La gran ilusión. Ficha técnica.






Ficha técnica:


Título original: La grande illusión.
País: Francia.
Año:1937.
Duración: 114 minutos.

Dirección: Jean Renoir.
Guión, adaptación y diálogos: Jean Renoir, Charles Spaak.
Director de Fotografía:Christian Matras.
Música: Joseph Kosma.
Edición: Marthe Huguet, Renée Lichtig, Marguerite Renoir.
Departamento de arte: Alexandre Laurié y Raymond Pillon.
Decoración del set: Eugène Lourié.

Diseño de Vestuario: René Decrais.
Departamento de maquillaje: Raffels.

Director de producción: Raymond Blondy.
Productores: Raymond Bondy, Albert Pinkovitch, Frank Rollver.
Diseño de producción: Eugène Lourié.
Compañías productoras: Réalisations d'Art Cinematographique.

Intérpretes: 


Jean Gabin: Oficial francés Marechal,
Dita Parlo: Elsa,
Pierre Fresnay: Capitán francés Boieldieu,
Erik Von Stroheim: Comandante alemán Von Rauffenstein,
Marcelo Dalio: el teniente Rosenthal.
Julien Carette: actor Cartier,
Gaston Modot: el ingeniero,
...



Sinopsis: 


Una de las diez mejores películas de la historia. Durante la Primera Guerra Mundial el capitán Boieldieu y el teniente  Maréchal son encarcelados en el campo Hallback. Conocen a sus nuevos compañeros de habitación, presos como ellos: Rosenthal, un parisino burgués, Cartier, un actor, y otros dos oficiales. Juntos, deciden intentarlo todo para escaparse y se ponen a cavar un túnel subterráneo. Cuando casi han acabado su trabajosa labor, les comunican que serán trasladados a otro campo.

Crítica:


Alicia Avilés Pozo escribe un artículo para  el diario.es en el que, tras declarar en su entradilla que "rescata esta obra del cineasta francés para intentar averiguar si peca de ingenuidad y clama por un pacifismo hoy todavía necesario", da razones en favor y en contra de esta película de Jean Renoir y comienza su exposición afirmando que "hubo un tiempo en que las guerras crecieron junto con el cine. En pleno calentamiento de la Segunda Guerra Mundial, cuando la Alemania de Hitler ya entrenaba a sus SS, el estreno de 'La gran ilusión' (1937) contribuyó a generar un llamamiento al pacifismo desde el séptimo arte que de poco sirvió, como tampoco lo haría 'El gran dictador'. La ingenuidad, amabilidad y humanismo que destilaron estas películas no pudieron frenar una maquinaria belicista imparable durante todo el siglo XX y que hizo que al final futuros cineastas como Stanley Kubrick, Oliver Stone, Steven Spielberg o Clint Eastwood no tuvieran más remedio que llamar a la paz mostrando la otra cara, la del horror, la violenta, la inhumana." (1)

No hay duda de que estos intelectuales se dejaban guiar por un buenismo que se encargaría de dejar al descubierto George Stevens cuando entró por primera vez en un campo de exterminio, Dachau,  durante la segunda contienda llamada mundial que se libró en territorio europeo, y lanzó al mundo el testimonio gráfico de lo que allí se encontró.Nunca más hizo una comedia. Lo mismo ocurrió  con Chaplin y  'El  gran dictador', un film por el que más tarde pidió perdón. A pesar de todo la película de Renau permite comprobar que el trato que recibían los oficiales, los que dedican su vida al ejercicio y adriestamiento en las armas y las tácticas y estrategias militares, es mucho mejor que el del soldado de gleba, el reclutado a la fuerza, un hecho en el que incide con frecuencia el cine bélico. Uno de los ejemplos más notables de esta discriminación nos lo ofrece 'El puente sobre el río Kwai' (David Lean, 1957), en el que un coronel británico capturado en Birmania, contempla cómo sus enemigos japoneses se muestran ineficaces para construir un puente para enlazar este territorio con  Tailandia, y decide ponerse al frente de las obras en colaboración con los japoneses, construyendo una infraestructura perfecta, un arma eficaz contra su propio bando. Puede más su orgullo y el corporativismo del cuerpo que la reflexión acerca de las razones por las que van a morir tantos hombres.


El  Capitán francés Boieldieu, (Pierre Fresnay), y el Comandante alemán Von Rauffenstein ( Erik Von Stroheim) están unidos por el mismo sentimiento, comparten el mismo código de honor, e incluso el alemán se sirve del reglamento francés para que no se acuse de crueldad a los oficiales alemanes. Claro que Jean Renoir utilizaba como referente para combatir los nuevos problemas que asolaban su país la Primera Guerra Mundial, sin tan siquiera sospechar la que se les avecinaba. Un buen documento que nos hace reflexionar sobre la ceguera de los pueblos, incapaces de orientarse en medio de signos muy evidentes del odio que se está implantando en amplios sectores de cualquier signo.



(1) A favor y en contra de 'La gran ilusión' de Jean Renoir. eldiario.es, 8 de octubre de 2017.


Película completa en Youtube.


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