Luz que agoniza. Ficha técnica




Ficha técnica:


Título original: Gaslight
País: Estados Unidos.
Año: 1944
Duración: 114  minutos

Dirección: George Cukor
Guión: John Van Druten, Walter Reisch, John L. Balderston, basado en la obra Patrick Hamilton
Dirección de Fotografía: Joseph Ruttenberg. Blanco y negro
Música: Bronislau Kaper
Montaje: Ralph E.Winters
Sonido: Douglas Shearer, Joe Edmondson
Dirección artística: Cedric Gibbons

Diselo de vestuario: Irene
Maquillaje: Jack Dawn

Productor: Arthur Hornblow, Jr.
Compañías productoras: Metro Goldwyn Mayer; distribuidora : Metro Goldwyn Mayer


Intérpretes:


Charles Boyer: Gregory Anton
Ingrid Bergman: Paula Alquist Anton
Joseph Cotten: Brian Cameron
May Whitty: Señorita Bessie Thwaites
Angela Lansbury: Nancy Oliver
Barbara Everest: Elizabeth Tompkins
Emil Rameau: Maestro Guardi
Edmund Breon: General Huddleston
Halliwell Hobbes: Señor Mufflin
Tom Stevenson: Policía Williams
Heather Thatcher: Lady Mildred Dalroy


Sinopsis:



En la Inglaterra victoriana, una famosa cantante de ópera, Alice Alquist, es asesinada. Su joven sobrina, Paula, que vivía con ella, y aparece en la escena del crimen poniendo en fuga al asesino,  es enviada a Italia a formarse en el bel canto, y el caso queda sin resolver. Allí se forma con el mismo profesor que tuvo su tía y conoce a un pianista, acompañante de su maestro, Gregory Anton, con el que se casa. Él la convence para regresar a la casa desocupada de Londres, en la que fue asesinada su tía, una mansión en la que se establecen tras la luna de miel, pero, una vez instalados en su nuevo hogar, se comienzan a producir sucesos extraños: la luz de las lámparas tilila hasta apagarse y la joven comienza a oír extraños e inexplicables ruidos de pasos en el ático. El responsable de estos sucesos es Gregory que trata de convencer a Paula de que está loca.




George Cukor, Ingrid Bergman y Charles Boyeur


Trailer en Youtube


Premios:



  • Oscar 1945 : a la mejor actriz principal (Ingrid Bergman) 
  • Oscar 1945: a la mejor dirección de arte (Cedric Gibbons, William Ferrari, Paul Huldschinsky y Edwin B. Willis) 
  • Globo de Oro 1945 : a la mejor actriz - Cine (Ingrid Bergman) 
  • El film estuvo nominado en otras cinco categorías al Premio Oscar

Páginas consultas: Filmaffinity, Imdb, Wikipedia.



Crítica:

En 1944 George Cukor vuelve con una versión de la obra teatral del autor británico Patrick Hamilton, Gaslight (1938), que fue representada en Broadway casi durante tres años seguidos, de 1942 a 1944, con el título de Angel Street, y llevada al cine en 1940 por el también británico Thorold Dickinson, una película protagonizada por Anton Walbrook, más fiel a la obra teatral original, salvada de la campaña de destrucción de la competencia de la MGM, gracias a la diligencia del British Film Institute que conservó un ejemplar del título inglés. El éxito de esta historia en todas sus versiones favoreció en su momento la expansión del concepto de 'gaslighting', que goza de un gran rendimiento en la actualidad  entre amplios sectores feministas, resignificado en el sentido de una práctica machista orientada a  debilitar la autoestima de la mujer haciéndola dudar de su cordura.





George Cukor no defrauda, realiza una obra muy personal sin las ambigüedades de su predecesor, cambiando el nombre de los lugares, los personajes, la edad de éstos y su papel en la trama, modernizando la puesta en escena, desarrollando los personajes, tanto femeninos como masculinos y convirtiéndolos en hombres y mujeres de gran solidez, al tiempo que hace explícitos los motivos del extraño comportamiento del marido de la protagonista, haciendo partícipe al espectador de lo que sucede en la pantalla e interesándolo en su desarrollo. Paul y Bella  Mallen se convierten en Gregory y Paula Anton; la casa de los horrores ya no está situada en Pimlico Square 12, sino en Thornton Square 9, y el edificio que alquila el músico para seguir trabajando ya no es el contiguo al de la vivienda, sino que está en el número 5 y se accede por un callejón. El viejo policía jubilado, Wrangler, B.G. Rough,  se convierte en el apuesto inspector de Stotland Yard, un joven de la clase alta, a cuyos saraos asiste, Brian Cameron, interpretado por Joseph Cotten. Pero hay algo más significativo: la mujer asesinada, ya no es una anciana que borda su nombre en un bastidor, la Sra. Barlow, tía del entonces llamado Louis Bauer, su sobrino desaparecido, sino una bella y atractiva cantante de opera, a la que ronda este joven.





