La madre de él. Vince Di Meglio.








¿SABES QUE A LA MAYORÍA LE PREOCUPA QUE SU MADRE MUERA? A MI ME PREOCUPA QUE VIVA ETERNAMENTE.



Ficha técnica:


Título original:  Smother
País: Estados Unidos.
Año: 2008.
Duración: 92 minutos.

Dirección: Vince Di Meglio.
Guión; Tim Rasmussen &
Casting: Rick Montgomery, Chadwick Struck.
Dirección de Fotografía: Julio Macat, ASC.
Música: Tom Wolfe, Manish Raval.
Edición: Kelly Matsumoto.
Dirección artística: Gerarld Lehtola.
Decoración del set: Cynthia McCormac.

Diseño de Vestuario: Alexandra Welker.
Responsable de peluquería: Fríða Aradóttir.
Responsable de maquillaje: Ann Pala.

Productores: Bill Johnson, Johnson Chan, Tim Rasmussen, Jay Roach
Productores ejecutivos: Jim Seibel, Vincent Reppert, Diane Keaton, Jeff Abberley, Julia Blackman, Tom Erner, Jennifer Perini, Matt Berenson, Bobby Sheng, Carsten Lorenz
Productor en línea: Julie Hartley.
Diseño de producción: Mark Hutman.
Compañías productoras: Vértice Films, Inferno y  Germie & Bucky Productions, asociadas con Double Edge Entertainment y Scion Films, Everyman Pictures.


Intérpretes:


Diane Keaton: Marilyn Cooper, madre de Noah,
Dax Shepard:  Noah Cooper,
Liv Tyler : Clare Cooper,  esposa de Noah,
Ken Howard: Gene Cooper, padre de Noah,
Jerry Lambert: Donny Booker,
Selma Stern: Helen Cooper, abuela de Noah,
Mike White: Myron Stubbs.


Sinopsis (Filmaffinity):



Cuando pierde su trabajo como fisioterapeuta, Noah Cooper (Dax Shepard) piensa que no puede ocurrirle nada peor. Pero se equivoca. Al llegar a casa, se encuentra con que ha llegado para quedarse su dominante madre (Diane Keaton) junto con sus cinco perros. A partir de ese momento, Noah deberá aprender a soportar la presión que implica buscar trabajo, que su mujer busque desesperadamente un hijo; y lo que es peor: que su madre no quiera pasar ni un minuto lejos de él.


Lo que se dijo:


La película no fue comprendida, ni poco ni muchos, por  los críticos de la época, que la calificaron de  una cinta sin gracia, ritmo ni ningún otro valor (José Manuel Cuéllar, diario 'ABC') ; una historia convencional sin vida (Mark Olsen, Los Angeles Times). Claro que dicho de esta manera, sin ilustrar con ejemplos lo que se quiere decir, carece de todo significado para un lector del que se exige la mejor fe del mundo en el que escribe con el objetivo de asesorarlo.


Crítica:


Smother (Asfixiar) es una película cuya protagonista es una madre absorbente, omnipresente, encarnada por la gran actriz de comedia Diane Keaton, un título que representa la opera prima de Vince DiMeglio, o, al menos la primera conocida de su carrera en el cine, un hombre que que se ha forjado en aspectos profesionales como  el de 'animador de 3D', scénariste o encargado de poner en escena relatos de otros, montador y productor de cine. La película que ahora dirige adopta la estructura y la trama propia de una sitcom, o comedia de situación que se impone en las series de la década de los 60: se desarrolla en los mismos lugares (la casa de Noah Cooper, el lugar de trabajo de madre e hijo, y alguna salida esporádica); más que una historia narra un conflicto que rompe el equilibrio de una situación y que se resuelve en el tiempo del film, protagonizada por 5 o 6 personas (la madre, el hijo, la esposa del hijo, el padre y el primo de la mujer). Descansa en bromas verbales y visuales o gags, con el objetivo de mostrar la personalidad de los personajes y sus reacciones. Un esquema muy matizado por elementos propios del drama.



