Rollerball. Norman Jewinson
Ficha técnica:
Título original: Rolerball
País: Estados Unidos
Año: 1975
Duración: 128 minutos
Director: Norman Jewinson
Guión: William Harrison
Casting: Lynn Stalmaster; Londres: Mary Selway; Munich: Renate Arbes- Neuchl
Dirección de Fotografía: Douglas Slocombe
Música: André Previn
Edición: Antony Gibbs
Coordinador de especialistas: Max Kleven
Director artístico: Robert Laing
Diseño de Vestuario: Julie Harris
Peluquería: Leonard of London
Maquillaje: Wally Schneiderman
Productor: Norman Jewinson
Productor asociado: Patrick Palmer
Diseño de Producción : John Box
Compañías. United Artist, Metro Goldwyn Mayer, Toho-Towa, Mosaic Media Group, Atlas Entertainment, Helkon Media AG, Yorktown Productions; distribuidora: Columbia TriStar Films de España
Intérpretes:
James Caan: Jonathan E.
John Houseman: Bartholomew
Maud Adams: Ella
John Beck: Moonpie
Moses Gunn: Cletus
Pamela Hensley: Mackie
Barbara Trentham: Daphne
John Normington: Ejecutivo
Shane Rimmer: Rusty, ejecutivo del equipo
Burt Kwouck: Doctor japonés
Nancy Bleier : Chica de la biblioteca
Rick Le Parmentier: Ayudante de Bartholomew
Robert Ito: manager del equipo de Huston
Ralph Richardson: Bibliotca
En el año 2018, el mundo se encuentra agrupado en seis corporaciones: Energia, Alimentación, Lujo, Vivienda, Comunicación y Transporte. La tranquilidad social es absoluta, pero la gente carece de libertad. Se desahogan con el Rollerball, un violento juego donde los jugadores corren peligro de muerte.
Comentario
La lucha de los hombres por alcanzar un puesto destacado, o mantenerse en él, en las organizaciones que controlan el mundo y lo gobiernan y no se han sometido nunca al sufragio universal, fueron vislumbradas por este film futurista y visionario, que imaginó un futuro distópico para el año 2018, al que nos acercamos peligrosamente. Para representar esta competencia cruel se recurre a la metáfora de un juego, el rollerball, creado para mostrar la futilidad de la acción individual, la necesidad del trabajo en equipo, cuyos integrantes no deben olvidar jamás cuál es su función. La Corporación en la ficción, vigila constantemente y si el campeón anula el propósito para el que fue creado, entonces debe perder. En este mundo ya no tan futuro, no hay libros y solo existe Cero, un cerebro mundial, un centro de memoria . El protagonista, Johathan E., el líder del equipo, se plantea cómo y por quién se toman las decisiones negativas y reflexiona acerca de que las organizaciones corporativas controlan en especial los aspectos económicos y políticos, a cambio dota de bienestar de los individuos subyugados. Hubo un tiempo en que las gentes pudieron optar entre rodearse de comodidades o su libertad y eligieron el confort, reflexiona Johnny; pero confort es libertad y la historia de la humanidad es la historia de la lucha contra la pobreza y las penalidades, le responde su ex-mujer para obligarle a aceptar las condiciones de los ejecutivos.
Un film futurista y visionario que anuncia la sociedad que se está gestando en la segunda década del siglo XXI, en la que la 'Corporación', -Iluminatis, WEF en Davos, FMI...-, tras socializar las pérdidas de la bolsa o la banca y privatizar las ganancias, lo que ha arrebatado el bienestar obtenido por las gentes a cambio de su sumisión, y ha llevado a la sociedad que Andy Robinson (Un reportero en la montaña mágica) denomina del 1-99 % (1% rico frente a un 99 % pobre), y que la ha dividido en nuevas clases: los working rich, los que se hacen ricos trabajando, como los jugadores de rollerball, perfectamente intercambiables con los hombres de traje negro y camisa blanca, y los working poor, que por mucho que trabajen nunca se harán ricos, en la que están de más los que se hacen ricos durmiendo. Esta sociedad, a la que se llama filantrocapitalista se acerca cada vez más al captalismo de estado asiático en lo que respecta a la pérdida de libertades, que aquí se vincula a la necesidad, pasando los hombres a depender de la caridad de los mejores, que son también los más .
