Exito a cualquier precio. James Foley








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Ficha técnica:

Título original: Glengarry Glen Ross.
País: Estados Unidos.
Año:  1992.
Duración: 120 minutos.

Dirección:  James Foley.
Guión:: David Mamet, basado en una obra de teatro de David Mamet.
Casting: Bonnie Timmermann, C.S.A.
Música: James Newton Howard.
Edición: Howard Smith.
Dirección de Fotografía: Juan Ruiz-Anchia, A.S.C.
Director artístico: Bill Barclay.

Diseño de Vestuario:  Jane Greenwood: David M.Charles.
Maquillaje: Sheryl Berkoff y Sharon Ilson.
Peluquería: Alan D


Productores: Jerry Tokofsky y Stanley R.Zupnik Production.
Co-productores: Morris Ruskin y Nava Levin.
Productores asociados: Karen L. Oliver.'Angerio y Colleen Callaghan.
Productor ejecutivo: Joseph Caracciolo, Jr.
Diseño de producción: Jane Musky
New Line Cinema, Mercury Filmsupnik Enterprises .


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Intérpretes:

Al Pacino: Ricky Roma,
Jack Lemon: Shelley Levene,
Alec Baldwin: Blake,
Ed Harris: Dave Moss.
Alan Arkin_ george Aaronow,
Kevin SpaceyJohn Williamson,
...

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Premios (Filmaffinity):
 
1992: Nominada al Oscar: Mejor actor de reparto (Al Pacino)
1992: Nominada al Globo de oro: Mejor actor de reparto (Al Pacino)
1992: National Board of Review: Mejor actor (Jack Lemon )
1992: Copa Volpi en el Festival de Venecia: Mejor actor (Jack Lemmon) 

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Sinopsis:

La filosofía de empresa del nuevo jefe de una inmobiliaria de Chicago, consigue que el éxito sea una obsesión para sus empleados. La recompensa es alentadora: un cadilllac, y el castigo sencillo: el despido. Bajo esta estresante situación, las fichas de los nuevos clientes desaparecen misteriosamente. Comienza la batalla y sólo puede haber un ganador...

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Comentario:

James Foley lleva a la pantalla este drama de bacground socio-económico, basado en una obra de teatro de David Mamet, ubicado en la crisis de 1992, de la que aún no ha salido definitivamente, en la que el gigante nipón perdió su oportunidad de ponerse a la cabeza de la economía mundial cuando estalló  su burbuja inmobiliaria y financiera en junio de 1992, arrastrando en su caída a gran parte de las economías occidentales. Precisamente la acción se desarrolla en la oficina siniestra de una inmobiliaria que vende parcelas, y que ha diseñado una estrategia de premios, un cadillac dorado para el trabajador  que haga más ventas y el despido para el  que se quede rezagado, basado en una feroz competencia entre ellos y convirtiendo el sueño americano y la competitividad en un sistema inhumano difícil de soportar y que envilece a los que participan en la competición. Para iniciar la carrera se han ideado fichas en las que los empleados ostensiblemente viejos y cansados sólo  pueden acceder a  unos archivos desgastados de clientes poco  solventes económica y personalmente.

James Foley opta por una puesta en escena teatral, en los que los personajes entran y salen de escena por una puerta situada en el centro de la estancia, aunque incorpora  la cuarta pared con  movimientos visibles de la cámara y primeros planos que muestran los esfuerzos, las emociones de estos trabajadores a los que se incentiva para una competición cruel, aunque son conscientes de que no podrán soportar mucho tiempo esta  presión y  de que serán abandonados en la cuneta  en este o en el siguiente ciclo económico dominado por la crisis. Un tren urbano que circula por un paso elevado funciona como transición  a  un espacio exterior, en el que se gestan las conspiraciones, se realizan los chantajes y  se  fraguan las corruptelas. Cabinas de teléfono, iluminaciones de neón  de los locales adyacentes, jazz, humos del suburbano,  grano y minimalismo propio de una oficina atemporal,  son elementos  que  adecuan el modo de representación  a los relatos de Mamet, que pueden corresponder a  cualquier periodo anterior  a la conversión del capitalismo financiero  en el monstruo que ha acabado provocando la primera crisis global y  devorando a  la población mundial.

Hombres que no pueden aspirar a una segunda oportunidad, con hijas enfermas afectadas por recortes en una atención sanitaria que no pueden pagar, dejan  indiferentes a los jefes  y  para ellos,  a pesar del deseo de revancha, no hay posibilidad de un happy end. Algún que otro escenario más donde ubicar una conspiración o materializar el fracaso de una venta, irán conduciendo el relato hacia un final en el que hay pocas sorpresas, pero las hay. James Foley consiguió realizar su obra maestra, para lo que contó con un guionista excepcional y  un gran elenco de actores, entre los que destacan el entrañable Jack Lemon y  Al Pacino que encarna a un vendedor  a la altura moral de sus jefes.






Comentarios

  1. Muy buena crítica para una gran película que no se conoce suficiente. Recuerdo que cuando la vi me dejó impactado. El desarrollo de su trama en un escenario tan reducido me recordó a "12 hombres sin piedad", salvando las distancias de la temática. Un saludo.

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    1. Lo que es verdaderamente sorprendente es las profundas reflexiones que viene realizando el cine, que de forma casi premonitoria anuncia la deshumanización en que vamos cayendo.

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