Un fotografía que no se corresponde ni con la letra ni con el espíritu del film


El intento de Vince Di Meglio de realizar esta comedia fue avalado por importantes integrantes de los habituales equipos técnicos de la comedia, como Kelly Matsumoto, editor de franquicias como Stark Trek, Fast & Furious, La momia,  El libro de la selva...; músicos como Tom Wolfe, creador del score y supervisor musical de múltiples series televisivas (Goliat, Mr. Robot, Jumanji...), y actores de la talla de Diane Keaton o Lif Tyler y un destacado actor de sticoms: Dax Sheppard. A pesar de todo ello el film se hunde porque es convencional no sólo en la forma sino en el fondo, en el foreground y el background, ya que parte de un principio casposo y antiguo, a la par que sexista, que ya no tiene lugar en una sociedad en la que las mujeres están dispuestas a luchar por su igualdad y la dignidad que conlleva. La madre del hijo tiene todas las de perder en esta situación, porque es la madre de él, la que tiene todos los números para provocar en su vástago el complejo de Edipo, si es, como alerta el título, (no así la historia, que muestra, paradójicamente, una madre despegada, capaz de reirse de las desgracias de su descendiente más directo; si se presenta en su casa es a causa de problemas vitales de ella, no  de  una  necesidad de proteger al hijo ) madre asfixiante.





Junto a esta madre agobiante nos muestra a una mujer obsesionada precisamente con el hecho de ser madre, - la esposa del hijo -, de la que, sin embargo, no conocemos a su progenitora, mucho menos presente en el centro de la pareja.  El padre del joven a su vez vive con su madre, mostrando los antecedentes de una situación que se prolonga ad infinitum: cuando el hombre avergüenza a su esposa, la madre se siente concernida, lo que la arrastra a un fín trágico no premeditado. El matiz que introduce el primo de Ella no compensa tanto destarifo, que acaba siendo un canto a la modernidad en su búsqueda de lo politicamente correcto, y de la elevación de barreras institucionales entre las personas "Tú tienes una mujer preciosa, una madre que te quiere; yo sólo me tengo a mí." La madre, encarnada por Diane Keaton es ridícula, aunque pone en evidencia que el rol se repite cada vez, y que aquella que se queja de una suegra absorbente, acaba siendo una madre absorbente. A  la confusión del tema se une el problema de la construcción de un discurso construido sin gracia, situado entre el drama y la comedia, sin optar por una u otra categoría.  Especialmente doloroso es el debate que se establece entre madre e hijo en el funeral de la abuela, que precipita el giro final y coloca la historia en un no man's land que no convence a nadie, a pesar del esfuerzo de la notable Diane Keaton, que tras protagonizar un melodrama que suena a postizo, protagoniza un final bizarro y abracadabrante..







Y es que hay algo que Woody Allen, un querido comediógrafo y comediante,  admirado  por sucesivas generaciones a las que se ha ganado en su larga carrera que se inició en el Club de la Comedia, no entendió la importancia del género en el que consiguió la fama, cuando confesaba a su biógrafo Eric Lax que no moriría tranquilo si no realizaba sus propias tragedias, canónicas y convencionales, de las que constituyen un paradigma las que forman parte de la trilogía británica, y en especial Casandra's Dreams, (seguirían otras, entre ellas Blue Jasmine y su última producción, Wonder  Wheel),  sin percatarse que lo más difícil había sido recuperar un género que habían mantenido los grandes maestros  clásicos del cine silente, (Chaplin, Buster Keaton, Stan Laurel y Oliver Hardy...),  a los que algunos consideran  herederos de la ficción ateniense y romana, concretamente de la comedia antigua de Aristófanes.  Pedro L. Cano explica “que lo que los guionistas y dramaturgos actuales le deben a Aristófanes es el modelo ancestral de la ridiculización de cualquier intriga o situación social, con nombre y apellidos” (Cano, 1999, p. 62) 1


Se puede disfrutar de este film en el videoclub de ONO.


1. Cano, Pedro L. (1999). De Aristóteles a Woody Allen. Poética y retórica para cine y televisión. Madrid: Gedisa.





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