La memoria de los pueblos depende de un gran ordenador , Cero, en un mundo en el que han desaparecido los libros, pero este procesador pierde la memoria y no da respuesta a las dudas de Johnny sobre la Guerra de las Corporaciones, razón por la cual Jonathan no puede dar respuesta a sus preguntas y su única salida es la rebelión individual en un universo dominado por los hombres de mentalidad sumisa. Una rara avis de 1975 que merece la pena recordar.
Comentario
La lucha de los hombres por alcanzar un puesto destacado, o mantenerse en él, en las organizaciones que controlan el mundo y lo gobiernan y no se han sometido nunca al sufragio universal, fueron vislumbradas por este film futurista y visionario, que imaginó un futuro distópico para el año 2018, al que nos acercamos peligrosamente. Para representar esta competencia cruel se recurre a la metáfora de un juego, el rollerball, creado para mostrar la futilidad de la acción individual, la necesidad del trabajo en equipo, cuyos integrantes no deben olvidar jamás cuál es su función. La Corporación en la ficción, vigila constantemente y si el campeón anula el propósito para el que fue creado, entonces debe perder. En este mundo ya no tan futuro, no hay libros y solo existe Cero, un cerebro mundial, un centro de memoria . El protagonista, Johathan E., el líder del equipo, se plantea cómo y por quién se toman las decisiones negativas y reflexiona acerca de que las organizaciones corporativas controlan en especial los aspectos económicos y políticos, a cambio dota de bienestar de los individuos subyugados. Hubo un tiempo en que las gentes pudieron optar entre rodearse de comodidades o su libertad y eligieron el confort, reflexiona Johnny; pero confort es libertad y la historia de la humanidad es la historia de la lucha contra la pobreza y las penalidades, le responde su ex-mujer para obligarle a aceptar las condiciones de los ejecutivos.
Un film futurista y visionario que anuncia la sociedad que se está gestando en la segunda década del siglo XXI, en la que la 'Corporación', -Iluminatis, WEF en Davos, FMI...-, tras socializar las pérdidas de la bolsa o la banca y privatizar las ganancias, lo que ha arrebatado el bienestar obtenido por las gentes a cambio de su sumisión, y ha llevado a la sociedad que Andy Robinson (Un reportero en la montaña mágica) denomina del 1-99 % (1% rico frente a un 99 % pobre), y que la ha dividido en nuevas clases: los working rich, los que se hacen ricos trabajando, como los jugadores de rollerball, perfectamente intercambiables con los hombres de traje negro y camisa blanca, y los working poor, que por mucho que trabajen nunca se harán ricos, en la que están de más los que se hacen ricos durmiendo. Esta sociedad, a la que se llama filantrocapitalista se acerca cada vez más al captalismo de estado asiático en lo que respecta a la pérdida de libertades, que aquí se vincula a la necesidad, pasando los hombres a depender de la caridad de los mejores, que son también los más .
La memoria de los pueblos depende de un gran ordenador , Cero, en un mundo en el que han desaparecido los libros, pero este procesador pierde la memoria y no da respuesta a las dudas de Johnny sobre la Guerra de las Corporaciones, razón por la cual Jonathan no puede dar respuesta a sus preguntas y su única salida es la rebelión individual en un universo dominado por los hombres de mentalidad sumisa. Una rara avis de 1975 que merece la pena recordar.
Buena review Rosa, aunque yo soy fan de la versión antigua, si bien esta es más elaborada. Viste que ya pusiste los nuevos comentarios de Google.
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