El orden divino.Ficha técnica.








Ficha técnica:


Título original: Die Göttliche Ordnung.
País: Suiza.
Año: 2017.
Duración: 96 minutos.

Dirección: Petra Biondina Volpe.
Guión: Petra Biondina Volpe.
Casting: Corinna Glaus, Ruth Hirschfeld.
Dirección de Fotografía: Judith Kaufman.
Música: Annette Focks.
Edición: Hansjörg Weissbrich.

Diseño de Vestuario: Linda Harper.
Maquillaje: Adrienne Chauliac.

Productoras: Lukas Hobi, Reto Schärii.
Diseño de producción: Su Erdt.
Compañías: Zodiac Pictures International.

Intérpretes:


Marie Leuenberger: Nora,
Maximiliam Simonischek: Hans,

Sinopsis:



En 1971, las mujeres todavía no podían votar en Suiza. Nora es una joven ama de casa y madre de dos hijos que vivía en un pequeño y pintoresco pueblo donde las noticias de las protestas por los derechos civiles, la revolución sexual y los movimientos contraculturales apenas eran un tema de discusión. La joven era una persona tranquila que contaba con la simpatía de todos. Pero cuando su marido le prohíbió aceptar un trabajo a tiempo parcial, la frustración la llevó a iniciat una lucha por el sufragio femenino. Su nueva fama conllevaba amenazas y el posible fin de su matrimonio, pero ella se negó a dar marcha atrás, y convenció a las mujeres del pueblo para que fueran a la huelga ; en el proceso iba descubriendo aspectos de su propia liberación. Las tranquilas vidas de sus vecinos se vieron afectadas por completo.


Lo que se dice:


La irrupción en las pantallas de todo el mundo de una película realizada en Suiza es un hecho insólito y más inusual todavía que la película de Petra Biondina Volpe haya convencido a los tops critics de la prensa occidental. El Tomatometer de la página Rotten Tomatoes le atribuye un índice de aceptación del  86%, consultadas 44 reseñas. La página española Filmaffinity  refleja una nota de 6,8, una media obtenida de 168 votos.

La propia página, Filmaffinity, expone su opinión sobre este film, cuya historia evoca la de Norma Rae (Martin Ritt, 1979) : "La película suiza más taquillera del año. Premiada en el Festival de Tribeca con tres premios en su sección internacional: el Premio del Público "por ser un cine inteligente y tener una narrativa impactante", el premio a la mejor actriz internacional para Marie Leuenberger, y el Nora Ephron Award para su directora por "su intrépida y compasiva narrativa, su preciosa fotografía (dirigida por una mujer), la compleja caracterización de la experiencia femenina y la navegación sin fisuras entre la comedia y el drama".

Los argumentos que se esgrimen son que el film nunca resulta artificial o moralizante (Nick Schager, Variety); más entretenida que divina, ya que es interesante pero ligera a pesar del tema (Boyd van Hoeij, The Hollywood Reporter); una delicia inesperada (Ren Jender, Village Voice). Otros introducen matices , como Derek Smith que observa desequilibrio entre la comedia y el drama (Slant), o David Ehrlich que la describe como pusilánime, a pesar de que el film de Volpe es valioso porque no enfatiza el aspecto político. La página Indiwire separa, pues, el proceso de toma de conciencia del proceso político.




En España, Francisco Marinero hace una sinopsis inteligente y muy precisa del film: "En 1971, en un pequeño pueblo de Suiza, una mujer casada y con dos niños quiere volver a trabajar y no ser sólo esposa y madre. Empieza entonces a comprender que las suizas están relegadas a un segundo plano, a la sumisión a su pareja y a colaborar en un movimiento en defensa del sufragio femenino que va a ser sometido a referéndum. Se desarrolla así un drama doméstico y un cuadro costumbrista que es casi comedia, siendo lo fundamental el retrato de esta ama de casa que va descubriendo sus derechos, entre los que se encuentra el placer, aunque eso implique contradicciones y conflictos." (1)


Nando Salvá se torna muy ambiguo y muestra su lado más posmoderno en el tagline de la columna que con frecuencia escribe para 'El Periódico': "Como recordatorio de que los logros sociales empiezan a gestarse gracias a luchas individuales, la película de Petra Biondina Volpe es razonablemente efectiva. En el cuerpo de su breve artículo sostiene algo muy difícil de entender: "En el proceso busca más apelar a nuestra superioridad moral que a darnos que pensar, y eso explica que no examine a fondo de ese sexismo, y que se mantenga liviana y hasta jovial -a través de un humor a ratos excesivamente grueso-, y que no haya nada en ella que no sea del todo predecible. " (2) No queda claro a la superioridad moral de quién apela la cineasta.

Para Santiago Alverú: "Petra Volpe, su directora, desarrolla unos personajes bien definidos y coherentes con el sentimiento de la sociedad de la época. Es precisamente este cuidado por el detalle el punto fuerte de la película, un gran trabajo visual y narrativo, una historia dulce y enriquecedora que convive con una radiografía exhaustiva de la estética de aquel momento. Por desgracia, la cinta no se libra de la maldición del país al que describe e hipoteca su mensaje para ofrecer un final en el que todo parece solucionado.(3)

(1)  El orden divino: reivindicación feminista. Diario 'El Mundo', 21 de junio de 2018.
(2)  El orden divino: sin uñas ni dientes. Diario 'El Periódico', 21 de junio de 2018.
(3)  El orden divino. Cinemanía, 15 de junio de 2018.

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