El fantasma de la libertad. Luís Buñuel.




Cartel realizado para la película por Andrej Klimowski en 1981



Ficha técnica: 


Título original: Le Fantôme de la liberté.
País: Francia.
Año: 1974.

Guión y dirección: Luis Buñuel.
Dirección de fotografía: Edmon Richard; fotógrafo: Jean Distinghin.
Montaje: Helene Plemianikov y Nathalie Lafaurie.
Ingeniero de sonido: Guy Villette.
Efectos sonoros: Luis Buñuel.
Escenografía: Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière.

Maquillaje: Monique Archambault.
Vestuario:Jacqueline Guyot.

Producción: Serge Siberman.
Director de producción: Ully Picard.
Compañías: Greenwich Film Production. Paris; Vídeo: Studio Canal.



Intérpretes:




Adriana Asti, Julien Bertheau, Jean-Claude Brialy, Adolfo Celi, Paul Frankeur, Michel Lonsdsdale, Pierre Maguelon, Franois Maistre, Helen Pedrière, Michel Picoli, Claude Piéplu, Jean Rochefort, Monica Vitti.

Sinopsis.


El filme está estructurado en una serie de episodios enmarcados por escenas de represión en las que se inscribe el grito de 'Viva las cadenas' (Abajo la libertad), Esta curiosa colección de relatos oníricos incluye a una pareja burguesa que encuentra repugnantes las fotos de ciertos monumentos de París; una enfermera que pasa la noche en un extraño hotel, jugando a las cartas, fumando y bebiendo con un grupo de monjes dominicos y dos amantes sadomasoquistas; la búsqueda de una niña pequeña que en realidad nunca se ha perdido y un asesino condenado a muerte y liberado inmediatamente cuando el cadáver de su hermana llama por teléfono al jefe de policía local. Con un chasquido de dedos la realidad desaparece y el comportamiento normal se vuelve del revés. Muy significativa la secuencia en la que unos burgueses realizan sus necesidades en sanitarios dispuestos en torno a la mesa del comedor, desplazándose para comer al water.


Crítica:



El filme , en palabras del propio director (Mi último suspiro. Luis Buñuel, pág.293), quería representar un discreto homenaje a Karl Marx, a ese "espectro que recorre Europa y que se llama comunismo". La libertad, que en la primera escena de la película es una libertad política y social, adquirirá muy pronto otro sentido: la libertad del artista y del creador, tan ilusoria como la otra. Aunque el director siente que el resultado es un poco frustrante, por la dificultad que entraña escribir un guión como éste y trasladarlo al celuloide, sigue siendo uno de sus filmes favoritos, especialmente las escenas de amor entre la tía y el sobrino, y la búsqueda de una niña que no se ha perdido. Agrupa temáticamente en una trilogía, o un tríptico medieval, La vía láctea, El discreto encanto de la burguesía y El fantasma de la libertad. Los mismos temas, las mismas frases, se encuentran en las tres películas: la búsqueda de la verdad y la necesidad de huir cuando uno cree que la ha encontrado. Los cuatro españoles que fusilan los franceses al principio de la película son: José Luis Barros (Que grita: "Viva las caena") Serge Silberman (con una venda en la frente), José Benjamín (vestido de sacerdote) y el propio Buñuel, bajo la barba y la capucha de un monje.'

Puede ser que sea un momento adecuado para volver la vista hacia uno de los cineastas ilustres de este país, muy respetado en el exterior.




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