La lava en los labios. Jordi Costa


Después del 'primum vivere' viene el 'deinde philosophari': Todos somos cisexuales, solo hace falta que una película desvele nuestro 'inconsciente' (no subconsciente).



Ficha técnica:


Título original: La lava en los labios (#LittleSecretFilm)
País: España
Año: 2013
Duración: 73 minutos

Dirección: Jordi Costa
Guión: Ana Bettschen, Jordi Costa, María José Gil, Eva Llorach, Eva Marciel, Belén Riquelme
Dirección de Fotografía: Antonio Graell
Operadores de cámara: Manuel Romo, Pedro Temboury
Montaje: Víctor Berlín
Diseño de sonido: Sergio López-Eraña
Etalonaje: Roland de Middel


Dirección artística/Vestuario: Teilor del Castro
Vestuario vampiras: Cecilia Estevez
Maquillaje y peluquería: Luca Pompozzi
Maquillaje F/X : Pedro Rodríguez

Producción: Manuel Sánchez
Producción ejecutiva: Haizea G.Viana, Pablo Maqueda
Compañías: #Littlesecretfilm por Calle 13,  Kinora, Acacia Films, MoodStudio


Intérpretes:


María José Gil :Bonita Sepúlveda
Ana Bettschen: Adriana Duval
Eva Marciel : Eva La Jazmina
Eva Llorach :Toni
Belén Riquelm :Chloë
Rocío León :Maria Solana

Sinopsis:


La psicoterapéuta Bonita Sepúlveda sufre un grave trastorno emocional al asistir a una proyección de 'El deseo y la lava', la última película de la prestigiosa directora Adriana Duval. Dispuesta a rastrear lo que se oculta tras esta experiencia traumática, Bonita formará una excéntrica pareja de detectives con la bailaora Eva la Jazmina para reencontrarse con un terrible secreto de su propio pasado. En este turbio thriller psicológico la psique es el lugar del crimen.


Crítica:


Jordi Costa nos introduce en su relato con un 'momento Lars Von Trier' que intenta hipnotizarnos como el danés en la introducción de su película Europa, (un film del movimiento Dogma 95 que el cineasta cultivó junto con Thomas Vinterberg o Suzanne Bier, entre otros), seguido de créditos muy 'peplum' muy a lo 'Bond', (definición de las actrices no muy informadas), que funcionan como transición a una historia de metaficción, muy confusa, que incluye una película dentro de la película, con constantes referencias a 'El año pasado en Marienbad'  de Alain Resnais', en la que cobra una especial relevancia el recuerdo de la aparición fantasmagórica de Alfred Hitchcock en aquel inquietante (esto es desde luego subjetivo) hall, como un fantasma levitando junto al ascensor. A estas influencias se unen esencias españolas, que las protagonistas femeninas asocian a ciertos personajes de la farándula española com Isabel Pantoja, a la que Costa asocia con una "característica esencial de la contracultura (española, se entiende): la disolución de fronteras entre la baja cultura y lo que se consideraba alta cultura. Fue, por definición, integradora: una casa para todos desde la que transformar el mundo, convirtiendo la vida en obra de arte y proyecto político”  .*

Mas lo que anida en el inconsciente, el tercer nivel de nuestra mente, que almacena todas aquellas experiencias vividas por nuestra especie en sus millones de años de existencia, y que el autor insiste en diferenciar del subconsciente dominado por nuestras emociones.** no es algo tan universal , por lo que quizá a más de uno le cuesta entender, de acuerdo con el propio constructo que se ha creado de sí mismo, de qué habla Jordi Costa cuando dice que ' la verosimilitud es el inconsciente del cine, que en el momento que se detecta algo de racionalidad se desvanece', si subyace (perdón por el palabro) una forma de ser español, en la que se combina el flamenco, las cantaoras, la colegiala sexi y la seducción en una película 'almodovariana' de chicas, o se encuentra en el límite entre la consciencia y la inconsciencia de que hablaba Giulio Carlo Argan, una posición que sitúa a los individuos allí donde lo inconsciente se contamina de racionalidad. Sus críticas parecen obedecer a un principio muy pensado, si bien alejado de otros que rigieron a los cineastas que comenzaron su carrera en Cahiers du Cinema, que hablaban de la búsqueda cartesiana de la realidad, guiados por su propia ideología.