Este giro de 90 grados se traduce en la estructura del texto cinematográfico de forma bien diferente. Cukor no nos muestra el asesinato, sino el resultado de la acción criminal sobre la sobrina de la víctima, hija de su hermana, Paula, en la puerta de la casa, junto a los criados, dispuesta para huir del lugar del crimen que ha presenciado y del país que la había acogido. George Cukor cede todo el protagonismo a una mujer poderosa, alegre, llena de vida, que ha encontrado su lugar entre los antiguos maestros y colaboradores de su tía, el maestro de canto y el pianista que lo acompaña, en un país luminoso como Italia, arrebatando el primer plano que había otorgado Thorold Dickinson al hombre, que protagoniza la secuencia inicial de su relato, con un plano inserto muy ambiguo. No tardará el llamado director de mujeres a mostrarnos a una Paula muy enamorada del pianista, una condición que la convierte en una pieza de caza muy vulnerable para quien tiene unos objetivos muy claros en su pretensión de casarse con la chica: volver a la casa de Thornton Square y buscar el botín que el asesino no encontró diez años atrás (incluso la elipsis temporal cambia en función de los intereses narrativos de Cukor).





SPOILER.


Como era previsible, Cukor, un cineasta que conoció la marginación por su orientación sexual, no podía mantener una postura equidistante, y todo su lenguaje discursivo y formal nos coloca frente a Gregory y a favor de Paula, apoyada en el detective Brian Cameron, reforzando de esta forma el planteamiento de género de su 'Gaslight', que no por ello deja de ser una cuestión marginal y subsidiaria en un thriller truculento, del que sabe sacar partido el director, pues la subida y bajada de intensidad de la iluminación de las lámparas se produce en el ático, precisamente donde se almacenan los objetos personales y los muebles de la mujer muerta, situado encima de la habitación de quien presenció el crimen, algo que necesariamente inquieta a la testigo, aunque el objetivo de Gregory sea otro muy diferente al de enloquecer a su esposa con sus visitas a este lugar. Sus móviles para actuar de la manera que lo hace, escondiendo objetos y colocándolos en otros lugares, para convencer a Paula de su escasa conciencia de lo que es real, se producen desde que ésta encuentra una carta de un tal Sergio Bauer que lo compromete. Ante el temor de ser descubierto si su esposa se relaciona con la gente y se le escapa este dato, comienza un plan para incapacitarla, quedarse solo en la casa y encontrar las valiosas piedras (diamantes frente a los rubíes de la versión británica y cosidos en un traje, no camuflados en un camafeo) que ambiciona; en su visita al museo en el que se exponen las joyas dela corona británica, el hombre muestra una mirada enfermiza derivada de la pasión por estos objetos.





El cineasta eligió para el papel de protagonista femenino a Ingrid Bergman una actriz de apariencia potente y vigorosa, que, no obstante, se muestra frágil e insegura ante un Charles Boyeur más melifluo que su predecesor Anton Walbrook, mas cruel y dañino si cabe, una interpretación por la que la mujer ganó un Óscar; llegada la hora de la venganza, ésta sabrá tomarse la revancha de forma muy convincente. La crítica de cada momento señala el fichaje de Angela Lansbury, para su primer papel en el cine, cuando apenas contaba diecisiete años, desempeñando el dudoso rol de la sirvienta Nancy, una chica coqueta, pícara y descarada cuando le dan pie, muy consciente de lo que le conviene a pesar de la edad, y también menos ambigua que la de la versión británica. El film está descatalogado y no hay versiones en Youtube, pero con un poco de paciencia se puede encontrar la película que ha marcado a generaciones de espectadores y que ha conseguido colocar su nombre, 'Gaslight', en los últimos esfuerzos por describir las tácticas que algunos emplean para someter a quienes creen que están bajo su control.

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