de Benjamin Parker , Johanna, y la educa con todo tipo de refinamientos, pero inspirado por una fantasía de pederasta, esperando casarse con ella cuando cumpla la mayoría de edad. El barbero, cuando cumple su condena y sale de la cárcel convertido en un nombre nuevo,  adopta el nombre de Sweeney Todd; llega a su ciudad donde le cuentan que su esposa ha muerto envenenada. Planea una siniestra venganza, para la que cuenta con la colaboración de una mujer, Sra. Lovett, ( Helena Bonham Carter), que regenta un mísero restaurante, en un local ubicado bajo de la barbería, y que utiliza roedores para fabricar unas asquerosas empanadas. Tood hace una reflexión: Tan culpables son los que ponen la zancadilla, como los que se la dejan poner. Todos merecen morir. A partir de este momento comienza a asesinar a los que considera cómplices de los abusos del juez, a los que toleran y soportan las humillaciones y abusos de los poderosos, lo que no deja de ser una consideración relevante.

Por la barbería pasarán todos los sectores: curas, burgueses, hombres sencillos. Sólo salvará a un pequeño pícaro, Toby, que trabajaba como un esclavo, para un truhán, que vendía crecepelos, al que ajusticiará por explotador. Harán desaparecer los cadáveres, triturando la carne para hacer unas deliciosas empanadas que les darán cuantiosos beneficios económicos. Pero su venganza se vuelve en su contra como un boomerang, pues sacrifica a su pobre mujer, enloquecida por la desgracia y provoca su propia muerte y la de su cómplice, que le había ocultado la supervivencia de su esposa y su lamentable estado. No obstante arrancará a su hija de las garras del malvado, pero, como un castigo del destino por sus atrocidades, no la llegará a ver.

CRÍTICA:



A fuer de ser sincera he de reconocer que Tim Burton es uno de mis directores favoritos, acusado con frecuencia de no ser un buen storyteller sino un narrador excesivamente visual, -¿Qué es el cine, pues? - que logró una colaboración perfecta y genuina con Danny Elfman en la creación de un universo propio, perfectamente identificable, inquietante y oscuro, que ha sido muy imitado, pero que nadie ha conseguido igualar. Burton es un hombre que logra mostrar diferentes aspectos de la realidad desde su singular atalaya, imponiendo su propio punto de vista, unas veces fantástico, buenista y bienintencionado, tanto que sus relatos se pueden encuadrar en la categoría del cuento, la fábula e incluso la moraleja, como ocurre con Big Fish que recrea la imagen de un hombre, tan grande que no cabe en su pueblo, pero tampoco en la imaginación de su hijo universitario. Pero también puede llegar a ser intransigente y cruel cuando contempla a los agentes de la marginación del diferente, del otro, en 'Eduardo Manostijeras'(1990) o retrata  a la white trash americana en Mars Attacks!; tétrico y funerario cuando se enfrenta a la muerte en películas de animación, -La novia Cadáver o Frankenweenie (versión de 1984 y de 2012), y en comedias como Bitelchús, de la que prepara una segunda parte.

De vez en cuando muestra su rostro entre sádico y melancólico, cáustico y cínico(todo ello junto y revuelto), cualidades de que hace gala en Charlie la fábrica de chocolate (2005), en la que muestra un espíritu vengativo y justiciero, que no siente compasión por sus víctimas, unas cualidades que deja emerger en su libro de poemas 'La melancólica muerte de Chico Ostra'. Se podrían añadir muchas más realizaciones del cineasta, entre ellas adaptaciones de los clásicos (Batman, El Planeta de los Simios, Alicia en el país de las maravillas...), aunque siento cierta tristeza al reconocer que tras Sweeney Todd su inspiración decae, y realiza unas cuantas películas carentes de interés  (Sombras tenebrosas, Big Eyes, El Hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, apoyado en una reciente adquisición: la colaboración de Eva Green. Ahora prepara una versión de Dumbo de dibujos animados y la segunda parte de la emblemática Bitelchus. Esperamos recuperarlo ).

Sweeney Tood es una mezcla de todo lo que representa Burton: calor, fantasía, candidez, venganza, muerte, justicia, música, espectáculo, que, personalmente he podido comprobar que ha fascinado a diferentes generaciones, porque reparte a partes iguales la osadía, la sangre, el amor, el bienestar y el malestar y la siempre bienvenida venganza, a la que muchos llaman justicia, a pesar de pedir las penas más duras para los criminales. Como ocurre con la reciente I Am a Hero de Shinsuke Sato, (2017) los maltratadores, asesinos y corruptos, usan los poderes que les otorga el pueblo para garantizar los principios por los que se luchó en la Revolución Francesa, -Libertad, igualdad y fraternidad -, en beneficio propio, como hace el juez Turpin,  lo que los convierte en el objetivo de la catarsis del barbero, que junto a su socia, dueña de una infecta tahona, comenzará a fabricar las hamburguesas más suculentas que nadie ha cocinado jamás. El secreto de la receta está en los ingredientes. Tras este film, siguió la versión moderna de Frankenweenie, inspirada en la tétrica novela de Stephen King, 'Cementerio de animales', que ha sido elegida para adaptarla al cine en más de una ocasión, una de las obras de terror que en alguna ocasión me he sentido incapaz de terminar de ver. Pero también a él se debe  el haberse adelantado a convertir en su protagonista a quien algunos consideraron el peor director de cine que jamás ha existido, 'Ed Wood' , un film que se anticipa en más de veinte años al éxito de James Franco como director en 'The disaster artist' (2018).

Tim Burton se inclina por el género musical para representar esta historia, y cuenta con el  mil veces travestido Johnny Deep, la inigualable Helena Bonham Carter, el desparecido Alan Rickman y el célebre secundario Timothy Spall, al que la cineasta británica Sally Potter le acaba de dar en The Party la oportunidad de encarnar a un personaje importante. Esperamos que Burton nos dé de nuevo la oportunidad de disfrutar de él y de su cine, al tiempo que lamentamos que haya alguien que todavía no conozca la historia del siniestro barbero.





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