Pocos saben, quizá, no es el caso de Jordi Costa, que el cine fue ya concebido como una terapia psicomágica, por Jodorovski, para liberar el inconsciente (secuencia del higo y otras imágenes de connotaciones lésbicas y símbolos fálicos), un precedente que ayuda a entender, apoyado en las explicaciones de una de las mujeres que protagonizan el film, que el 'misterio del cine' es que no hay misterio, sólo acción. Los espacios están aderezados por un atrezzo agobiante, como impulsado por una mente afectada por una especie de horror vacui, una atmósfera que, según aclara el director, responde a casas reales y no a decorados, en las que se amontonan objetos, libros, y novelas pulp que tienen protagonistas populares de cómics, que deben significar algo para Costa, como Harry Dickson y Nancy Drew, que emblematizan al director más que a sus propios personajes; en los audios que incorporan comentarios de las actrices, estas dudan e incluso ignoran qué es una película peplum.

La trama gira en torno a cineastas de ficción como Adriana Duval, que 'convierte su cámara en instrumento nigromántico al servicio de un discurso ¿?' y constata que hay seres arrogantes conscientes de su excepcionalidad.. Ignoramos a quién se refiere el crítico travestido de director. Si comparamos su cine con el de Alejandro Jodorovsky vemos la diferencia entre ser crítico y cineasta o sólo crítico o cineasta. El imaginario y la iconografía  así como  las condiciones materiales que acompañan a los personajes y determinan su ideología y su forma de ser es mucho más rica en el realizador franco-chileno, admirado por John Lenon, mientras que las limitaciones creativas del crítico de 'El País' parecen quedar reducidas al descubrimiento de la orientación sexual de sus personajes y sus ascendientes y de la dureza de salir del armario, un camino árido para los que todavía son  o se consideran cisexuales. Solo necesitan liberar su inconsciente y salir del armario en que sus padres, cínicamente liberados de ataduras, las habían encerrado, sirviéndose de su complejo de Electra:  la lava, emulando en su desdoblamiento el test de Rorschach  parece sugerir la tesis freudiana de que detrás de cada problema está la insatisfacción sexual. Para las actrices, sin embargo todo es muy loco y muy divertido, la cajita de música de Resnais, además de cameo del cineasta galo, aporta una nota de erudición e intensifica esta atmósfera lúdica y exquisita.

El cine, como la literatura, es un modo de representación que busca entretener o formar e informar a un público ávido de conocer, que ha permitido junto con la TV, visualizar un mundo que antes sólo se podía imaginar.  Este objetivo se puede alcanzar de forma clara, estética, poética, con talento, u oscura y dirigida a una élite que, desgraciadamente, desconoce los géneros más elementales. El Confidencial . comienza un largo artículo situando el film del crítico de cine de 'El País', un periódico que ha perdido todo contacto con la realidad, que nos recuerda que hay un cineasta que se llama George Lucas (más vale tarde que nunca), aunque asociando su nombre al merchandising, un mantra que no puede abandonar. El articulista de 'El Confidencial' sostiene que:  "De entre el amplio repertorio de adjetivos que todo crítico reúne a lo largo de su carrera para manifestar su desaprobación hacia una obra cinematográfica –del condescendiente “mediocre” al gráfico “vomitiva”, pasando por el eufemístico “fallida”–, raramente suele figurar entre ellos el término “racional”. Sin embargo, no hay nada más despectivo que dicho concepto para el crítico cinematográfico Julio Sepúlveda, protagonista ausente de La lava en los labios, segundo largometraje del también crítico Jordi Costa. Si el cine es el mundo de las luz en medio de la oscuridad, de la conexión con lo profundo en las tinieblas de la sala, no hay nada más fallido que una película cartesiana."  *** Una contribución inapreciable a la comprensión del universo del crítico.

Es curiosa la justificación del articulista del aprovechamiento de los 2000 euros que dio Calle13 a Costa, "un pequeño apoyo económico de 2.000 euros, rentabilizados hasta la última gota, gracias a su reparto exclusivamente femenino...", un lapsus que nadie, ni quien presume de película realizada por y para mujeres para haber advertido."*** En la sinopsis se crea un campo semántico muy negativo en relación con el thriller 'psicológico' que se presenta calificado de  traumático y terrible, Jordi Costa llega bien acompañado a este proyecto, en el que colaboran: Una creación colectiva de Berlín, Bettschen, Gil, Graell, León, López-Eraña, Llorach, Marciel, Riquelme, Romo, Temboury y Valdivieso, un montón de señores contándonos la historia de un montón de señoras, que quedan reducidas a meros atributos cisexuales y transexuales:

Alberto Rey 'Diario  El Mundo' la calificó de una película loca y sobre todo libre. El público la suspendió con un 4,4


* Hablamos con el crítico y escritor sobre la historia subterránea de la (contra)cultura española. www.notodo.com
** Juan Sebastián Celis Maya. Consciente, Inconsciente y Subconsciente – Los 3 Niveles De La Mente. www.sebascelis.com
*** El precioso inconsciente de un crítico de cine. El Confidencial, 2 de diciembre de 2012
**** Opus cit.

Visitadas las páginas Imdb y Filmaffinity


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