Noche infernal. Crítica.







Ficha técnica, sinopsis, cartel (Pinchad aquí)


Crítica:


En su ensayo 'El cine negro' afirma Noël Simsolo que en el thriller  policíaco " las sombras y luces persiguen a unos seres que se debaten en un no man's land funerario.Encontramos un ceremonial de iniciación durante el cual el espectador cruza el espejo de la ficción y ve cómo sus propios demonios salen a su encuentro. La realidad y el sueño se entremezclan en una esquizofrenia atávica reveladora de la naturaleza humana." (1) Este mismo argumento sirve para el cine de terror, ya que respecto a los géneros que nos causan pavor el teórico advierte de que si aquellas historias en las que tiene presencia la violencia carecen de este background , cuando transcurre el tiempo, pierden todo su interés y sólo queda la representación de una violencia sin sentido.

Tom DeSimone realiza en 1981 un slasher, un subgénero de terror inspirado en el giallo italiano, cuyos protagonistas usan instrumentos cortantes, horcas, compuestos de cinco púas que se introducen en el cuerpo humano y lo atraviesan. Añade atractivo a su película al incorporar a Linda Blair (la niña de 'El exorcista' de William Friedkin, 1973) entre los protagonistas. Las clases sociales y la moral del norteamericano medio presiden el relato, en el que, como es habitual en el cine norteamericano, se premia la honestidad de una joven, hija de un mecánico que arregla coches, barriendo a todos los pijos de clases altas de la hermandad universitaria que organiza la fiesta con independencia de su sexo, cuando se embarcan en juegos sexuales, incentivados e intesificados por el temor que infunde el ambiente gótico que les otorga una vieja mansión en la que tuvo lugar una horrible matanza de sus últimos ocupantes, miembros deformes de una misma familia. El organizador de la  orgía infernal alerta a los cuatro jóvenes que van a pasar la noche en la casa que corre el rumor de que hay un superviviente.

Llegado el momento de la tragedia quienes han organizado esta orgía no encuentran el apoyo de los habitantes del lugar, ni de la misma policía, hartos de las constantes burlas de los estudiantes arrogantes que se ríen de todos y de todo. DeSimone crea un clima interesante pero no es capaz de generar la tensión que los acontecimientos narrados reclaman. Le falla el control del tiempo, la capacidad de dar sustos eficaces o de construir gags impactantes; parece más interesado en mostrar otro de los reclamos del género: un grupo de jóvenes de ambos sexos, muy atractivos y muy ligeras de ropa ellas, que acabarán sirviendo de carnaza a los king-Kong de turno, hambrientos de carne fresca y sedientos de sangre, una combinación muy efectiva.

De nuevo el mundo rural y el asfalto, los extraños y los lugareños, los pobres y los ricos (interesante conversación de Marti, Linda Blair, con el que le ha tocado de compañero nocturno  para disfrutar de la 'noche infernal') entrarán en conflicto en una película de un género que incorpora estos elementos entre sus características y que no falla en la construcción de la diégesis de un universo apropiado a este tipo de relatos, pero que sin embargo no acierta en la traslación a la pantalla de nuestros temores, nuestros miedos, y los monstruos que los representan.

















(1) Noël Simsolo. El cine negro. Pág.16. Alianza Editorial, primera edición: Madrid 2007.

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